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La Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en Castilla-La Mancha (EAPN CLM) cumple treinta años, y este aniversario es algo más que una fecha redonda. Es el recordatorio de una lucha constante y de una labor que, lejos de agotarse, sigue abriendo caminos en favor de quienes han sido empujados a la periferia de la sociedad. Celebramos tres décadas de un trabajo que va mucho más allá de la ayuda y la beneficencia; hablamos de treinta años de una estructura que ha logrado, a través de la participación, el diálogo y la incidencia política, dignificar y devolver la voz a las personas en situación de pobreza. EAPN CLM ha transformado el enfoque social de una región, recordándonos que la pobreza no es una estadística, sino una realidad humana que exige una respuesta estructural y colectiva.
EAPN CLM no solo habla de pobreza, sino que trabaja cada día para desmantelar sus raíces. No basta con aplacar sus síntomas, y la red lo ha dejado claro una y otra vez: es necesario construir un tejido social que esté verdaderamente conectado y comprometido, en el que cada entidad que forma parte del proyecto pueda aportar desde sus capacidades y fortalezas. EAPN CLM ha demostrado que el trabajo en red no es solo una estrategia, sino una necesidad que transforma realidades de forma efectiva y sostenible. Cada entidad, cada organización que forma parte de esta red, trabaja unida en el mismo objetivo: no dejar a nadie fuera, y ese esfuerzo de cooperación no debería pasar desapercibido. En una sociedad donde la competencia entre entidades sociales es a menudo la norma, EAPN CLM nos muestra que la colaboración es una vía para multiplicar los resultados y, sobre todo, para consolidar un compromiso real con la justicia social.
Pero hay algo más: en estos treinta años, EAPN CLM ha conseguido no solo unir esfuerzos, sino también abrir espacios de diálogo donde antes solo había muros. Esta red ha mantenido un diálogo constante con administraciones públicas, entidades privadas, empresas y ciudadanía, recordando que el compromiso con la igualdad es de todos y que no se puede reducir a la labor de una sola organización. Sin embargo, el diálogo por sí solo no es suficiente si no se convierte en una herramienta de cambio. Y ahí es donde EAPN CLM ha mostrado su valor real: su capacidad de interpelar a todos los sectores de la sociedad, de poner sobre la mesa las realidades y necesidades de las personas en situación de pobreza y de exigir respuestas reales, eficaces y concretas. El diálogo es el primer paso hacia la acción, y EAPN CLM ha insistido en que las palabras deben transformarse en políticas que garanticen una vida digna para todos y todas.
A lo largo de estas tres décadas, EAPN CLM ha sido un actor fundamental en la incidencia política de la región. Ha conseguido abrir debates, influir en legislaciones y hacer que las voces de quienes más lo necesitan lleguen a donde se toman decisiones. Porque la pobreza no se combate solo con solidaridad; se combate desde la política, desde la redistribución de recursos, desde la construcción de un sistema que no deje atrás a nadie. Cada iniciativa, cada campaña, cada documento presentado por EAPN CLM es una declaración de intenciones y una demanda de justicia social. Las políticas públicas no pueden seguir mirando a otro lado ni limitándose a soluciones superficiales. No se puede hablar de progreso ni de una sociedad justa mientras haya personas condenadas a la exclusión social, y EAPN CLM ha sido y sigue siendo una fuerza que no permitirá que estas realidades se ignoren.
EAPN CLM ha trabajado, además, por algo que muchas veces se pasa por alto: la inclusión de las personas en situación de pobreza en los propios procesos de cambio. Esta red ha sido pionera en asegurarse de que las personas a las que representa no sean solo beneficiarias pasivas, sino participantes activos en las decisiones que les afectan. Este enfoque no es una mera formalidad; es una práctica que rompe con la narrativa paternalista y devuelve el protagonismo a quienes han sido silenciados. La participación real implica escuchar las voces de aquellos a quienes el sistema ha marginado, y eso es precisamente lo que ha hecho EAPN CLM en cada foro, en cada iniciativa, en cada espacio de encuentro. Escuchar a los pobres no solo es un ejercicio de dignidad; es un acto de justicia, y EAPN CLM ha sido un ejemplo de cómo las personas en situación de pobreza pueden y deben ser agentes de su propio cambio.
EAPN CLM nos recuerda que la lucha contra la pobreza no puede descansar en unos pocos
Esta conmemoración de treinta años es, entonces, algo más que una celebración. Es una oportunidad para mirar hacia adelante y preguntarnos como sociedad qué estamos haciendo, qué podemos mejorar y hasta qué punto estamos dispuestos a comprometernos para construir una región inclusiva. Porque en un momento en el que las desigualdades siguen creciendo y donde la precarización amenaza a miles de personas, EAPN CLM nos recuerda que la lucha contra la pobreza no puede descansar en unos pocos. La lucha contra la pobreza es una responsabilidad de todos y cada uno de nosotros. No basta con admirar la labor de una red; es necesario preguntarnos cómo contribuimos, desde nuestro ámbito, desde nuestra realidad, a esa red de solidaridad que EAPN CLM ha tejido con tanto esfuerzo.
Estos treinta años de EAPN CLM son una llamada a la acción para todos y todas. La sociedad castellanomanchega tiene una deuda de gratitud con esta red, pero también una responsabilidad que no podemos ignorar. Cada uno de nosotros debe reflexionar sobre el papel que desempeña en la construcción de una comunidad en la que nadie quede al margen. EAPN CLM nos ha mostrado que una Castilla-La Mancha inclusiva no es un sueño inalcanzable, sino una posibilidad concreta que depende de nuestro compromiso y acción.
Que este aniversario sea el inicio de una nueva etapa en la que todos y todas, desde nuestras propias capacidades, sumemos a esta red que lucha por una Castilla-La Mancha más justa, solidaria y verdaderamente igualitaria.
La Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en Castilla-La Mancha (EAPN CLM) cumple treinta años, y este aniversario es algo más que una fecha redonda. Es el recordatorio de una lucha constante y de una labor que, lejos de agotarse, sigue abriendo caminos en favor de quienes han sido empujados a la periferia de la sociedad. Celebramos tres décadas de un trabajo que va mucho más allá de la ayuda y la beneficencia; hablamos de treinta años de una estructura que ha logrado, a través de la participación, el diálogo y la incidencia política, dignificar y devolver la voz a las personas en situación de pobreza. EAPN CLM ha transformado el enfoque social de una región, recordándonos que la pobreza no es una estadística, sino una realidad humana que exige una respuesta estructural y colectiva.
EAPN CLM no solo habla de pobreza, sino que trabaja cada día para desmantelar sus raíces. No basta con aplacar sus síntomas, y la red lo ha dejado claro una y otra vez: es necesario construir un tejido social que esté verdaderamente conectado y comprometido, en el que cada entidad que forma parte del proyecto pueda aportar desde sus capacidades y fortalezas. EAPN CLM ha demostrado que el trabajo en red no es solo una estrategia, sino una necesidad que transforma realidades de forma efectiva y sostenible. Cada entidad, cada organización que forma parte de esta red, trabaja unida en el mismo objetivo: no dejar a nadie fuera, y ese esfuerzo de cooperación no debería pasar desapercibido. En una sociedad donde la competencia entre entidades sociales es a menudo la norma, EAPN CLM nos muestra que la colaboración es una vía para multiplicar los resultados y, sobre todo, para consolidar un compromiso real con la justicia social.