Palabras Clave es el espacio de opinión, análisis y reflexión de eldiario.es Castilla-La Mancha, un punto de encuentro y participación colectiva.
Las opiniones vertidas en este espacio son responsabilidad de sus autores.
Ahora que empieza el nuevo curso, reflexiono sobre la importancia que tiene el cuidar y el ser cuidado. En casa, en el cole, en la uni, y en cualquier otro espacio en el que transitamos. Pero como es nuevo curso, quiero centrarme en la etapa educativa de infantil, primaria y secundaria, en las que niños, niñas y adolescentes se relacionan con otros niños, niñas y adolescentes, con profesores y profesoras y con un entorno, a veces, nada amigable.
Muchos de ellos y ellas sufren acoso escolar. Desde la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar, impulsora del Plan Nacional contra el Acoso Escolar, se considera que el acoso escolar sigue un proceso sumatorio y crece como una bola de nieve, haciéndose cada vez más grande si nadie lo detiene. Y para detenerlo es importante difundir los estereotipos y falsas percepciones sobre el mismo, siendo necesario que madres, padres, docentes, alumnado, tengan el conocimiento necesario para reconocer el problema y actuar en consecuencia.
Como posible definición, tendríamos que el acoso escolar es cualquier forma de maltrato físico, psicológico o verbal que un niño/a o niños/as ejercen sobre otros compañeros/as durante un tiempo prolongado de manera directa o indirecta, tanto en el aula como a través de las redes sociales.
Golpear, escupir, tirar del pelo, dar patadas… si es físico directo; espiar, seguir a un compañero/a, hacer pintadas con su nombre, escribirle notas… si es físico indirecto; amenazar, burlarse, insultar, poner motes, resaltar rasgos… si es verbal; romper materiales, robar, esconder objetos… si es material; dejar a un lado a un compañero/a, influir en los demás para dejar de lado a otras personas… si es social; acosar por internet y/o redes sociales, trolear, grabar y difundir agresiones… si es cibernético.
Además del agresor/a y la víctima, es importante destacar el papel del espectador del acoso, que puede ser compinche, sobre todo si es amigo/a del agresor/a; reforzador, si apoya e incita el acoso; ajeno, si no hace nada y tolera el acoso; o defensor, si rechaza el acoso y defiende a la víctima.
Mantener un buen clima escolar es difícil, pero no imposible, favorecer el trabajo en equipo, la participación democrática, la igualdad, la cooperación, la resolución pacífica de conflictos, contribuir a que todas las actividades a desarrollar se desempeñen en un clima de respeto, tolerancia y libertad, son algunas de las herramientas.
Cada año se lee en las redes sociales mensajes de sensibilización y creación de conciencia sobre el acoso escolar. Este año he visto en Instagram un mensaje que ha sido compartido por muchas personas, incluso personas famosas:
“Ya casi empieza la escuela y quiero pedirles un favor… Siéntate con tu hijo durante 5 minutos y explícale que nunca hay una razón para burlarse de alguien por su altura, su peso, su tono de piel, su vida familiar o las cosas que disfrutan.
Explícale que no hay nada malo en usar los mismos zapatos todos los días.
Explícale que una mochila usada lleva los mismos sueños que una nueva.
Enséñale a no excluir a nadie por “ser diferente”.
Explícale que las burlas duelen y que la escuela es para ir a aprender, no a competir o difundir la negatividad.
Recuérdales que algunos niños no tienen en casa familias amorosas, así que es importante ser amables.
Familia y escuela son los principales agentes de socialización primaria, cobrando máxima relevancia en la corresponsabilidad de la crianza y desarrollo en estas primeras etapas vitales y educativas, por lo que este tipo de mensajes no deberían circular en las redes sociales solamente a principio de curso, sino a lo largo de todo el año, cambiemos el 24/7 por el 24/365, porque todos los días de clase son igualmente importantes que el primero.
El informe sobre Convivencia Escolar en Educación Primaria, dirigido por Juan Carlos Torrego, de la Universidad de Alcalá, y elaborado a petición del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes revela que, pese al buen clima general, un 9,53% del alumnado señala haberse sentido acosado y un 9,2% haber sufrido ciberacoso. Por otra parte, el 4,58% admite haber acosado alguna vez a un compañero y el 4,62% haber ciberacosado a una persona. Entre las familias, el 7,7% afirma que cree que su hijo ha sido acosado.
Hagamos entre todos que los sueños de estos niños, niñas y adolescentes se mantengan vivos todos los días, os sorprendería la cantidad de alumnos/as de la universidad que deciden ser maestros/as por haber sufrido acoso escolar. En este espacio, el universitario, en la asignatura de Sociología de la Educación trabajamos una serie de competencias, además de las propias académicas, como son el saber analizar e interpretar las relaciones de género, clase social, raza, cultura o religión existentes en el aula o en cualquier grupo y estructura vinculada a la educación, y hacer propuestas que favorezcan la igualdad, saber analizar e interpretar las relaciones intragrupales, el contexto familiar del alumnado o el contexto social del centro educativo, o saber detectar situaciones de exclusión y de riesgo de exclusión en la educación, a la vez que actuar para corregirlas y prevenirlas. Y se promueven valores propios de una cultura de paz, valores democráticos, el respeto a los derechos fundamentales y de igualdad entre hombres y mujeres, el respeto y promoción de los Derechos Humanos y los principios de igualdad de oportunidades, no discriminación y respeto a la diversidad.
Me alivia pensar, como profesora, que mi alumnado, cuando sean profes de estas etapas, se van a hacer cargo.
0