Una sanidad sin privatizaciones y unos servicios públicos de calidad en este sector son los dos temas de cabecera con los que la Marea Blanca estatal ha recalado en las Cortes de Castilla-La Mancha. Forma parte de la ronda de concentraciones y reuniones que están manteniendo por todas las comunidades autónomas después de que su documento de propuestas llegara hasta el Congreso de los Diputados a principios de mayo. Ahora, quieren también presionar a los gobiernos autonómicos para que se produzca una “desprivatización total” de los servicios sanitarios y parasanitarios.
Así lo ha manifestado Rosario Alises, integrante de estas mareas, quien, junto con otros miembros del colectivo, ha mantenido posteriormente sucesivas reuniones con los grupos parlamentarios de PP, PSOE y Podemos, los tres que tienen representación parlamentaria en Castilla-La Mancha. Según ha indicado, a todos ellos se les ha entregado el documento consensuado en la Asamblea Estatal de este movimiento, que incluye también la derogación de leyes a nivel regional, estatal y europeo.
Sobre el caso concreto de Castilla-La Mancha, ha manifestado que se siguen licitando contratos con empresas privadas para servicios como limpieza y transporte sanitario. Y además ha afirmado que la contratación mediante concesión administrativa, como en el caso del nuevo Hospital de Toledo, es “peligrosa”, defendiendo que la gestión sea “cien por cien pública” y “esté sustentada por los impuestos de todos los castellano-manchegos para que su beneficio también repercuta en ellos, y no en negocios y empresas”.
De hecho, desde la Marea Blanca están convencidos de que no ha habido reversión de las privatizaciones en esta región. “No se están revirtiendo las privatizaciones de años anteriores; habrá servicios que se están gestionando de otra manera, pero en general no podemos decir que se esté revirtiendo”.
Transparencia y auditoría de la deuda
Alises recuerda asimismo que en sus propuestas abogan también por la transparencia en la gestión, por una auditoría de la deuda y por un modelo de gestión que no tenga que ver con las unidades de gestión clínicas que se han implantado en otras comunidades como Andalucía, donde “la sanidad se ha visto deteriorada en cuanto a la asistencia al paciente, ya que los criterios son mercantilistas”. Según afirma, en Castilla y León este modelo también se está empezando a implantar y Castilla-La Mancha “quiere importarlo”.
Por su parte, Helena Galán, de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de Toledo, ha recordado que las propuestas de la Marea Blanca también incluyen mejoras de las condiciones laborales del personal sanitario, con menos contratos de interinidad y menos precariedad en el empleo. Asimismo, ha apuntado que la demanda más urgente es la contratación de todo el personal sanitario necesario, la apertura de todas las plantas y la posterior recuperación de todos los servicios, con su posterior auditoría.
“Hay que salvar la sanidad, hacerla pública y exigir al Estado que revierta todo lo que nos impide tener una sanidad pública cien por cien. Cualquier invento, sea una privatización, una externalizacación o las unidades de gestión, pasa por cargarse la sanidad pública y ya está bien repartir esto entre amigos y socios. Aquí en Castilla-La Mancha, o cambiamos el modelo, o nos quedamos sin sanidad”, ha concluido.