El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel pierde el 40% de su superficie inundada en solo dos meses
Sin su fuente natural de agua, que debía llegar desde los acuíferos subterráneos, el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel está indefenso. Si no llueve o no le envían agua desde el Tajo, se seca.
La superficie encharcada de este humedal ha caído un 40% en solo dos meses. Ha pasado de unas escasas 261 hectáreas el 1 de febrero a 152 hectáreas al comenzar abril, según recoge el Informe de situación de la Comisión de Explotación del acueducto Tajo-Segura. El parque dispone de algo más de 1.500 hectáreas encharcables.
Esta caída es una vuelta a la situación de noviembre pasado después de haber recibido un minitrasvase de emergencia para sacar a Las Tablas del estado de emergencia al que había llegado en el verano cuando se quedó unas 50 hectáreas inundadas.
El ministrasvase llega desde El Tajo, por eso la comisión que evalúa el acueducto que lleva líquido normalmente hasta la cuenca del Segura evalúa la situación en Daimiel. Entonces se dio el visto bueno al bombeo de tras hectómetros cúbicos. Era la primera vez en 13 años que se echaba mano a este recurso de emergencia.
Tras el envío del líquido, en noviembre, el parque contaba con unas 150 hectáreas de humedal. Entonces aparecieron las lluvias de comienzo de diciembre, pero la falta de precipitaciones que ha caracterizado el resto del invierno y el inicio de la primavera ha ido evaporando el líquido.
Así, las Tablas han visto como casi la mitad de su superficie con agua ha desaparecido. Los acuíferos que, de manera natural, deberían nutrir a las lagunas están “desconectados” de las aguas superficiales que sustentan al parque. Masas subterráneas sobrexplotadas oficialmente, entre otras cosas, por las extracciones de agua para satisfacer las demandas de regadío.
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