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En torno a la, en principio, incomprensible decisión de IU provincial de apoyar hasta 18 proyectos de energía fotovoltaica en el Valle de Alcudia.

Jesús García de las Bayonas

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Tengo que decir que si titulo a este artículo 'En torno a la, en principio, incomprensible...' no es, ciertamente, porque la decisión orgánica de IU provincial de apoyar los distintos proyectos de energía fotovoltaica en el Valle de Alcudia me parezca, en principio, incomprensible, sino porque, comprendiendo y sacando a la luz los motivos de tal decisión orgánica -que es lo que se propone este artículo-, me parece aún más reprobable y criticable tal decisión por parte de un partido y de una dirección provincial que se dicen de izquierdas y que se presentan como alternativa política, económica, social y ecológica.

Comencemos aclarando que el diseño y declaración como Parque Natural del Valle de Alcudia se hace excluyendo zonas y terrenos del mismo Valle de Alcudia, que dejaron aproximadamente a la mitad del Valle de Alcudia fuera de la Declaración como Parque Natural; una decisión administrativa regional para la que no existía criterio técnico ni científico que la avalase. Porque, lo que hubo y existió fue, más bien, la presión por parte de los diferentes regidores locales y Ayuntamientos del valle para que se excluyesen de la declaración de Parque Natural a ciertas y determinadas zonas; lo que no tenía otra intencionalidad que la de evitar los límites de conservación y de actividad humana que impondría el hecho de que tales zonas estuvieran bajo la delimitación y protección que implicaban encontrarse declaradas como 'Parque Natural'.

Luego, señalar que la división en hasta 18 diferentes proyectos de instalación de panales y plantas fotovoltaicas- que se encuentran actualmente en fase de aprobación- tendría presumiblemente como finalidad fundamental el esquivar normativa, burlar leyes ambientales y declaraciones de impacto ambiental pertinentes en caso de que se superen los 50 megawatios. Para que, siendo así, fragmentando fraudulentamente y sin argumentos técnicos en 18 partes para que, y no superando los 50 megawatios de potencia por planta y por separado, se tramite ante las administraciones autonómicas de Castilla-La Mancha y no ante las estatales, como correspondería realmente.

Pero, para apoyar todo este macro-proyecto desde Izquierda Unida provincial, escriben una carta dirigida al presidente de la Junta de Comunidades de CLM Emiliano García-Page, en la que le piden que lo(s) apoye y apruebe, y en la que únicamente se «sugieren una serie de recomendaciones» a cumplirse por los hasta 18 proyectos. Es decir que, aparte de reclamar el apoyo expreso y la aprobación de los mismos proyectos, emiten una serie de recomendaciones que solamente lo son a título de sugerencia y no de exigencia- y que, como ellos mismos bien sabrán son harto difíciles de conseguir, por no decir que son imposibles de realizar cuando, en un enclave como el del Valle de Alcudia, se habla de un mega-proyecto o conjunto de proyectos de tales características.

Dichas «sugerencias de recomendaciones» por parte IU serían las siguientes, y todas ellas sin excepción son mera retórica y palabrería sin correspondencia alguna con las posibilidades reales del proyecto o proyectos, a excepción del octavo y último, el punto referido a la práctica casi “cuadruplicación del presupuesto” en fase de construcción y la casi “triplicación del presupuesto” de los municipios durante el periodo de vida útil de las instalaciones que es de unos 30 años:

1.     Mejorar la integración de las especies locales y proteger su hábitat natural. A modo de ejemplo pueden instalarse nidos, charcas, lagunas para anfibios, majanos, hoteles de insectos o cualquier otra medida de incremento de los recursos; los vallados deben instalarse asegurando la conectividad y continuidad, evitando la fragmentación del hábitat.

2.     Contratar personal local, favoreciendo la integración laboral, contribuyendo a poner freno al fenómeno imparable de la despoblación. Igualmente contar con los proveedores de la comarca.

3.     Minimizar los consumos de agua (prácticamente nulos) y mejorar las condiciones edafológicas e hídricas del suelo.

4.     Reducir en la construcción el uso de hormigón en las instalaciones. De esta forma se favorece la integración y se propicia y facilita el reciclaje y desmontaje de la instalación acabada su vida útil.

5.     Restablecer el estado original del terreno y contribuir a la economía circular. La propia naturaleza de este tipo de energía limpia, anudada la medida anterior de reducir el uso de hormigón posibilitan el restablecimiento de los terrenos [...][i].

6.     Impulsar el concepto de parque cero emisiones. Por ejemplo con el uso de vehículos eléctricos o híbridos para las operaciones de mantenimiento, instalaciones de islas arbustivas, etc.

7.     Colaborar con proyectos relacionados con la protección de la biodiversidad […][ii]

8.     Las inversiones en los ayuntamientos de la zona pueden llegar a suponer en algunos casos, cuadruplicar el presupuesto total por los ingresos en la fase de construcción a través del (ICIO y otros), y triplicar anualmente los ingresos que reciben los ayuntamientos del Estado, por la recaudación del (BICE) todos los años, en principio, durante 30 años.

Destacar que todas ellas -de la 1 a la 7- constituyen, como digo, simplemente una quimera y una imposibilidad manifiesta; pero que muy especialmente la 2a. referida a la contratación de personal local lo es de un modo altamente manifiesto. Constituye, precisamente, la única y principal vía por la que se pretende obtener el beneplácito de la población local del Valle de Alcudia al mega-proyecto en cuestión. Pero es difícil por no decir imposible de cumplirse, debido a que la inmensa mayoría del personal que resulta requerido para la instalación de este tipo de centrales fotovoltaicas es siempre personal muy cualificado técnicamente y, por tanto, siempre supone una excepción la contratación de personal sin la precisada capacitación técnica.

Ahora bien, si se observa el mapa de proyectos de plantas fotovoltaicas en el Valle de Alcudia se puede apreciar que los principales beneficiarios -por encontrarse dichas instalaciones en sus respectivos términos municipales- serían los Ayuntamientos de Almodovar del Campo y Brazatortas, ambos gobernados por el PP y que son, precisamente, los que tienen mayor capacidad económica frente al resto de municipios afectados y para los que los proyectos de plantas fotovoltaicas le representan una importancia mayor.

Pero lo más llamativo de todo es que el mega-proyecto se defiende por parte de izquierda Unida provincial con el argumento que su la capacidad generación de energía podría abastecer a cerca de 200.000 hogares, cuando la población de valle y cercana a él resulta muy ínfimamente menor a tal cifra. Con lo que quedaría demostrado que, en realidad, se trata de un mega-proyecto de carácter especulativo y fraudulento para producir una energía para la que no existe ni existirá demanda en la comarca del Valle de Alcudia, constituyendo unos proyectos a todas luces insostenibles que pretenden producir una energía que se evacuará hacia otras zonas o regiones que no limitarán con un entorno natural y paisajístico de especial interés y conservación y con respecto al cual tenemos todos un deber de preservación y de conservación como es, sin duda, el Valle de Alcudia.

«Ninguno de los proyectos aislado y por sí mismo representa más o queda fuera de las 150.000 Ha. de extensión», se dice. Pero el conjunto de ellos ocuparía una extensión de 2.828’79 Ha. sin contar con los tendidos eléctricos y líneas de alta tensión, y el conjunto de los 18 proyectos que se defienden suponen un total de 945’07 MW de potencia total instalada. Con lo que lo anterior -también argumento a favor por parte de Izquierda Unida- si es cierto, lo es solamente a medias porque oculta al mismo tiempo la verdad que representaría el total de hectáreas de extensión y de potencia instalada en conjunto. 

[i] ...La instalación de los paneles supone una situación reversible. Su modificación del terreno es mínima. Para la entidad local, este punto resulta de especial importancia. La viabilidad medioambiental de los parques se enlaza con la posibilidad real de restauración del entorno a su estado original. No hay impactos en la configuración del suelo, del terreno o la vegetación que sean irreversibles. Ni por la propia naturaleza de las plantas, ni por la zona elegida para la ubicación de las mismas.

[ii] ...Consideramos muy beneficioso para la zona que los beneficios de la puesta en funcionamiento de estas plantas, en un consorcio en el que participen los Ayuntamientos, la propia Administración regional, el Parque Natural, asociaciones locales y las propias empresas promotoras, se realicen proyectos que integren la conservación y fomento de la biodiversidad y el desarrollo local, poniendo el foco tanto en laconservación del medio natural, como en el cuidado del ser humano y las comunidades locales. Consideramos que entidades locales y empresas, podemos dar un paso más en la llamada responsabilidad social corporativa.

Tengo que decir que si titulo a este artículo 'En torno a la, en principio, incomprensible...' no es, ciertamente, porque la decisión orgánica de IU provincial de apoyar los distintos proyectos de energía fotovoltaica en el Valle de Alcudia me parezca, en principio, incomprensible, sino porque, comprendiendo y sacando a la luz los motivos de tal decisión orgánica -que es lo que se propone este artículo-, me parece aún más reprobable y criticable tal decisión por parte de un partido y de una dirección provincial que se dicen de izquierdas y que se presentan como alternativa política, económica, social y ecológica.

Comencemos aclarando que el diseño y declaración como Parque Natural del Valle de Alcudia se hace excluyendo zonas y terrenos del mismo Valle de Alcudia, que dejaron aproximadamente a la mitad del Valle de Alcudia fuera de la Declaración como Parque Natural; una decisión administrativa regional para la que no existía criterio técnico ni científico que la avalase. Porque, lo que hubo y existió fue, más bien, la presión por parte de los diferentes regidores locales y Ayuntamientos del valle para que se excluyesen de la declaración de Parque Natural a ciertas y determinadas zonas; lo que no tenía otra intencionalidad que la de evitar los límites de conservación y de actividad humana que impondría el hecho de que tales zonas estuvieran bajo la delimitación y protección que implicaban encontrarse declaradas como 'Parque Natural'.