La asociación Proanimal de Castilla-La Mancha ha recurrido la resolución de la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad de esta región que declara la emergencia cinegética temporal por daños del conejo con la misma justificación que años anteriores, “obviando que nos encontramos en una situación de estado de alarma”. Según critica, el momento de su aprobación se produce en un momento excepcional en el que la ciudadanía se ve obligada a estar confinada para impedir la expansión de la COVID-19.
Recuerda así que el Real-Decreto que acuerda el estado de alarma se encuentra en vigor y limita la libertad deambulatoria de todas las personas, a excepción de la realización de algunas actividades muy concretas, “entre las que no se encuentra la actividad de la caza”. Por ello, esta resolución, al permitir la caza de los conejos en Castilla-La Mancha, “vulnera flagrantemente” las órdenes del Gobierno central.
Del mismo modo, esta asociación afirma que con ello no se garantiza que los cazadores autorizados no estén exentos de ser portadores de COVID-19. “Ello podría contribuir, de forma innecesaria e irresponsable, a la propagación del virus, por lo que contraviene la salvaguardia de los derechos fundamentales de la vida e integridad física, de seguridad y el derecho a la protección a la salud del resto de ciudadanos, pues no olvidemos la lamentable cifra de muertes que suceden todos los días como causa de este virus”, añade.
Proanimal CLM considera por tanto que esta resolución es “un fraude y un engaño” ya que “convierte en habitual lo que por ley es excepcional”: autoriza la caza de estos animales sin basarse en ningún informe técnico que avale la situación real del campo en estos precisos momentos, y “la permite casi sin ningún control”.
“Año tras año se denuncia la superpoblación y posteriormente se autoriza la suelta en los cotos de caza”
“Se nos pretende hacer creer que es una medida necesaria para proteger los cultivos. Pero difícilmente puede admitirse cuando año tras año se denuncia la superpoblación de esta especie y posteriormente se autoriza la suelta de estos mismos animales en los cotos de caza, provenientes de granjas cinegéticas. Es decir, se esquilma la población en una época en la que los animales se encuentran criando y, por tanto, en situación de extrema vulnerabilidad, y luego, para satisfacer el deseo de matar, en época de caza se sueltan animales criados exclusivamente para ello. Los resultados de estas prácticas pueden alterar el equilibrio cinegético, pues se elimina el alimento de otras especies especialmente protegidas, como el lince”, argumenta.
Critica asimismo la creación de una Consejería de Desarrollo Sostenible, que “tendría que haber sido para proteger el medio ambiente y la biodiversidad, ”y no para seguir protegiendo a los cazadores y sus prácticas contrarias, se diga lo que se diga, al equilibrio natural y a la protección del medio ambiente“.
Finalmente, este colectivo se reserva “las acciones judiciales de todo tipo” que procedan si se lleva a efecto esta “medida ilegal” y que “vulnera las restricciones derivadas del estado de alarma, poniendo en riesgo la vida y la salud de las personas”.