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La Junta de Castilla-La Mancha lleva a cabo inversiones para mejorar las infraestructuras y favorecer el transporte de personas y mercancías por ferrocarril, porque el futuro está en el tren.
En consonancia con esa política, las Cortes castellanomanchegas levantaron la voz (en el año 2021) cuando el gobierno central, desde el Ministerio o Renfe o Adif, en vez de invertir comenzaron a llevar a cabo la estrategia perversa de deteriorar una línea férrea para justificar su cierre.
Ahora bien, no siempre sigue la Junta el procedimiento descrito. Los responsables de la Consejería de Fomento llevan años ejerciendo la labor de cómplices y encubridores de la degradación insidiosa de la línea Madrid-Cuenca-Valencia, realizada por el Ministerio de Transportes (en versión PSOE o PP) en perjuicio de muchos pueblos de la región.
En este momento, el empeño de la Junta en excluir la línea férrea es desaforado, llegando a límites insuperables. Quizás merezca la pena considerar distintas variantes de su forma extravagante de actuar.
Primero, se atreve a apoyar al Gobierno central cuando decreta el cierre de la línea arruinada por el Ministerio. Luego, se pone de parte del Gobierno central y en contra de los municipios de la región, cuando recurren el arbitrario decreto del Gobierno, ante el Tribunal Supremo, reclamando justicia. Más adelante, la Junta arremete contra los alcaldes porque el Tribunal Supremo resuelve con medidas cautelares que no se cierre la línea.
La política discriminatoria de la Junta en relación con línea Madrid-Cuenca-Valencia propicia desigualdad y desunión
Y culmina su actuación con el anuncio inaudito del consejero de Fomento de pedir al ministro de Transportes y Movilidad una cita para que colabore en desbloquear las medidas cautelares impuestas por el Supremo, que impiden el cierre de la línea.
De todo lo cual se deduce, que aunque el presidente García-Page alardea de igualdad y unidad, la política discriminatoria de la Junta en relación con línea Madrid-Cuenca-Valencia propicia desigualdad y desunión.
Habiendo un caudal importante de fondos europeos, ¿no cree la Junta que debería abandonar su propuesta excluyente de creación destructiva y diseñar políticas para que la ciudadanía se beneficie de la gratuidad del tren?
Según el informe sobre ejecución del Plan de Recuperación (noviembre de 2023), Adif, con el 63 por ciento (6.996 millones de euros), es uno de los mayores inversores de fondos con los que se han financiado mayoritariamente infraestructuras ferroviarias (el 49 por cien del total). El informe destaca la situación de “capilaridad geográfica” del Plan de Recuperación, “con una importante penetración en las provincias de la denominada España Vaciada” como Soria, Huesca o Teruel.
Cuenca no figura como beneficiaria de financiación europea debido al desolador empeño de la Junta en seguir adelante con el Plan de destrucción de la línea (llamado irónicamente XCuenca) aprobado por un solo alcalde, en perjuicio de la ciudadanía de las zonas despobladas.
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