El “honor” de ser el queso manchego premiado en 2016

Los Quesos de la Huz, de Villamayor del Santiago en Cuenca, no siempre se llamaron así. Primero fueron las Queserías Villamayor, que nacieron de la mano de Juan José de la Huz, en un negocio familiar que ha crecido hasta tener en la actualidad unos treinta trabajadores, y quesos que se venden hasta en Dubai. “El queso manchego es conocido mundialmente. Es nuestro sello”, señala Miguel de la Huz, hijo del fundador y actual director comercial de la empresa familiar.

Los quesos han sido reconocidos en la última edición de los Premios Gran Selección en la categoría Manchego Curado Industrial. El premio ha sido, como no podía ser de otra manera, muy bienvenido. “Viene a certificar que es el mejor queso manchego de 2016”, asegura Miguel, que forma parte de la segunda generación que se unió a la empresa y con quienes llegaron también innovaciones como departamentos de calidad y también el pie para abordar mercados internacionales.

El premio Gran Selección que se han llevado este año no es el primero. Los quesos han recibido ya también en las ediciones 2002, 2003 y 2007, así como al World Cheese Awards 2008 y también 2015, con medallas de plata y oro, respectivamente. “Es un orgullo. Reconoce una empresa que es familiar pero que crece también poco a poco. Esperamos que el premio nos fortalezca y nos abra nuevos mercados, especialmente de cara al exterior que es nuestro objetivo”, señala de la Huz.

Los quesos no son novatos en el comercio exterior. La empresa lleva exportando doce años a más de 15 países, tan variados como Estados Unidos, Dinamarca, Reino Unido, Líbano, Emiratos Árabes Unidos, Eslovenia, México, Costa Rica o Perú. “Son países diferentes, sí, pero el queso manchego es conocido mundialmente. Es el primero que viene a la cabeza al hablar de queso español”, afirma de la Huz. La empresa recalca que su importancia recae en que es un producto genuino y exclusivo y que, por tanto, debe ser fortalecido. “Es por ahí donde debemos crecer comercialmente”.

Cuando nació la empresa, en 1989, sólo se trabajaba con una pequeña cuba de tres mil litros, por lo que el proceso era enteramente manual. Ahora, Quesos de la Huz funciona con 20 mil litros diarios de leche, lo que suponen entre 4 y 5 mil kilos de queso. Es este crecimiento el que ha hecho que parte del proceso deba industrializarse, pero se mantiene la parte tradicional del proceso en los cuajos y los fermentos, lo que también permite mantener los quesos y olores tan característicos del producto.

Ahora, el futuro no sólo se limita al comercio internacional, sino que la empresa quiere mantenerse como una parte importante del desarrollo local del pueblo que los ha acogido desde sus inicios. Actualmente, proyectan nuevas instalaciones, con la que se plantean el crecimiento de su plantilla actual. “Villamayor del Santiago se ha conocido siempre por ser una población quesera. Es el sector mayoritario y el que más empleo genera”, explica de la Huz. La empresa señala que este es el empleo que se debe fomentar, tanto a nivel local como regional. “Los pueblos que tienen industria y empresa, son los prósperos”.

Los Quesos de la Huz, de Villamayor del Santiago en Cuenca, no siempre se llamaron así. Primero fueron las Queserías Villamayor, que nacieron de la mano de Juan José de la Huz, en un negocio familiar que ha crecido hasta tener en la actualidad unos treinta trabajadores, y quesos que se venden hasta en Dubai. “El queso manchego es conocido mundialmente. Es nuestro sello”, señala Miguel de la Huz, hijo del fundador y actual director comercial de la empresa familiar.

Los quesos han sido reconocidos en la última edición de los Premios Gran Selección en la categoría Manchego Curado Industrial. El premio ha sido, como no podía ser de otra manera, muy bienvenido. “Viene a certificar que es el mejor queso manchego de 2016”, asegura Miguel, que forma parte de la segunda generación que se unió a la empresa y con quienes llegaron también innovaciones como departamentos de calidad y también el pie para abordar mercados internacionales.