A principios de agosto el pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha aprobó una de las normativas más importantes y novedosas de la región. La nueva Ley de Protección, Bienestar y Defensa de los Animales sustituye a una legislación obsoleta que no se había actualizado desde hace 30 años. Incluye medidas como la prohibición de circos con animales salvajes, la entrada en restaurantes de animales domésticos si no hay prohibición expresa, sanciones diez veces mayores por maltrato de animales o la creación de un registro único para su protección. Pero precisamente por la novedad de las medidas y debido también a los efectos de la pandemia de COVID-19, su aplicación no se llevará a cabo hasta dentro de seis meses, tal y como ha publicado el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM).
Ya la tramitación de la normativa en sí no estuvo a salvo de escollos, tanto en su periodo previo de información pública como en su debate parlamentario. Ahora el Gobierno castellanomanchego no quiere dejar ningún cabo suelto y que haya fallos en su aplicación por lo que ha decidido abrir este plazo para que su aplicación, “muy compleja”, se realice de forma efectiva.
Una de las medidas más innovadoras de la nueva normativa es que los animales domésticos podrán entrar en hoteles, restaurantes, edificios públicos y transportes, salvo que exista prohibición expresa de los establecimientos. Es decir, al revés de como está estipulado actualmente: prohibición implícita salvo autorización de entrada. Se trata de una novedad importante que no está regulada en la mayoría de comunidades autónomas españolas, pero sí en otros países europeos como Alemania.
En el texto de la ley se añaden algunas excepciones a este precepto, como motivos de salud pública (debido a la situación actual de pandemia de COVID-19) y otros como la tenencia de animales potencialmente peligrosos y/o de las ordenanzas municipales o normativa específica.
Supone todo en revulsivo que es “casi imposible” de llevar a cabo con la situación actual del sector de la hostelería en la región y en el país debido a las restricciones por la segunda ola de la pandemia de COVID-19. Así lo han detallado a elDiarioclm.es técnicos de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, el departamento que ha estado más de cinco años preparando esta normativa.
Otras medidas que requieren más plazo
Explican que se trata tan solo de cuestión de tiempo y que también hay otros asuntos que requieren de más plazos porque vinculan directamente a los ayuntamientos, como la promoción del “sacrificio cero” siempre que sea posible o la gestión de las colonias felinas. Sucede también en este punto que ahora mismo, con los ayuntamientos en plena gestión de las medidas contra el coronavirus, necesitan más plazo para planificar estas medidas.
Existe igualmente un tercer caso: la creación de registros únicos de animales domésticos que permitan facilitar su protección y localización. Requiere, por su complejidad, de una planificación por parte del Consejo de Colegios Profesionales de Veterinarios de Castilla-La Mancha. En este plazo de seis meses también se irá elaborando la forma de ponerlo en marcha.
Así las cosas, la nueva ley no entrará en vigor hasta el próximo mes de febrero. Pese a ello, desde el Gobierno regional celebran que ya se encuentre aprobada y que con su entrada en vigor se vayan a multiplicar por diez (hasta 60.000 euros) las multas por maltratar y matar animales domésticos (que todavía estaban en pesetas al ser la antigua normativa de 1990). Además, es la primera norma castellanomanchega que considera a los animales “seres sintientes y no cosas” y que incorpora prohibiciones como las mutilaciones estéticas, las peleas de perros, de gallos o de cualquier otro animal, o los animales atados en ferias.