La asociación de vecinos 'El Tajo' denunció esta semana que han detectado nuevos restos de amianto en la zona del Polígono de Toledo, esta vez, a unos “30 metros” de las casas residenciales. Ante esto y las declaraciones de los dirigentes de la Junta de Comunidades (el consejero de Sanidad afirmó que no había riesgos para la salud), el colectivo pedía al Ejecutivo regional que propusieran una solución ya para eliminar unos restos que “llenan el barrio” y que, además, los altos cargos cuidasen sus declaraciones.
Otro de los puntos que trató la asociación fue la falta de presupuestos para este año 2017, ya que sólo se cuenta con la prórroga de los de 2016. Sin embargo, señalaban, en las partidas de las cuentas regionales propuestas por el Gobierno regional no había ninguna específica para la retirada de fibrocemento que la empresa Ibertubo abandonó en el barrio hace ya 13 años. No es esa la opinión del portavoz de Gobierno, Nacho Hernando, quien no usó la palabra amianto, sino que se refirió a restos de uralita.
El socialista aseguró que la uralita se iba a retirar, gracias a una enmienda que se iba a aprobar para entrar a los presupuestos finales. Se trataba de una modificación que aumentaba en 500.000 euros, propuesta por el grupo de Podemos y que iba a ser apoyada por el grupo del Partido Popular, tal como señalaron en el segundo día del debate de enmiendas. El Gobierno tenía “fijado un calendario para retirar los restos de uralita del Polígono de Toledo”.
“Aunque digan [Podemos] y den ruedas de prensa con personas que quieren que se retire la uralita del Polígono, luego están en contra de que se retire, es un nivel de incoherencia que sobrepasa mi capacidad”, zanjó al respecto el portavoz del Ejecutivo de García-Page.
Por su parte, José García Molina aseguraba junto a la asociación que la partida, efectivamente, no iba destinada específicamente a los restos de amianto. “No tiene nada que ver con que los presupuestos estén prorrogados o no, no ha habido intención nunca”, concluyó el parlamentario.