Entre los temas que la Mesa de las Cortes ha anunciado que se tratarán en la próxima sesión plenaria, se encuentra la Cumbre del Vino. Un evento que fue presentado en octubre de 2013 en el Senado por María Dolores de Cospedal, para celebrar el “gran viñedo del mundo en extensión y calidad”, a través de diversas actividades con expertos del sector, como el concurso 'Tempranillos al mundo' o la 'Noche en vino' que se llevó a cabo en las ciudades con actividades vitivinícolas de la región.
El compromiso del antiguo Gobierno de María Dolores de Cospedal con el sector vitivinícola fue altamente criticado y puesto en duda por la oposición. Los socialistas acusaron al Gobierno de María Dolores de Cospedal de obligar a los funcionarios de la Consejería de Agricultura para aumentar la asistencia a los actos de la Cumbre, a cuya inauguración asistió incluso el entonces ministro de Agricultura Miguel Arias Cañete. Esto fue calificado como “inaceptable” al considerar que se usaba el tiempo de trabajo de los funcionarios públicos para dar “mayor gloria” a la imagen pública del gobierno de Cospedal.
Una vez llegados al Gobierno, los socialistas han revelado que el evento dejó unos dos millones de euros en facturas sin pagar, según señaló el portavoz, Nacho Hernando. El Ejecutivo socialista ha criticado también que los eventos se contrataran a través de la empresa pública Geacam, que se encarga de incendios “y nada tiene que ver con el vino”, además de adjudicarse la organización a una fundación “muy vinculada al PP”, con exmiembros del Partido Popular.
El Gobierno de Emiliano García-Page ha declarado que su Ejecutivo se centrará en la celebración de FENAVIN como para impulsar el sector vitivinícola en la región, dejando de lado la Cumbre del Vino. El PP calificó dicha decisión como un “hachazo” al sector del vino, pero los socialistas han rebatido que primero “deberían haber pagado los dos millones de euros”, según los socialistas, todavía se deben de los eventos. Además, Blanca Fernández, portavoz socialistas en las Cortes, ha señalado que las actividades de la Cumbre eran “lúdicos y culturales” que beneficiaban a unos pocos “pero no al sector”.