Unidos contra la infamia de la Unión Europea

“Unidos contra la infamia de la UE” es el lema que hemos elegido desde la Plataforma, para celebrar el “Día Mundial de la Salud. Un gravísimo problema de salud pública está invadiendo Europa. Se llama deshumanización. Estamos viendo, como desde el día 4, han comenzado las primeras deportaciones de los refugiados desde Grecia hacia Turquía, aprobada por la UE. Esa Unión Europea con la que las personas de bien, nos sentimos cada vez más DESUNIDAS.

Estas personas que intentan llegar a Europa, jugándose la vida en el Egeo, son personas que escapan de las guerras y del terrorismo, de las violaciones, de las torturas, de la miseria… La Unión Europea ha mercantilizado, como hace con todo, este gravísimo problema, y lo han solucionado con un puñado de euros para Turquía. 6000 millones de euros es el precio que han puesto al sufrimiento de todas estas personas.

“El derecho de asilo afirma que ninguna persona puede ser retornada a un país donde pueda ser objeto de vulneraciones de derechos humanos. El hecho de que la UE pretenda calificar a Turquía como un país seguro es muy preocupante, porque está demostrado que no lo es”, apuntan desde Amnistía Internacional. La devolución de refugiados infringe el Convenio de Ginebra en cuanto que Turquía no ha sido ni es un “país seguro” para los sirios.

Es vergonzoso, como un gobierno en funciones, ha desatendido el mandato del congreso, y ha permitido que se estén cometiendo estas ilegalidades. Han incumplido el acuerdo que aprobó por unanimidad el pasado 16 de marzo la Comisión Mixta Congreso-Senado. No sólo se están vulnerando derechos fundamentales sino que se está haciendo sin la aprobación del parlamento.

Dónde están los 17000 refugiados que Rajoy se comprometió a acoger. Por qué no permiten que sean acogidos por aquellas ciudades que han manifestado su disposición para hacerlo. El art. 14 de los Derechos Humanos dice: En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en otros países.

Lilla Hárdi, presidenta de la Fundación Cordelia, explicó que un número muy elevado de los refugiados que llegan a Europa -en el caso de Siria puede ser de hasta el 50 por ciento- sufren de algún tipo de estrés postraumático debido a la situación en su país, sea por sus condiciones o por el trato de las autoridades.

En algunos centros e refugiados “no existen mecanismos para identificar los solicitantes de asilo que han sufrido torturas” o que deberían ser considerados como “vulnerables”. Algunas veces los centros de refugiados “son verdaderas cárceles” en las que los solicitantes permanecen durante semanas.

También llaman la atención sobre la importancia de que los solicitantes de asilo que han sufrido torturas u otros traumas en sus países de origen reciban tratamiento psicológico adecuado, conforme a la legislación de la Unión Europea (UE).

Una vez más hay que recordar que la defensa de la dignidad humana debería ser de obligado cumplimiento en la UE y recordar, también, que dentro de la inmundicia y de la penuria de nuestros refugiados, lo que más indigna es la pasividad de los que no se conmueven ni actúan ante la desgracia y el sufrimiento ajenos.

Por la buena salud de Europa, hoy, en el Día Mundial de la Salud, queremos manifestar nuestra más absoluta repulsa al comportamiento denigrante que está teniendo la UE con los refugiados. Las violaciones de derechos humanos hay que denunciarlas enérgica y contundentemente porque la personas no “Somos mercancías a las que haya que poner precio”.

Y para terminar, queremos aprovechar este día, para seguir reivindicando la sanidad pública como derecho inalienable y universal. Seguiremos luchando para que no la conviertan en su negocio.

“Unidos contra la infamia de la UE” es el lema que hemos elegido desde la Plataforma, para celebrar el “Día Mundial de la Salud. Un gravísimo problema de salud pública está invadiendo Europa. Se llama deshumanización. Estamos viendo, como desde el día 4, han comenzado las primeras deportaciones de los refugiados desde Grecia hacia Turquía, aprobada por la UE. Esa Unión Europea con la que las personas de bien, nos sentimos cada vez más DESUNIDAS.

Estas personas que intentan llegar a Europa, jugándose la vida en el Egeo, son personas que escapan de las guerras y del terrorismo, de las violaciones, de las torturas, de la miseria… La Unión Europea ha mercantilizado, como hace con todo, este gravísimo problema, y lo han solucionado con un puñado de euros para Turquía. 6000 millones de euros es el precio que han puesto al sufrimiento de todas estas personas.