El nuevo plan de comunicaciones 300x100 del Gobierno, presentado esta semana por Mariano Rajoy en Teruel, se propone llevar la fibra óptica a 300 Mbit/s a la práctica totalidad de los núcleos de población de España antes de 2021. Sin embargo, esta iniciativa dejará a 100.000 personas de la región sin conexión por banda ancha. Esta es la estimación que calcula el Gobierno regional tras desvelarse que el plan alcanzará al 95% de la población castellano-manchega.
El objetivo de este programa, dotado con 525 millones de euros -confinanciados con fondos europeos Feder-, persigue disminuir la brecha digital que existe en España entre el medio rural y el urbano. Tal como comunicó el Ministerio Energía, Turismo y Agenda Digital en un comunicado, “con el plan 300x100 se completará el despliegue de fibra óptica en todos los núcleos de población de España, con especial incidencia en las pequeñas poblaciones y las zonas rurales”. Asimismo, desde el Gobierno recalcaron que “se da un renovado impulso a la conectividad de banda ancha ultra rápida, contribuyendo a reducir la brecha digital geográfica y a hacer frente al reto demográfico”.
Con cargo a este programa, Castilla-La Mancha recibirá ayudas superiores a los 40 millones de euros entre 2018 y 2021. Alipio García, director de Telecomunicaciones y Nuevas Tecnologías de Castilla-La Mancha, asegura a eldiarioclm.es que este programa es “ambicioso y bienvenido sea, pero resulta insuficiente para cubrir las necesidades de la región porque dejará fuera del acceso a la fibra óptica al 40% del territorio”. Y es que el hecho de que la distribución de los fondos del plan entre las diferentes comunidades autónomas tome como criterio la población perjudica a regiones como Castilla-La Mancha, donde la dispersión geográfica en el medio rural es elevada.
En esta autonomía, cuya población sobrepasa los dos millones de habitantes, el plan proporcionará cobertura a casi 464.000 personas. Es decir, el 95% de su población podrá navegar por las redes de nueva generación, un 20% más que ahora teniendo en cuenta que la conectividad en Castilla-La Mancha alcanzaba el 72,3% en diciembre de 2017, según datos del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital. Cabe recordar que las competencias en esta materia corresponden al Gobierno central, aunque las comunidades autónomas destinan ayudas para facilitar las inversiones de los diferentes operadores de telefonía móvil e internet.
Afectadas poblaciones de Guadalajara, Cuenca y Albacete
La prioridad que se plantea ahora es cómo atender al 5% de la población restante que se quedará sin recibir la conexión ultrarápida. Según el Gobierno regional, esta exclusión afectaría a aproximadamente 1.000 pedanías, localizadas entre las provincias de Guadalajara, Cuenca y Albacete, las zonas de la región donde la despoblación rural es más acuciante.
En este sentido, según apunta Alipio García, “la obsesión del Gobierno de Emiliano García-Page es extender la banda ancha al 100% de la población y, especialmente, a aquellas zonas rurales de Guadalajara, Cuenca y Albacete donde ahora no superan los 10MB de conexión a Internet”. Además, añade que aunque Castilla-La Mancha carece de competencias en telecomunicaciones, “nuestro objetivo es atender a toda la población, que en nuestra región es mucho territorio, mediante planes financiados con fondos propios y europeos”.
Entre las iniciativas regionales sobresale, precisamente, el plan para desplegar la banda ancha en todo el territorio castellano-manchego. Con un presupuesto de 2,5 millones de euros, esta iniciativa subvenciona a operadores locales para que instalen antenas 4G por toda la región. En concreto, el objetivo es instalar 200 antenas más con las que se beneficiarían poblaciones de menos de 500 habitantes en Guadalajara, Cuenca y Albacete.
Inversiones en Molina
Guadalajara es una de las provincias en las que el retraso en cobertura móvil y conexión a Internet es más notable. De este modo, el 97,5% de la población alcarreña dispone de una cobertura móvil 3G y una velocidad en la conectividad de 10 MB, según el Gobierno de Castilla-La Mancha. En cuanto a la fibra óptica, esta tecnología se está empezando a instalar en los municipios del Corredor del Henares, a través de la acción para desplegar la banda ancha en los polígonos industriales del cinturón económico de Guadalajara. El resto de la provincia no dispone todavía de banda ancha.
En esta línea de extender esta tecnología al mundo rural, Molina de Aragón es una de las localidades que disfrutará de fibra óptica antes de que concluya el año. Es un compromiso adquirido por la Junta a comienzos de 2018 y que ratifica a este digital el propio director regional de Telecomunicaciones y Nuevas Tecnologías. Para llevar a cabo esta medida, el Gobierno regional tiene previsto invertir más de dos millones de euros, aprovechando la línea de fibra óptica que une Madrid y Barcelona, que atraviesa a la capital del Señorío molinés.
De los 71 municipios que componen la comarca, según la distribución comarcal que contempla la Junta, en los dos años y medio de esta legislatura se han puesto en marcha antenas 3G en 24 y 4G en 15 de los municipios. Esto quiere decir que, según el Gobierno regional, se ha actuado en 39 de los 71 municipios desde 2015, “frente a las 18 antenas 3G que instalaron en la comarca en los cuatro años de la anterior legislatura”.
Quejas en Cobeta y Alustante (Guadalajara)
Esta iniciativa llega, precisamente, en un momento en el que las quejas de algunos municipios de la comarca molinesa arrecian por la falta de una cobertura móvil estable y una conexión a Internet lenta, a 2 MB, con las que se trata, en ocasiones, de dar servicio a varias poblaciones cercanas.
En Cobeta, un municipio de Guadalajara de apenas 70 vecinos situado en la comarca de Molina de Aragón, llevan meses sin cobertura de telefonía ni internet. El 95% del término municipal carece de conexión. No se puede llamar, ni conectarse a la Red ni enviar un WhatsApp. Y sólo funciona la red wifi del Ayuntamiento, por lo que los vecinos se ven obligados a ir hasta el ordenador del Consistorio para poder hacer trámites.
“Esta situación es tercermundista y reclamamos poder disfrutar de servicios de telefonía e internet de calidad en nuestra población, como todo el mundo”, afirma Belén Pontero, alcaldesa de Cobeta, a eldiarioclm.es. Los problemas con la cobertura de telefonía móvil se iniciaron el pasado verano, por la sobrecarga que produce la población flotante de esa época, pero han continuado durante todo el invierno. “Espero que se agilicen los trámites de la instalación de antenas antes del próximo verano, que es cuando más gente llega después de Semana Santa”, advierte.
El déficit de telecomunicaciones no es una situación exclusiva de este municipio molinés. Es un lastre que se reproduce en buena parte del territorio de la Guadalajara rural, que abarca toda la provincia excepto la capital y el Corredor del Henares. Cuanto más pequeño, lejos y montañoso esté un pueblo, peor cobertura. Ya sea en el Señorío de Molina o en la Sierra Norte, que son las dos comarcas más afectadas, justo las que disponen de menos habitantes y con una población envejecida y dispersa en decenas de pequeños núcleos.
En el caso concreto del Señorío de Molina, la mejora de la red de telecomunicaciones se convirtió en un compromiso político a raíz del incendio de los pinares del Ducado, en 2005. Es cierto que entonces se adelantaron inversiones y se mejoró la cobertura, pero no lo suficiente. Ni los planes del Gobierno ni tampoco del Ejecutivo regional, pese a los avances, han logrado cerrar la brecha digital que aún separa al campo de la ciudad en Guadalajara.
Y la cobertura de telefonía móvil, que antaño podía considerarse un capricho, se ha convertido actualmente en una necesidad perentoria. “La falta de conexión –sostiene Pontero- está generando problemas a los niños para estudiar porque después de desplazarse 60 kilómetros cada día para ir a la escuela no pueden hacer sus deberes por la falta de internet y deben volverse a la biblioteca de Molina. Cuando hay un robo, las compañías no se hacen cargo de las indemnizaciones porque los sistemas antirrobo funcionan mediante el móvil y no hay cobertura. Algunos ganaderos de la comarca no pueden controlar el ganado con los sistemas GPS. La gestión telemática en el ayuntamiento, con una conexión de 1,2MB, no funciona. En la tienda tienen dificultades para cobrar con tarjeta. Y un joven que quiera ver una película a través de internet en su casa, sencillamente, no puede”.
La asociación ‘Pueblos del Montesino’ integrada por los municipios Aragoncillo, Anquela del Ducado, Cobeta, La Olmeda de Cobeta, Selas, Torremocha del Pinar y Villar de Cobeta, situados en el Barranco de Montesionos, se fundó, precisamente, para aglutinar esfuerzos entorno a problemas comunes como el déficit de comunicaciones, con el fin de reivindicar “soluciones” para el mundo rural.
Según Pontero, el delegado provincial de la Junta de Castilla-La Mancha, Alberto Rojo, se comprometió a dar una solución a estos pueblos de Molina en ocho días, agilizando trámites para que se restablezca el servicio de telefonía móvil. En junio de 2017, el Ayuntamiento de Cobeta recibió una carta de la Junta en la que se informaba de la incorporación de este municipio al Plan de Extensión de Telecomunicaciones que impulsa el Gobierno regional para implantar la tecnología 4G. Esto es lo que ahora reclaman que se haga efectivo desde la comarca de los ‘Pueblos del Montesino’.
Cobeta no es el único municipio de Molina que sufre una conexión pésima. También lo sufren en Alustante, un municipio de 147 habitantes censados enclavado en la raya de Guadalajara con Teruel. Rosabel Muñoz, alcaldesa de esta localidad, subraya a este digital que la cobertura móvil y el acceso a internet son “deficientes, porque la señal es insuficiente” y sólo es posible a través de un operador, en este caso Movistar, que proporciona una conexión con una velocidad de 2 MB. “Hay una red wifi en el pueblo que da servicio a Alustante y Motos pero se viene abajo cuando aumenta la población”, matiza la primera edil de Alustante, quien espera que el problema de conexión quede solventado después de Semana Santa. Como muestra de reivindicación, esta población ha recogido 1.000 firmas que ha entregado al Gobierno regional, al Ministerio de Industria y a la compañía de telefonía que explota el servicio para exigir su mejora.
“No somos rentables”
En la Alcarria tampoco se libran de estos problemas. En Huetos, una pedanía de Cifuentes en la que apenas viven ocho personas durante el invierno, disponen de cobertura de telefonía móvil, pero inestable. La antena de este pueblo, una de las primeras, instalada en 2000, se colapsa cuando llega la población de verano, lo que supone un incremento de alrededor de 300 vecinos.
Marco Antonio Campos, concejal del Ayuntamiento de Cifuentes, explica que el máximo de velocidad actual oscila entre 1Mb y 2Mb. Aunque insuficiente, es una velocidad superior a la de muchos pueblos montañosos, que se ven obligados a conectarse sin ADSL o a costearse una conexión vía satélite. “La empresa de Sacedón Encinca, instalación para facilitar que tengan el servicio de banda ancha, fibra óptica en Cifuentes, permiso para uso de instalaciones, espacio para su maquinaria. A cambio, les pedimos en otoño que solucionaran el problema de cobertura e Internet en Huetos. El objetivo es que hubiera una red wifi abierta y la gente pudiera comunicarse con normalidad y poder enviarse WhatsApp”, matiza Campos.
A su juicio, “se debería garantizar a todos los pueblos una conexión suficiente porque al final es la Administración local la que tiene que poner parches. No somos rentables y las compañías no invierten aquí. El Estado debería obligar a que se prestase este servicio”. Según Campos, que además de edil también es profesor en la escuela San Francisco de Cifuentes, el déficit en la conexión “nos limita el trabajo día a día, en cuanto hay 20 alumnos conectados a internet el servicio se colapsa. Se da la circunstancia que el colegio de Cifuentes recibió un premio del Gobierno regional por su esfuerzo en la implantación de las nuevas tecnologías en el aula. ”Pedimos que todos los alumnos tengan el mismo nivel de oportunidades de educación con independencia de donde vivan“.
Entre sus proyectos educativos destaca el programa STEAM – del inglés: ‘science’, ‘technology’, ‘engineering’, ‘arts’ y ‘mathematics’-, que se basa en el aprendizaje trasversal de las materias de ciencias y artísticas, mediante el uso de tecnologías como la programación o la robótica. “Si queremos atraer población al medio rural, poder conectarte a internet es un servicio básico que debería garantizarse”, apostilla Marco Campos. Y añade: “No paran de anunciar planes fuera de contexto y hasta utópicos, que no llegan a hacerse realidad, cuando lo que necesitamos son soluciones más eficaces y rápidas para disponer de un servicio mínimo de móvil de calidad”.
Una panorámica cotidiana que dista todavía mucho de la penetración de la fibra óptica en las ciudades. Según el Gobierno, nuestro país dispone de la red de fibra óptica “más extensa de Europa” con 33,6 millones de accesos, en contraste con los 1,9 millones de 2012. Además, el 76% de la población dispone de cobertura de redes con velocidad de acceso a internet superior a 100 Mbit/s.