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Cuando uno piensa en una ciudad cómo Sigüenza quizá lo primero que le viene a la cabeza es su imponente arquitectura medieval. Cada rincón, cada calle o plaza está llena de una historia que nos habla a través de sus edificios.
Sin embargo estos lugares albergan un monumento más, imposible de apreciar con la vista. Entre sus paredes se encuentra escondida una acústica que da pie a la construcción de un edificio invisible, pero sí audible, a través de la música, ese arte fugaz que representa la arquitectura en el tiempo sin espacio.
Son muchas las personas que colaboran para que este edificio se mantenga en pie. Asociaciones culturales, amantes de la música, aficionados y, sobre todo, el público. Todas sus aportaciones tienen un valor incalculable y fundamental.
Desde el año 2005, sólo contando nuestra actividad, la Asociación Cultural sin ánimo de lucro 'Bell’Arte Europa ICS' ha organizado más de 300 conciertos de música clásica, clases magistrales y anualmente el concurso internacional de piano. Cada uno de estos eventos ha contribuido para que a través de este arte se enriquezca aún más el patrimonio cultural seguntino.
Lugares como la Ermita de San Roque, el Auditorio El Pósito, el Castillo, la Catedral, la Iglesia de Santa María, la plazuela de la Cárcel y la plaza Mayor se han convertido en escenarios donde músicos de reconocido prestigio internacional han compartido su talento. El público seguntino ha podido disfrutar de conciertos de todo tipo de instrumentos, desde a solo (incluido el órgano), a agrupaciones de cámara, orquestas y coros.
Actualmente esta actividad cultural está siendo, para muchas personas de los alrededores y de otras ciudades, razón de peso para desplazarse hasta Sigüenza. Las clases magistrales, los concursos de piano y los conciertos cada año atraen a más de 80 familias que acuden a Sigüenza desde toda España y también desde el extranjero (Europa, Asia y América).
Sólo nos queda esperar que ese amor por el patrimonio musical seguntino no disminuya sino que, año tras año, se consolide al igual que sus monumentales e históricos edificios.
Cuando uno piensa en una ciudad cómo Sigüenza quizá lo primero que le viene a la cabeza es su imponente arquitectura medieval. Cada rincón, cada calle o plaza está llena de una historia que nos habla a través de sus edificios.
Sin embargo estos lugares albergan un monumento más, imposible de apreciar con la vista. Entre sus paredes se encuentra escondida una acústica que da pie a la construcción de un edificio invisible, pero sí audible, a través de la música, ese arte fugaz que representa la arquitectura en el tiempo sin espacio.