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ENTREVISTA Presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha

Pablo Bellido: “Conviene que el Estatuto de Autonomía contemple el decreto-ley para casos de urgencia”

El 10 de agosto de 2022 se cumplirán 40 años de la aprobación en las Cortes Generales del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha. Es una de las cuestiones que, con seguridad, saldrán a relucir durante el acto institucional del Día de la Constitución, que se celebrará en Alarcón (Cuenca), este 3 de diciembre.

La intención de reformar el Estatuto de Autonomía ya la anunció el Gobierno de Emiliano García-Page en septiembre de 2015, poco después de llegar a la Presidencia de la Junta, en aquella ocasión con el apoyo de Podemos, al no disponer de mayoría. En 2016 se hablaba de la necesidad de incluir la cuestión del agua (una reserva de cuenca para la región) en el Estatuto.

Un año después se anunciaba una intentona de reforma, tomando como base el texto del año 2010, tumbado en el Congreso de los Diputados a causa de la ‘guerra del agua’. 

Pero la reforma no se fraguó en aquellos cuatro años, ni lo ha hecho en lo que va de la actual legislatura. Tampoco habrá cambio de la Ley Electoral, “sin consenso preciso”, aunque en 2019 el Ejecutivo castellanomanchego reconocía que la norma debería ser “más proporcional” .

Ambas cuestiones siguen flotando en el ambiente cuando la región se dispone a celebrar las cuatro décadas del Estatuto, por todo lo alto, y hasta 2023.

Entrevistamos al presidente de las Cortes regionales, Pablo Bellido en vísperas el Día de la Constitución y con él abordamos este y otros asuntos.

40 años de Estatuto de Autonomía. ¿Diría que goza de buena salud?

Creo francamente que sí. Como todos los marcos normativos se pueden mejorar, se pueden adaptar a los nuevos tiempos, pero si el Estatuto de Autonomía refleja la salud de los que pretende regular que es el funcionamiento de la región, creo que Castilla-La Mancha es una comunidad autónoma plenamente identificada con el proyecto nacional de España y con el proyecto europeo y a la vez tiene un funcionamiento propio más que correcto.

El objetivo del Estatuto que es prestar servicio a nuestra comunidad autónoma funciona perfectamente, aunque es susceptible de mejora si los grupos parlamentarios llegan a un acuerdo.

La Castilla-La Mancha de los años 80 no es la misma de hoy. ¿Por dónde cree que deben ir los tiros para ‘rejuvenecerlo’?

Hay cuestiones de carácter técnico que creo que conviene mejorar cuando sea posible. Los estatutos de tercera generación como el nuestro (aquellos que han sido una o dos veces reformados) han establecido el instrumento del decreto-ley.

Es efectivo, es dinámico y facilita la tramitación de algunas leyes cuando la urgencia lo requiere.

¿A qué normas se refiere?

Le pongo un ejemplo. Durante la pandemia, el Gobierno ha trabajado intensamente y carecía de este instrumento. Hemos tenido que pasarlo todo por el Parlamento regional y se hecho con agilidad, pero creo que una reforma técnica podría pasar por introducir la figura del decreto-ley.

Después, en cuestiones más políticas y que pueden ser opinables, me parece interesante establecer un mejor blindaje de los servicios públicos, sobre todo en el medio rural para que, gobierne quien gobierne, haya mínimos estándar que no se puedan perder. Me refiero en particular a la Educación o la Sanidad.

¿Ve factible ahora alguna reforma en relación al agua? Por que ya se intentó sin éxito allá por 2010…

Sería conveniente. Es verdad que no es una competencia autonómica, pero sí lo son muchas cuestiones relacionadas con el agua: la gestión del territorio, la agricultura, el turismo… La gestión hídrica corresponde a las confederaciones hidrográficas y al Estado.

Hay ya estatutos de autonomía con normas sobre los ríos que atraviesan su territorio y… ¿por qué no hacerlo en Castilla-La Mancha?

En cualquier caso, la reforma del Estatuto de Autonomía no solo debe requerir un gran consenso regional, que sería deseable, sino también acuerdo nacional porque la última vez lo que falló fue el acuerdo en Madrid. El PP nacional se negó a apoyar lo que sí habían apoyado en Toledo. Era inviable.

Habría que llegar a un acuerdo con las fuerzas políticas con representación en Castilla-La Mancha para que en Madrid lograse respaldo. Pero, vamos, es una decisión que deben tomar los grupos parlamentarios y sus señorías.

Teniendo en cuenta que entramos, de nuevo, en el descuento hacia las elecciones, ¿ve posible ese consenso?

No, no lo veo fácil en este momento. No hay voluntad política en el Grupo Popular para favorecer la reforma.

Tenemos el Parlamento más pequeño junto a La Rioja y no es fruto de conveniencia social, sino electoral de un partido político que primero amplió el número de diputados y cuando vio que perdía las elecciones aprobó una reducción

Se ha debatido mucho en los últimos años sobre la conveniencia o no de cambiar la Ley Electoral. ¿El tamaño importa cuando hablamos de escaños en Castilla-La Mancha?

El tamaño importa cuando hablamos de representar a la ciudadanía porque es estar cerca de sus problemas, de sus demandas, de sus críticas y propuestas. O acercarse a los alcaldes, asociaciones o empresas…

Es una cuestión que hay que afrontar desde una perspectiva compleja, no simplista. Tenemos el Parlamento más pequeño junto con el de La Rioja y eso es fruto no de una cuestión de conveniencia social, sino de conveniencia electoral de un partido político que primero amplió el número de diputados y cuando vio que perdía las elecciones aprobó una reducción.

Es lo que hizo el PP de Cospedal entre 2011 y 2015. Fueron dos reformas para jugar a su conveniencia. Si se hace una reforma tiene que tener sentido. ¿Más o menos diputados? Eso en función de las necesidades sociales de los representados que son lo más importante.

Ahora el PP habla de “pacto oculto” PP-Ciudadanos para volver a reformarla y Podemos reclama un cambio sustancial para que el Parlamento sea “más plural”. ¿Qué opina?

Respeto todas las posiciones, pero creo que no hay acuerdos de esa naturaleza. Y creo que el PP a veces contesta invenciones. Dice que se va a oponer a la subida de impuestos, pero resulta que no puede oponerse a algo que no ha sucedido. Cuando se inventan los hechos, todo termina en una deriva incomprensible

En Castilla-La Mancha el PP dijo que se reducían diputados para ahorrar dinero. Y resulta que los diputados de la oposición no cobraban. Nosotros creemos que tienen que tener retribución para hacer su trabajo de representación ciudadana y de control al Gobierno. Eso es bueno para el sistema. Hemos recuperado esa retribución.

Ciudadanos dice que es una “anomalía democrática” que ni Page ni Núñez pisen apenas las Cortes y reclaman más control parlamentario al presidente regional, vía modificación del Reglamento del Parlamento. ¿Eso está en agenda?

Si los grupos parlamentarios llegan a acuerdos, sí. En cuanto a modificar el Reglamento en lo que tiene que ver con el control parlamentario, la que hay es la que ha servido a todos los presidentes: José Bono, José María Barreda, Dolores de Cospedal y Emiliano García-Page. No se puede decir que hoy el funcionamiento sea más democrático que antes.

Entiendo que no todo el trabajo del diputado es estar sentado en el escaño. Si alguien cree que debe ser así, que traiga la propuesta y la debatimos. Pero no soy partidario de la cultura de ‘culo al sillón’, el trabajo es más complejo y diverso

Respecto a la obligación imperativa de estar en los escaños, eso no ocurre en ningún parlamento autonómico o en el nacional. La labor parlamentaria de aquellos que están en la acción de Gobierno puede verse reducida y delegada a otros diputados que tienen dedicación exclusiva a esa función.

En el caso de Núñez, con dedicación exclusiva al Parlamento, debe decidir. No critico que no esté porque interpreto que si no está en el escaño no está jugando al parchís, sino trabajando para representar a los ciudadanos. Entiendo que no todo el trabajo es estar sentado en el escaño. Si alguien cree que debe ser así, que traiga la propuesta y la debatimos. Pero no soy partidario de la cultura de ‘culo al sillón’, el trabajo es mucho más complejo y diverso.

Hablando de presencialidad, las Cortes supieron resolver el escollo del confinamiento para seguir operando. ¿Se han blindado lo suficiente por si se repite una situación similar?

Hemos adaptado el Reglamento para celebrar sesiones telemáticas y votar también de forma telemática. Se ha corregido por estas circunstancias sobrevenidas. Si viniesen otras distintas que requiriesen modificaciones puntuales, lo haríamos con la misma celeridad.

He de decir que los tres grupos parlamentarios han asumido muy correctamente su obligación de prestarse a adaptar la normativa al momento histórico que vivimos y ha salido adelante con consenso.

Este viernes en Alarcón se celebra el acto institucional por el Día de la Constitución y arranca el programa conmemorativo del 40 aniversario de la aprobación del Estatuto de Autonomía. ¿Qué mensaje quiere trasladar a la ciudadanía?

Que la razón por la que se creó esta comunidad autónoma, que no respondía a nacionalismos o cuestiones históricas, está cumpliendo su objetivo: no ser ni más ni menos que ninguna.

Hoy está más cohesionada y es más sólida como concepto regional. Su identidad es constructiva y no excluyente: somos españoles, orgullosos de serlo y sabiendo que hay otros territorios en tanto y cuanto es una forma, como pudiera ser otra, de organizar España. Quizá esta es mejor porque acerca servicios y derechos a la ciudadanía.

Más de 300 actividades de aquí a 2023… ¿Qué papel se le quiere otorgar a la ciudadanía en la efeméride?

Su papel será pleno. Hemos intentado diseñar, junto con el Gobierno regional, un programa muy participativo. Estamos para celebrar 40 años de éxito colectivo. Estar con la sociedad nos a permitir seguir escuchando sus demandas y sugerencias para trasladarlo al trabajo parlamentario o ejecutivo en el caso del Gobierno.

¿Qué previsión hay para cerrar el año parlamentario más allá de los Presupuestos?

Tenemos la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos regionales salvo si salta de año en su tramitación. Nos acercamos a las 30 leyes, y eso teniendo en cuenta la pandemia que ha dificultado el trabajo. Somos el Parlamento que más leyes ha aprobado por unanimidad o sin votos en contra.

¿Cómo se plantea 2022 en actividad parlamentaria? ¿Cuáles cree que serán los hitos?

Creo que será un año coherente con la legislatura: con mucha capacidad de aprobación de normas y de capacidad de adaptación a las circunstancias. Son leyes muy orientadas a responder a los desafíos actuales y también a los generacionales. Mantendremos el ritmo. Solo espero que haya consenso y que el nuevo año nos traiga un clima de mayor respeto y convivencia. Creo que empezamos bien la legislatura, pero la política nacional ha infectado el debate. Me gustaría que el debate se centrase en Castilla-La Mancha y en nuestras competencias. Y si es posible, con respeto.