Entre el final de septiembre y el inicio de octubre llega el fin de la vendimia y, por tanto, también es el momento de hacer balance de uno de los momentos más importantes de la economía regional. Las organizaciones agrarias ya se han reunido para sacar sus conclusiones, al igual que hacen cooperativas y Denominaciones de Origen. Este 2017, el punto en común es la merma en la producción que ya estaba previsto antes incluso de comenzar el proceso de recogida de las uvas, que se proyectaba en un 10% la producción de este año, debido a la climatología que se vivió en los meses de verano de temperaturas muy altas.
Desde ASAJA las primeras valoraciones de la vendimia es que habrá entre un 30% y un 35% menos que en 2016, y que, incluso, en zonas como Valdepeña habrá hasta un 40% de merma. “Tendremos entre los 17, 17,5 millones de hectolitros en Castilla-La Mancha, una bajada considerable”, afirma Pedro Alcolea, portavoz de vino de la organización. Como consecuencia, explica, será “muy difícil” abastecer a todos los clientes con los que se cuentan en la región: “no sabremos calcular cuántos serán los afectados pero sobre todo aquellos países en los que se comercia el vino a granel. Desde ASAJA también aseguran que el precio de subidas ”no compensará las pérdidas que ha tenido el sector“.
En este sentido, desde la organización aseguran que desde la Administración hay “estudios” que resumen la valoración de la campaña para calcular realmente la cantidad de hectolitros que se conseguirán en la campaña. “Esperamos que finalmente se sintonice lo que los agricultores recogemos en el campo a lo que luego sale en los papeles. Podremos en conocimiento de los organismos competentes la gran merma del sector por sequía, piedra o heladas para plantear beneficios fiscales como en la declaración de la renta”, asegura.
Calidad “excelente” en la recogida
Las zonas más afectadas por la merma han sido los viñedos en más secano, algo en lo que coinciden también en UPA. Otro punto en el que tanto las organizaciones agrarias como Cooperativas Agroalimentarias es en que la calidad de los productos será “excelente”. Juan Fuente, portavoz de vinos de Cooperativas, ha querido puntualizar, eso sí, que el precio del vino para quienes trabajan en cooperativas si logrará cubrir la merma que se ha tenido con relación. “Pero en cuanto a lo pagados por los industriales no tenemos nda que decir”, explica. En cuanto al secano, afirma que son las variedades de Airén y el Bobal son las que más perjudicadas se han visto.
Alejandro García-Gasco, de Vino de UPA Castilla-La Mancha y también a nivel nacional, ha afirmado que la reducción será “considerable” pero que no sólo se limita a la región sino también a un nivel nacional. “Pero vamos a mas y en un mercado globalizado y tenemos que mirar a los clientes como Francia o Italia”. Según lo expuesto en el último Comité de diálogo social del vino en Bruselas, Francia también se enfrenta a una “gran reducción” en su producción vitivinícola. “Lo que tenemos que favorecer es el consumo del vino a nivel de España que es bastante bajo. El esfuerzo ya lo hicimos nosotros y ahora le toca a la gran distribución”, afirma.
En este sentido, aboga porque la subida de precios no vaya a perjudicar el consumo del vino pero tampoco reduzca los márgenes de beneficio. Una situación compleja en una de las “campañas más cortas” que se han vivido en la región. “Estamos viviendo un cambio climático que ha afectado al viñedo y, por tanto, también debemos trabajar para establecer las necesidades de los clientes del mercado y también para no dejar ninguna puerta abierta para que otro país pueda suplantar nuestro abastecimiento”, afirma García-Gasco. Sin embargo, señala que todavía se debe dejar un poco más de margen para seguir analizando los efectos de los cambios en el clima en el viñedo y en la rentabilidad del agricultor.
Las Denominaciones de Origen
El Airén ha sido la variedad más autóctona vendimiada “con adelanto y calidad” en el viñedo manchego, según explica la Denominación de Origen de La Mancha. La vendimia finalizó a principios de este mes, con “muy buenas condiciones” y uvas “muy sanas”, lo que también ocurrirá en los tempranillos y los varietales. Fue una cosecha corta, explican los expertos, y el adelanto en su maduración respecto al año pasado “no restó calidad” a la entrada de la uva en las bodegas. A pesar de las altas temperaturas, los profesionales de la D.O señalan que el airén es una variedad “adaptada para soportar los rigores del verano manchego”.
La vendimia en el caso de la Denominación de Origen Valdepeñas se dio por finalizada a medidas de octubre, tras dos meses de trabajo con una cosecha de más de 90 millones de kilos de uva. La floración en primavera fue ligeramente más temprana, factores que provocaron un comienzo de campaña adelantado y con un resultado de materia prima de “buena calidad”. Como novedad, han destacado medidas para mejorar la trazabilidad del producto en lo que se refiere a garantía del origen y el compromiso por la calidad de “todos los agentes”.