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Los municipios ribereños califican como una “chulería indecente” el último trasvase

Como “chulería, indecente e intolerable” ha calificado la Asociación de Municipios ribereños de la cabecera del Tajo el último trasvase aprobado por el Gobierno en funciones. El colectivo de localidades critica que el Ejecutivo considere como agua “sobrante” todo lo que exceda los 336 hm3 de agua almacenada en los pantanos de Entrepeñas y Buendía, mientras las obras que deben garantizar el abastecimiento en estas localidades “continúan retrasándose y ejecutándose a un ritmo desesperantemente lento”.

La Asociación ha querido condenar la aprobación del trasvase de manera “enérgica”, sobre todo al producirse “al mismo tiempo” que los diputados del Parlamento Europeo constataban que el río es “víctima de un despiadado saqueo”. El colectivo asegura que se trata de un desembalse “ilegal como los anteriores” hacia Levante y se pregunta si “es posible tener una actitud más chulesca” ante lo que consideran la “muerte inminente” del río.

Además, los representantes de los municipios recuerdan que en “mayor parte” los embalses del río Segura almacenan más agua que Entrepeñas y Buendía, y critican que se esté aplicando con mano “muy dura” el Memorándum del Tajo-Segura pactado en 2013. “Esta confabulación nos ha llevado a una situación insostenible: ha esquilmado los embalses de cabecera y, con ello, ha dejado también sin agua a los regantes levantinos”, asegura la Asociación.

Francisco Pérez Torrecilla, presidente de la Asociación, ha asegurado que dicho memorándum es malo para “todos y que no es la solución para nadie”, por lo que exigen su derogación y que se convoque a las comunidades ribereñas para trabajar en la recuperación del río. “Antes de que muera definitivamente”, puntualiza. Además, piden que los trasvases paren por lo menos hasta que los embalses se recuperen y vuelvan a ser “vivos”.

Si el Gobierno no está en funciones para aprobar trasvases, tampoco debería estarlo para trabajar en la búsqueda de soluciones. En cuanto a los regantes del Levante, más les valdría que dejaran de mirar al Tajo como solución a sus problemas, porque no lo es. Deberían empezar de una vez por todas a hacer sus deberes: utilizar sus recursos hídricos, como son sus propios acuíferos y las aguas desaladas del mar Mediterráneo“, advertía Torrecillas.

Además, el colectivo pide que se acabe de forma “inmediata” con las obras de abastecimiento a los municipios, ya que tienen “más de un año de retraso” y que tardarán varios años en concluirse, “al ritmo que van”. En este sentido, recuerdan que hace un año los embalses almacenaban unos doscientos hectómetros cúbicos más que los que tienen actualmente, y que esa situación ya supuso la “ruina económica de la comarca”, por lo que muestran su alarma por el próximo verano. “¿Tendremos que abandonar nuestros pueblos ante la imposibilidad de seguir viviendo en ellos?”, se preguntan. “Es inadmisible el trato discriminatorio que la comarca ribereña recibe del Gobierno, mientras atiende sin rechistar todos los caprichos de los regantes del trasvase”, concluye la Asociación.