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“Si Berlanga tuviera que hacer un casting, no tendría dudas en coger como actores principales al actual equipo de gobierno y algún secundario de la administración provincial y regional”. Es lo que pienso cuando veo tanto despliege político y mediático, para infiltrar a los conquenses esta futura e incierta aventura.
Y es que no podemos olvidar que antes que Puerto Rico, Cuenca ya existía como ciudad y órgano de gestión y por ello, sorprende tanto pliegue y tantas prebendas, a una inversión con capital y condiciones estadounidenses para implantarse en la provincia de Cuenca.
Es curioso tanto boato en este anuncio, más si recordamos que la Junta durante décadas ha despreciado a la provincia, desviando inversiones e infraestructuras, en esta y anteriores legislaturas, y ha hecho múltiples anuncios de inversión pública que al final han acabado disipándose en humo y visualizándose en las otras provincias de la comunidad autónoma.
¿Será que debemos acostumbrarnos los conquenses meramente a agradecer los anuncios y ceder con gratitud y reverencia que vayan a parar a nuestros vecinos?
Es cierto que una vez tomada la decisión por parte de la empresa inversora, cuya iniciativa celebramos y apoyamos, y de la que sinceramente agradecemos que en origen tenga su punto de mira en nuestra provincia, nos asalta irremediablemente la duda, del papel principal o secudnario de Page en el asunto, y sobretodo la de a cuento de qué, se reune hoy día 21 en Fuensalida con la empresa inversora, si mañana acude a Cuenca a anunciarlo.
¿No será que Page les va a poner condiciones y exigencias como se las puso a Roberto Polo para invertir o implantarse en la región, antes que aquí? ¿No será que hay intereses autonómicos o incluso de otras provincias, antes que en Cuenca? ¿No será que...? Hay muchos interrogantes que no desvelan y que quedan por resolver.
Así, teniendo en cuenta que su ubicación se va a establecer en monte público municipal, nos asalta la duda sobre los proyectos públicos que van a aplicar en los montes conquenses con el 15% de su explotación, que obligatoriamente tienen que revertir en el terreno, o el impacto medioambiental que puede sin duda generar la inversión, que nadie se ha preguntado. Ni la riqueza o condiciones del ecosistema donde se va a implantar un parque y un hotel. No olvidemos que “Puy de fou”, está en un secarral y no es lo mismo.
La estacionalidad del parque, (si la hay) es un condicionante más a solucionar y siendo un negocio de temporada y con los criterios laborales de una empresa estadounidense, habria que conocer previamente y velar en su caso por garantizar los derechos laborales de los trabajadores implantados y su formación, así como determinar la movilidad de los que puedan venir de Puerto Rico.
¿Nos sorprendería que pasada la temporada, se marcharan con el petate y los beneficios a tierras de aguas cristalinas?
De lo que no hay duda es que hay que blindar la regresión económica en la zona y eso, no debe impedir la inversión.
Esperemos que la reunión de hoy en Toledo, sirva para dar solución a estos interrogantes y no a otros ajenos a nuestros intereses, dado que lo que no nos han contado, es si todos estos flecos u otros, están bien atados. Y de lo que no hay duda, es que antes de hacer los anuncios, lo que nos interesa es saber, si el proyecto va a ser viable y si va a perdurar, porque los conquenses, ya estamos cansados, de perder todos los trenes.
“Si Berlanga tuviera que hacer un casting, no tendría dudas en coger como actores principales al actual equipo de gobierno y algún secundario de la administración provincial y regional”. Es lo que pienso cuando veo tanto despliege político y mediático, para infiltrar a los conquenses esta futura e incierta aventura.
Y es que no podemos olvidar que antes que Puerto Rico, Cuenca ya existía como ciudad y órgano de gestión y por ello, sorprende tanto pliegue y tantas prebendas, a una inversión con capital y condiciones estadounidenses para implantarse en la provincia de Cuenca.