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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Las listas rojas

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Últimamente saltan a la prensa noticias sobre la inclusión o no de bienes culturales y naturales en listas verdes, negras o rojas, siendo éstas últimas las más llamativas, y a las que alguna de las instituciones que las elabora las definen como “monumentos en peligro”. Aunque resulte hoy esta columna una lista interminable de nombres, los reproducimos todos para darnos idea cabal de la falta de una política de gestión eficaz para con nuestro patrimonio regional.

Hispania Nostra ha incluido en la lista “roja” a bastantes monumentos de nuestra región. En Albacete se encuentran nueve de ellos: la Torre Grande de Almansa, en la misma población se ha incluido en marzo de este año el Yacimiento del Cerro de los Cuchillos. En la vecina localidad de Hellín en septiembre del año pasado se incluyó la Casa Palacio de los Salazar y, en Caudete, la finca de El Paso. Varias torres están ruinosas, en Isso (Hellín) se encuentra la interesantísima Torre almohade, mientras que en Tobarra lo es la Torre del Castellar de la Sierra y en Bogarra el también edificio militar de Torre de Haches. En Chinchilla su estación de ferrocarril. De arqueología industrial es también el Acueducto de Albatana, que viene deteriorándose desde hace años 

12 se encuentran en Ciudad Real, el castillo de Salvatierra y el de Caracuel en Corral de Calatrava o la torre de Abraham en Retuerta del Bullaque, los molinos hidráulicos del alto Guadiana, las cuevas-bodegas de Tomelloso, la iglesia de Santo Domingo de Silos en Alcalá la Real, el puente del Molino Carrillo en Malagón y el de Baebio Publio Venusto en Granátula de Calatrava, donde también se encuentra en peligro el palacio de los Marqueses de Torremejía, en Manzanares a casa del Manifiesto, la fábrica de harinas y la casa-mirador de Azuer en la misma población,  

Dos más que en Ciudad Real hay en la provincia de Cuenca, donde está en peligro el arco de Jamete en la catedral, el edificio de la calle de los tintes, la iglesia de la Virgen de la Luz. En la provincia lo están las minas de sal de Salinas del Manzano, el palacio Tello de Meneses en Pozoamargo, los castillos de Santiago de la Torre en San Clemente, de Haro en Villaescusa de Haro, de Luján en Saelices y el de Puebla de Almenara, la casa de los Linajes de los Salcedo y la iglesia del antiguo colegio de Jesuitas en Huete, el Hospital de San Andrés en Belmonte, el convento de Ntra. Sra. del Rosal de Priego, el palacio de los Gonsálvez en Casas de Benitez,

En Guadalajara se conocía el oppidum celtibérico de Los Rodiles, situado en Cubillejo de la Sierra, y ha vuelto a ser noticia el Poblado de Villaflores, donde asociaciones conservacionistas han exigido se apliquen criterios restauracionistas en una intervención que se pretende sobre uno de sus edificios, complejo parecido al de la Fábrica Hispano-Suiza también en peligro, mientras que el Alcázar Real conoce continuas intervenciones que apenas curan sus achaques. Hay, además, edificios como la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán en Fraguas, la de Ntra. Sra. de la Blanca en Matillas, la de Querencia (Sigüenza) o la de la Asunción en Villaescusa de Palositos; la Herrería de Peralejos de las Truchas, la llamada “Casa del Cid” en Castejón de Henares. Las ermitas de la Virgen de la Carrasca en Rillo de Gallo, la de la Soledad en Horna (Sigúenza), o de la Soledad en Campillo de las Ranas. Los Conventos de San Francisco en Atienza, de Santa Clara en Alcocer, el de Ntra. Sra. de la Salceda en Peñalver/Tendilla, el de Jesús del Monte en Loranca de Tajuña, el de Santa María de Ovila en Trillo o de la Concepción en Almonacid de Zorita. Los monasterios de Santa Ana en Tendilla, de San Salvador de Pinilla, Sopetrán en Hita y de San Blas en Villaviciosa de Tajuña; el palacio de los Arias y del Virrey Valdés en Molina de Aragón; el castillo de Pelegrina o la casa fuerte de Bujeda en Traid.

Si hay 31 en la provincia de Guadalajara, en la provincia de Toledo se han incluido nada menos que 35 bienes culturales y naturales. Este año han sido Las ermitas de Santa Ana en Lagartera y El Toboso y la de San Isidro, en La Guardia; la Casa de las Postas de Tembleque que se suma a otros cuarenta monumentos ya incluidos, como el palacio de los Fernández Alejo en la misma localidad, la Alcoholera de Ayuso en Villacañas o el castillo e iglesia de Caudilla. En Talavera de la Reina son dos los edificios incluidos: La Iglesia de San Miguel, la capilla de San Roque/cárcel de la Santa Hermandad y el edificio Tresku. Mientras que en Toledo al yacimiento arqueológico de la Vega Baja se suman las necrópolis medievales que rodean la ciudad. Es larga también la lista de los castillos en ruinas: los de Almonacid, Montalbán (San Martín de Montalbán), Guadalerzas (Los Yébenes), Villalba (Cebolla), Santiesteban (San Martín de Pusa), Malamoneda (Hontanar), Peñas Negras (Mora de Toledo), Monreal (Dosbarrios), las fortalezas del Castillo de Bayuela, de Gálvez o de Casarrubios del Monte, el de Oreja, en Ontígola o las torres Azuqueca (de Consuegra) y de Alfarach, en Toledo. Además, se incluye en la provincia el colegio de Gramáticos en Cuerva, el palacio de Borox o el de los Comendadores de Madridejos, el puente romano de La Canasta en San Martín de Montalbán. Y los bienes naturales del río Tajo, el Taray de Safont (Toledo). Esperemos, por último, que con las últimas intervenciones pasen a la lista verde los restos arqueológicos de San Pedro de la Mata, 

La Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo ha creado su propia “lista de patrimonio en peligro” y, además, de alguno de los bienes culturales y naturales citados en la lista negra de Hispania Nostra añade el convento de Santa Clara y Santa Úrsula, los Baños de San Sebastián, el Paseo de Merchán, el Salón rico del Corral de Don Diego y la coracha de Docecantos, los restos del anfiteatro, la portada gótica de la calle del Ángel nº 2 y el horno de botella de la Escuela de Artes, la antigua Casa de Cultura del Miradero y la obra del Museo de Arte contemporáneo de Toledo, enfatizando la obra de Alberto Sánchez en la capital.

En la provincia señala los molinos de Santa Catalina en Puente del Arzobispo y los de Riofrío en Sevilleja de la Jara, las Aceñas del Conde en Torrico, los caleros de Montesclaros, las minas de la Sierra de Jareña, el nevero de El Piélago en El Real de San Vicente, la central eléctrica del Puente Viejo y la Granja-Escuela en Talavera de la Reina, el Molino y Máquinas de Monteagudo en Oropesa, el entorno del palacio de los condes de Fuensalida, en esa población, una chimenea industrial en Yuncler, la Casa de Postas en Oropesa, las Ferrerías de San José del Mazo de Los Nvalucillos, los estanques romanos de Las Pozas, de Consuegra, los grabados de Martinete de Alcaudete de la Jara, las pinturas de la iglesia de San Pedro Apóstol de Santa Olalla, la Capilla de los Capellanes de La Guardia, la Venta de Guadalerzas en Los Yébenes y los restos del Frente Sur del Tajo. Como Bien Inmaterial el Auto de Navidad de Marjaliza, y ha emulado la declaración de los patios de Toledo para incluir en la lista a la casa-patio, las plazas y soportales o las dehesas en la provincia de Toledo, los secaderos de tabaco en la comarca de Talavera de la Reina.

Los castillos de Almonacid, Barcience, Dos Hermanas, la Atalaya del Cerrro de Malojo en Talavera, el dolmen de Azután, la Casa Sindical y el Albergue de la carretera nacional en Quintanar de la Orden. Solamente repite sobre la lista de Hispania Nostra los castillos de Montalbán y Caudilla, el palacio de los Gramáticos de Cuerva o el edificio Tresku de Talavera de la Reina.

El epílogo a tanto bien cultural o natural en peligro no puede ser menos que la denuncia. Denuncia de la que son responsables tanto la propiedad como las distintas administraciones encargadas de su tutela, ya sean municipales, provinciales o regionales, y no cabe duda que, por omisión, también el Estado.

Por ello hoy más que nunca urgimos la redacción de un plan de gestión donde se prioricen las urgencias en orden al estado de ruina o peligro del bien cultural o natural o de su valor intrínseco o importancia para el legado patrimonial. Cada uno de los monumentos declarados (o por declarar, ya que algunos no lo están) ha de pasar por una ficha técnica individualizada donde se señalen las necesidades de intervención y las responsabilidades y competencias que tanto a la propiedad como las instituciones implicadas se les debe exigir. 

Últimamente saltan a la prensa noticias sobre la inclusión o no de bienes culturales y naturales en listas verdes, negras o rojas, siendo éstas últimas las más llamativas, y a las que alguna de las instituciones que las elabora las definen como “monumentos en peligro”. Aunque resulte hoy esta columna una lista interminable de nombres, los reproducimos todos para darnos idea cabal de la falta de una política de gestión eficaz para con nuestro patrimonio regional.

Hispania Nostra ha incluido en la lista “roja” a bastantes monumentos de nuestra región. En Albacete se encuentran nueve de ellos: la Torre Grande de Almansa, en la misma población se ha incluido en marzo de este año el Yacimiento del Cerro de los Cuchillos. En la vecina localidad de Hellín en septiembre del año pasado se incluyó la Casa Palacio de los Salazar y, en Caudete, la finca de El Paso. Varias torres están ruinosas, en Isso (Hellín) se encuentra la interesantísima Torre almohade, mientras que en Tobarra lo es la Torre del Castellar de la Sierra y en Bogarra el también edificio militar de Torre de Haches. En Chinchilla su estación de ferrocarril. De arqueología industrial es también el Acueducto de Albatana, que viene deteriorándose desde hace años