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Estoy pensando en apuntarme como voluntario para disfrutar de mi tiempo libre ayudando a los demás. La sanidad pública necesita refuerzos en la asistencia psicológica y dicen los estudios que hacer cosas de manera desinteresada nos hace felices, así que estaba bastante convencido. Sin embargo, mi amiga Eva me ha contado su historia y ahora vuelvo a estar en un mar de dudas.Eva es una psicóloga con 10 años de experiencia que se embarcó con mucha ilusión en un proyecto hospitalario para mejorar la asistencia a enfermos con dolencias crónicas. Consiguió una beca de 500 Euros al mes, trabajó durante 3 años y por fin su proyecto salió a la luz. Orgullosa, se dirigió al despacho de su “jefe”, que siempre le había alentado en las jornadas maratonianas de “trabajo”. Ese día, en lugar de alentarle, le dijo que 3 voluntarios iban a llevar a cabo el proyecto, “lo has hecho genial, muchas gracias, puedes irte”. Los años de formación y de experiencia no sirven cuando alguien está dispuesto a hacerlo gratis.
La Cruz Roja es una organización sin ánimo de lucro que es un buen ejemplo de cómo el ser humano puede realizar un trabajo increíble contando con participación voluntaria. Si esa organización no hubiera sido creada y alguien la propusiera hoy en día, sería tachado de ingenuo o de loco. Por el contrario, en general la humanidad se ha desarrollado en un sistema de crecimiento económico basado en el consumo, el comercio y la producción. Aunque el reparto de la riqueza es desigual en el planeta, los avances tecnológicos y económicos se han originado en un contexto de competitividad. Supuestamente son las ganas de tener más, acumular más, gastar más, lo que ha hecho que las cosas avancen.
Pero si se trata de la asistencia a los ancianos, los enfermos, el cuidado del planeta o del reparto de la cooperación internacional, se habla del voluntariado como la solución. Siempre hay gente dispuesta a hacerlo gratis. Y si no se hace, tampoco pasa nada.
En la adolescencia, la mayor parte de los menores tienen poca capacidad para proyectarse en el futuro. En cambio como adultos podemos sacrificar el presente para conseguir cosas deseadas a largo plazo, así que la capacidad de planificación es mayor. Nuestra sociedad parece que está en la edad del pavo. El mejor ejemplo es la reacción que estamos teniendo al cambio climático. El verano está llegando a la Tierra, es la realidad que vamos a vivir todos y parece que solo pensamos en nuestro propio presente.
En cambio, hay mucha gente dispuesta a trabajar por sus valores: científicos, sanitarios, cooperantes, etc., que aceptan renunciar a su trozo del saqueo que le estamos haciendo a la Tierra. En este momento millones de personas no tienen como motivación poseer un coche más grande, sino hacer lo que nos guste, aunque nos paguen menos. Incluso estamos dispuestos a hacerlo hasta gratis y eso en general es una buena noticia porque lo que necesita la sociedad para ser un poco más madura es que las personas hagan un trabajo sólido y eficaz en aspectos cuya ganancia sea a largo plazo y con motivaciones que vayan más allá de ellas mismas. Pero a lo que no debemos renunciar en ningún caso es a un salario mínimo, que nos permita estar al menos por encima del umbral de la pobreza. No es mucho pedir. Entonces, ¿Me hago voluntario o no?
Estoy pensando en apuntarme como voluntario para disfrutar de mi tiempo libre ayudando a los demás. La sanidad pública necesita refuerzos en la asistencia psicológica y dicen los estudios que hacer cosas de manera desinteresada nos hace felices, así que estaba bastante convencido. Sin embargo, mi amiga Eva me ha contado su historia y ahora vuelvo a estar en un mar de dudas.Eva es una psicóloga con 10 años de experiencia que se embarcó con mucha ilusión en un proyecto hospitalario para mejorar la asistencia a enfermos con dolencias crónicas. Consiguió una beca de 500 Euros al mes, trabajó durante 3 años y por fin su proyecto salió a la luz. Orgullosa, se dirigió al despacho de su “jefe”, que siempre le había alentado en las jornadas maratonianas de “trabajo”. Ese día, en lugar de alentarle, le dijo que 3 voluntarios iban a llevar a cabo el proyecto, “lo has hecho genial, muchas gracias, puedes irte”. Los años de formación y de experiencia no sirven cuando alguien está dispuesto a hacerlo gratis.
La Cruz Roja es una organización sin ánimo de lucro que es un buen ejemplo de cómo el ser humano puede realizar un trabajo increíble contando con participación voluntaria. Si esa organización no hubiera sido creada y alguien la propusiera hoy en día, sería tachado de ingenuo o de loco. Por el contrario, en general la humanidad se ha desarrollado en un sistema de crecimiento económico basado en el consumo, el comercio y la producción. Aunque el reparto de la riqueza es desigual en el planeta, los avances tecnológicos y económicos se han originado en un contexto de competitividad. Supuestamente son las ganas de tener más, acumular más, gastar más, lo que ha hecho que las cosas avancen.