Día mundial de las y los docentes: por la educación pública, por el profesorado y por el futuro de nuestras sociedades

Sobrecarga de trabajo, subestimación y remuneración inadecuada. Estas son solo algunas de las razones por las que un creciente número de docentes está abandonando una profesión que aman y que resulta esencial para la sociedad. Al mismo tiempo, cada vez más jóvenes descartan la posibilidad de dedicarse a ella.

Por ello, desde la Confederación de Sindicatos de Trabajadoras y Trabajadores de la Enseñanza Intersindical (STEs-I) consideramos que es crucial abordar los desafíos estructurales que enfrenta el profesorado. Esto requiere establecer un diálogo social más robusto y enfocado en nuestro papel dentro del sistema educativo.

Hoy, 5 de octubre, celebramos el Día Mundial de las y los Docentes, una fecha clave para fortalecer la profesión y promover la colaboración entre organismos internacionales como la UNESCO, UNICEF y la Internacional de la Educación (IE), de la cual STEs-i es miembro fundador y afiliado.

En esta ocasión, reivindicamos la creación de un verdadero contrato social para la educación, donde el profesorado participe activamente en la planificación de las políticas educativas, en lugar de ser un simple ejecutor de decisiones, como ocurre actualmente.

En esta línea, la transformación de la educación comienza por valorar y respetar al profesorado, asegurando que ocupen un lugar central en la toma de decisiones. Ellos son el pilar fundamental para que el alumnado alcance el rendimiento académico necesario que contribuya a mejorar la sociedad en la que vivimos.

Sin embargo, hoy en día, el personal docente enfrenta numerosos desafíos tanto dentro como fuera del aula. Entre ellos destacan redactados curriculares complejos de explicar y de entender; la imposición de evaluaciones competenciales y metodologías obligatorias que atentan contra la libertad de cátedra; la organización de jornadas de puertas abiertas con un enfoque publicitario para atraer alumnado en un entorno competitivo de oferta y demanda; y un sinfín de complicaciones burocráticas que están transformando profundamente la profesión docente.

Como resultado de esta situación, la profesión docente atraviesa una crisis profunda. A nivel global, ya se habla de una escasez de 44 millones de docentes, lo que pone en grave peligro el derecho a la educación. En este contexto ha surgido un nuevo concepto en el ámbito educativo: La gran renuncia o The Great Resignation, un término acuñado por el profesor Anthony Klotz, de la Universidad de Texas.

Este término refleja el creciente desencanto del profesorado y de quienes podrían haber considerado dedicarse a la enseñanza, debido a la falta de atractivo de la profesión. Un claro ejemplo de esta tendencia es el aumento en las tasas de abandono de docentes en Primaria, pasando del 4,6 % al 9 %, según un informe de la UNESCO publicado en 2023.

Por la educación pública, por el profesorado y por el futuro de nuestras sociedades, en este Día Mundial de las y los Docentes, hacemos un llamamiento global para que esta celebración nos inspire a seguir movilizándonos y organizándonos para exigir a los gobiernos de todo el mundo que inviertan en una educación de calidad y escuchen la voz del profesorado.

Sobrecarga de trabajo, subestimación y remuneración inadecuada. Estas son solo algunas de las razones por las que un creciente número de docentes está abandonando una profesión que aman y que resulta esencial para la sociedad. Al mismo tiempo, cada vez más jóvenes descartan la posibilidad de dedicarse a ella.

Por ello, desde la Confederación de Sindicatos de Trabajadoras y Trabajadores de la Enseñanza Intersindical (STEs-I) consideramos que es crucial abordar los desafíos estructurales que enfrenta el profesorado. Esto requiere establecer un diálogo social más robusto y enfocado en nuestro papel dentro del sistema educativo.