La participación ciudadana, “importante” en la revisión de los planes para seis ríos en territorio castellanomanchego
Sigue adelante el proceso de revisión de los planes hidrológicos de cuenca, que deberá completarse antes de finalizar el año 2021, por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), de acuerdo al calendario que marca la Directiva Marco del Agua.
Por Castilla-La Mancha discurre uno los ríos principales o sus afluentes de las demarcaciones del Duero, el Tajo, el Guadiana, el Guadalquivir, el Segura o el Júcar, de ahí la importancia de este proceso que afectará a medio y largo plazo al futuro del agua que discurre por territorio castellanomanchego.
El proceso para revisar estos planes hidrológicos de cuenca se encuentra en su etapa intermedia que, según el Ministerio ha de conducir, una vez identificados los principales problemas de nuestras cuencas relacionados con el agua, a la definición de soluciones y a la de toma de decisiones.
De forma previa, en 2018 se conocieron los diagnósticos de cada cuenca y ahora el Esquema provisional de Temas Importantes sintetiza y expone los principales problemas identificados en cada demarcación hidrográfica y propone soluciones a debatir. Serán las directrices con las que revisar los planes hidrológicos.
En esta fase de definición de soluciones es “especialmente importante la participación pública” y debido a la crisis sanitaria se han habilitado mecanismos de participación vía web.
Caudales ecológicos o gestión de infraestructuras, entre las preguntas a los ciudadanos
Las Confederaciones Hidrográficas han elaborado unas encuestas-formulario que faciliten la participación ciudadana. El objetivo es conocer la opinión de los ciudadanos: su grado de acuerdo o desacuerdo con los principales problemas del agua identificados en España.
De forma “sencilla”, dice el Ministerio, se espera que los interesados puedan exponer su grado de acuerdo con los temas planteados en el Esquema provisional de Temas Importantes (EpTI) de cada demarcación hidrográfica, que se encuentra actualmente en periodo de consulta pública.
Este periodo de consulta pública, por cierto, que tenía un plazo de seis meses se encuentra suspendido mientras dure el estado de alarma y seguirá abierto, al menos, hasta finales de septiembre.
En cada una de las encuestas se resumen los asuntos que se van a tratar como “temas importantes” en el futuro plan hidrológico de los ríos y se pide al usuario que muestre su nivel de acuerdo o desacuerdo con cada una de las cuestiones además de dar opción a sugerir otros.
Los “temas importantes” sobre los que se pregunta son 12 y se refieren a la contaminación difusa, al uso sostenible de las aguas subterráneas, a la contaminación urbana e industrial, a las alteraciones hidromorfológicas o al estado de implantación de los caudales ecológicos, tan polémico en la demarcación del río Tajo.
Pero también se pregunta por la sostenibilidad del regadío, la adaptación al cambio climático, asignación de recursos y garantías, la optimización de la gestión de recursos hídricos-infraestructuras, la recuperación de costes y financiación de los Programas de medidas, la ordenación y control del Dominio Público Hidráulico, la coordinación interadministrativa y participación pública y la gestión del riesgo de inundación.
Hasta el momento han participado personas “de todas las provincias”, aunque el Ministerio no destaca una alta presencia de usuarios de Castilla-La Mancha. Lo han hecho, sobre todo, ciudadanos de Madrid (344) y Comunidad Valenciana (306), según los últimos datos facilitados.
El Tajo, muchos déficits a resolver
La gestión del río Tajo es sin duda una de los que más polémicas durante décadas y ahora se atisba un momento de inflexión, no solo por las normas que impone la Unión Europea a través de la Directiva Agua, sino por el debate interno en el uso del líquido elemento en nuestro país.
En la encuesta se pregunta por la alternativa de extender el régimen de caudales a todas las masas de agua, la única viable, advierte la encuesta. También por la opinión sobre la calidad de las aguas desembalsadas, sobre el diseño y desarrollo, por los gestores de los embalses, de herramientas de gestión ambiental de las aguas desembalsadas o por el mantenimiento de las prácticas habituales en la gestión de los embalses. Una cuestiones que cobran especial relevancia en este río y en el Segura (el receptor de los recursos del trasvase).
Hay que recordar que, de forma paralela a la revisión de los planes hidrológicos, en particular el del Tajo, el Ministerio de Transición Ecológica ha anunciado que revisará el funcionamiento de la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura y en la cabecera del Tajo lo han interpretado como una posibilidad cambiar las reglas en beneficio de la cuenca cedente. Algo que no ha caído nada bien en Murcia donde el PP anuncia una “ofensiva” contra el ataque a sus intereses.
A eso hay que sumar que algunos expertos vienen apuntando que las reglas de explotación del trasvase son “ineficaces” y la definición de excedentes de agua “defectuosa”, las exigencias de la Junta de Castilla-La Mancha para conocer si hay regadíos ilegales con agua trasvasada del Tajo o el interés en derivar agua del Tajo al Guadiana para las Tablas de Daimiel para paliar los déficits del Guadiana muy criticado desde la cabecera del Tajo, entre Cuenca y Guadalajara y por colectivos ecologistas.
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