No ha gustado nada al Gobierno de Castilla-La Mancha que el presidente del PP autonómico, Paco Núñez, haya pedido a Emiliano García-Page que se una a la comunidades autónomas gobernadas por los 'populares' para luchar por un nuevo modelo de financiación autonómica. A la respuesta que ayer le dio el secretario de Organización del PSOE, Sergio Gutiérrez, se ha unido hoy la consejera portavoz del Ejecutivo regional, Esther Padilla: le ha pedido que se retracte porque tal petición es “una barbaridad”.
La portavoz ha reprochado a Núñez que vuelva a alinearse con la Comunitat Valenciana, Madrid, Murcia o Andalucía en lo relativo a la reforma del modelo de financiación autonómica. “No haga como con el agua, no se deje arrastrar por el Levante”, le ha advertido.
Esther Padilla ha expuesto las consecuencias que tendría el modelo propuesto por el líder del PP para la región. “Defender lo que pide Núñez condenaría a Castilla-La Mancha a seguir infrafinanciada, supondría recibir 1.000 millones de euros menos de lo que nos correspondería”.
Según ha recordado, el modelo defendido por el 'popular' prioriza el número de habitantes como criterio a tener en cuenta a la hora de asignar los recursos económicos a las comunidades autónomas, mientras que el que proponen desde la Junta de Castilla-La Mancha “busca una financiación justa, que garantice cubrir el coste de los servicios públicos en situaciones de mayor dispersión geográfica, aunque la población sea menor”.
Un modelo consensuado en Cortes que, recuerda, ya contó con el apoyo de Ciudadanos, PP y PSOE durante la pasada Legislatura. “Espero que Núñez sea consciente de la barbaridad que ha planteado, que se retracte y vuelva al consenso”, ha reiterado.
El PP insiste
No obstante, el líder del PP castellanomanchego ha hecho oídos sordos y ha insistido en su propuesta. Ha preguntado a Page sobre su posición en la reforma del sistema de financiación autonómica, y se ha cuestionado si está con las comunidades autónomas del PP (sin diferenciar entre las que tienen mayor o menor número de habitantes), que pretenden abrir un debate sobre el asunto, “o con el Gobierno de Sánchez, que da el dinero de las comunidades infradotadas, como Castilla-La Mancha, a la Generalitat de Catalunya”.
Núñez se ha referido al mismo dato de Padilla (Castilla-La Mancha pierde en torno a 1.000 millones de euros al año con el actual modelo), lo que “apremia a que se ponga sobre la mesa esa reforma para abordar un nuevo marco en el que las comunidades autónomas que están infrafinanciadas obtengan unos ingresos justos”.
Ha mostrado su convicción de que el debate que hay que afrontar es urgente, y que implicará una negociación complicada, pero ha asegurado que comparte la necesidad “imperiosa” de abordar esa reforma, defendiendo siempre los intereses de Castilla-La Mancha.