La PAH vuelve a evitar un nuevo desahucio en Cuenca

Telesforo y Ascensión obtuvieron una hipoteca de su residencia en 1999 por valor de 31.252'63 € a pagar en 15 años con el BBVA. Esta pareja, de La Alberca del Záncara (Cuenca) y con un hijo con problemas de salud a su cargo, estuvo pagando religiosamente sus cuotas bancarias hasta 2008, momento en que no pueden seguir haciéndolo. Telesforo falleció y la familia se quedó sin ingresos. Además Ascensión no podía cobrar una pensión de viudedad ya que ella y Telesforo no estaban casados, eran pareja pero con ningún efecto legal, con lo que legalmente no eran nada.

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca consiguió frenar el desahucio que se iba a ejecutar el pasado 26 de junio, y con sólo 12.918'87 € pendientes de pago. Actualmente, 6 años después de dejar de pagar la hipoteca y con los intereses derivados de todo este tiempo, la cantidad que pide el banco a la familia es de 16.333'98 € (distribuidos en 2.179 euros de los impagos entre 2008 y 2009, el capital restante por pagar que eran los mencionados 12.918 euros, y los intereses que ascienden a 2.036 euros).

La familia ha seguido viviendo en la casa pero sin luz, ya que no pueden pagarla. Desde 2009 ya fueron avisados por el juzgado de San Clemente de la ejecución hipotecaria, aunque la familia a base de trabajos limitados conseguía vivir día a día, hasta que a Ascensión, con 60 años, le detectan un cáncer que le aparta del mercado laboral, mientras que su hijo, con 30 años, padece bipolaridad.

El único ingreso de la familia son los 426 € de la pensión no contributiva de Ascensión, por lo que les resulta imposible asumir el pago ya no de la hipoteca, sino de cualquier cosa que sea prescindible, lo que les ha llevado a vivir durante meses sin conexión eléctrica.

Precisamente este año acababan esos 15 años de la hipoteca y ahora la familia tiene que afrontar el dinero que le resta por pagar, los intereses (un 24% del total) y las costas judiciales. Ahora la familia espera que la entidad les ofrezca un alquiler social adaptado a su presupuesto de la casa, que con los gastos corrientes y farmacéuticos son muy bajos, así como la reconexión al servicio eléctrico. Aunque pierdan la propiedad de la vivienda con la dación en pago, al menos podrán seguir viviendo en ella.