Ha sido un nuevo intento de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) para hacer pedagogía y trasladar que la nueva planificación de la cuenca de este río es la mejor para todos en el Alto Guadiana. “Hay que dar seguridad a todos los usos del agua, los ambientales y los socioeconómicos porque el organismo no va a renunciar al equilibrio hídrico entre el hombre y el humedal”, decía el presidente del organismo de cuenca, Samuel Moraleda.
En unos días estará lista la declaración ambiental estratégica de todos los planes hidrológicos del país, en noviembre se convocará al Consejo Nacional del Agua para la revisión del nuevo plan hidrológico y a finales de año se espera aprobar el conjunto de planes hídricos pendientes en toda España (12), tal y como aseguraba Teodoro Estrela, director general del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO).
‘El Alto Guadiana, una responsabilidad de todos’ ha sido el lema de una jornada en la que, de nuevo, han vuelto a ponerse de manifiesto las posturas encontradas en el binomio economía-sostenibilidad ambiental, pero también la falta de confianza en los compromisos de las administraciones públicas y hasta suspicacias o diferencias en el seno del propio sector agrario en torno a los usos del agua.
“Esta es una jornada de diálogo en la sana intención de buscar líneas de encuentro”, decía el secretario de Estado de Medio Ambiente quien desde el primer momento ponía el foco en la escasez hídrica como condicionante para la futura planificación hídrica en España, que también afecta al Alto Guadiana.
No podemos planificar con una hipotética disponibilidad de agua, sino con la realidad y en el Alto Guadiana hay menos de 4.000 hm3
Hugo Morán se remitía a los datos. Los embalses en España tienen una capacidad total de 56.000 hm3, pero en los últimos diez años la media ha sido de poco más de 28.000 hm3 y los últimos datos de esta semana hablan de una disponibilidad que apenas supera los 18.200 hm3.
El descenso progresivo también ha afectado a la cuenca del Guadiana, cuya capacidad total en los embalses es de 9.498 hm3, pero la media real de disponibilidad en la última década ha sido de 4.744 hm3. Actualmente el agua almacenada no llega a los 4.000 hm3.
Morán cree que no se puede planificar con una “hipotética disponibilidad, sino con la realidad” y ha ofrecido al Alto Guadiana 250 millones de euros para repartir mediante el “consenso” reflotando el Consorcio del Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG), liquidado por el Partido Popular, además de la tubería manchega que entrará en servicio en el primer trimestre de 2023, según la última fecha que se ha ofrecido.
El debate sobre la falta de agua y el cambio climático ha sido uno de los argumentos a lo largo de toda la jornada con posturas discrepantes y con cierto escepticismo ante los compromisos ministeriales.
Uno de los momentos más intensos de una jornada, que se ha prolongado durante más de cinco horas, se producía durante la celebración de la mesa redonda ‘Propuestas y actuaciones para la sostenibilidad del Alto Guadiana‘ para analizar la situación y el futuro del agua en esta amplia parte de la cuenca del río.
Teodoro Estrela, director general del Agua del MITECO ha hablado de la necesidad de abordar la sostenibilidad del regadío a través de los planes hidrológicos. “Estamos apostando por la mejora de la red de piezometría y de control de calidad de las aguas subterráneas con 1.600 puntos nuevos”. En este punto pedía confianza en los datos de esta red para buscar soluciones conjuntas y ha pedido colaboración a las Comunidades de Usuarios de las Aguas Subterráneas (CUAS) porque “si no, fracasaremos”. Su apuesta pasa también por la digitalización de los regadíos. “Y este territorio tendrá prioridad”, decía en el PERTE de digitalización del ciclo del agua.
Durante su intervención, el director general Desarrollo Rural de la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural ha recordado que hay expedientes de agricultores y empresas relacionados con el uso del agua en el Alto Guadiana “sin solución” desde 2008. José Juan Fernández Zarco lo ha atribuido a la supresión del PEAG y a la falta de fondos. En su opinión, los nuevos compromisos del Gobierno de España “nos permitirán afrontar retos en igualdad de condiciones para todos los usuarios”.
Y se ha referido en particular a la tubería manchega y a los 50 hm3 ‘extra’ que pueden llegar desde la cabecera del Tajo. “Ahora está llena de agua y es una satisfacción poder certificar que está en buen estado porque garantizará el abastecimiento con agua de calidad y cantidad para el desarrollo futuro de la comarca. También será un alivio para las aguas subterráneas del Alto Guadiana”.
Fernández Zarco ha verbalizado, no obstante, la discrepancia del Gobierno castellanomanchego con el diseño del nuevo plan para la cuenca. “No es el mejor que se podía elaborar” pero abogaba por “hablar y escucharnos todos”.
En el encuentro también participaba el director general de Medio Natural y Biodiversidad de la Consejería de Desarrollo Sostenible. Félix Romero ha sido el primero en poner el foco en evitar la sobreexplotación de los acuíferos. “Sin la Ecología no hay Economía”.
Si hay sobreexplotación es porque hay un mercado que no ayuda a dar valor añadido al agricultor que tiene compromiso ambiental
“Es de justicia que el problema no se traslade solo a los ciudadanos de Castilla-La Mancha. Si hay sobreexplotación es porque hay un mercado que no ayuda a dar valor añadido al agricultor que tiene compromiso ambiental. Debemos ser capaces de conectar al agricultor con los ciudadanos, implicando a la cadena de distribución alimentaria”.
Romero cree posible asociar la marca Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda -la cuarta parte de la superficie del Alto Guadiana- a un modelo agrario de regadío que se diferencie en los mercados. Ha avanzado que su departamento pondrá al alcance de los agricultores una nueva norma para finales de año o inicios de 2023 que incluya “una marca que conecte a la agricultura que hace uso eficiente del agua para diferenciarla en el mercado frente a otros modelos que la usan por encima de lo legal o sin sistemas de control”.
Alberto Fernández, responsable del Programa Aguas de la organización WWF España ha abogado por un “enfoque multidisciplinar” para solventar los desafíos en el Alto Guadiana. Se ha referido también a la sobreexplotación. “Ese elefante que todo el mundo ve, pero que nadie comenta. Hay que ponerle números”. Y él lo ha hecho. “Solo en la franja central supera los 350 hm3 en la foto tomada en de 2019”. Eso supone, decía, “un 65% por encima de los recursos renovables que nos dice el plan que debemos conseguir para recuperar el acuífero”.
“La realidad es tozuda, en los tres acuíferos centrales del Alto Guadiana hay 52.000 hectáreas ilegales. Y eso es llenar el Bernabeu 52 veces al año. A eso se suman otros 50 hm3 de sobreextracción cada año, por encima de los derechos adjudicados. Son datos realistas y deben hacernos ver que todos podemos ayudar”. Un comentario que hacía saltar chispas entre los asistentes. Se ha referido también a la digitalización del uso del agua como posible solución.
José Joaquín Gómez Alarcón, presidente de la Comunidad de Usuarios de Aguas Subterráneas (CUAS) Masa Mancha Occidental I ha reconocido lo “complicado” de la situación, a la que se suma un dilatado periodo de sequía. “No seré yo quien lo ponga en duda”, decía, para criticar la falta de “ejemplo” por parte de las administraciones públicas a la hora de cumplir sus compromisos.
“No tengo dudas de que el objetivo debe ser común para todos, incluida la Administración, pero debe ser ejemplarizante” en cumplir compromisos con los usuarios del agua. Se refería en concreto a ciertos “obstáculos”. A los regantes les preocupa el colapso administrativo. “No es ético. No podemos seguir así. Con años de retraso en la gestión de expedientes relacionados con los usos del agua. Hemos elevado el problema hasta el Defensor del Pueblo y nos lo ha ratificado la Comisión Europea”.
Aludía también a la “falta de inversiones del ministerio en las aguas subterráneas. Me alegra que se tomen cartas en el asunto con presupuesto. Al igual que con las aguas superficiales. Pero si no mejoramos gestión y regulación no podremos hablar de sostenibilidad”.
Gómez Alarcón se mostraba escéptico con las promesas políticas, en particular con la tubería manchega. “Estoy cansado de escuchar lo mismo. Es una eterna promesa. Serían 800-900 hm3 los que se habrían derivado desde que estaba prevista su entrada en servicio, constantemente retrasada”, lamentaba.
También aseveraba que “los planes hidrológicos están para cumplirlos. Se ejecutan en menos del 20%”. En este aspecto ha pedido más recursos humanos además de “regularizar las explotaciones prioritarias. De una vez por todas: no se puede jugar con el futuro de los agricultores”.
El secretario general de ASAJA Castilla-La Mancha ha sido uno de los más críticos en el debate. “Me parece una temeridad cuestionar el sistema productivo. Esto va de ideologías y no nos compliquemos más la vida. Cuando en 2018 vi la nueva cultura del agua del PSOE que sustenta el Ministerio para la Transición Ecológica… Va contra el sistema productivo. Y eso cuando hay gente muriéndose de hambre”, decía José María Fresneda.
Ha sido tajante y ha pedido celeridad en llegar a acuerdos. “Si no entramos en la dinámica de construir, pensaré que es porque hay elecciones. Si no, ¿por qué? Y lo digo, en serio, desde el respeto y la lealtad”. Ha reclamado fechas concretas tanto para la reactivación del Consorcio del PEAG como para la llegada de los 250 millones de euros prometidos hoy o la puesta en servicio de la tubería manchega.
“¿Cuántos anuncios va a haber hasta mayo para que los agricultores estén tranquilos?”, se preguntaba. “Exijo que ASAJA participe en todos y cada uno y que no nos llamen solo para la foto. Queremos participar en el desarrollo del modelo de agricultura en esta tierra y que no vengan todos a decirnos desde fuera lo que tenemos que hacer. Sé lo que represento”.
Fresneda advertía: “O generáis confianza, o esto será una guerra de guerrillas. Esta fiesta no da para cinco años más con el problema. La sociedad nos exige producir en cantidad y en calidad para atender la soberanía alimentaria”.
Julián Morcillo, presidente de UPA Castilla-La Mancha también ha pedido “confianza y un compromiso real de participación, donde todos nos respetemos” a la hora de buscar soluciones de consenso.
“Quiero creer lo de la tubería para principios de 2023 para liberar la presión sobre los acuíferos, pero por desgracia la única cosa que conocemos es el recorte de dotaciones”, aunque se mostraba optimista ante lo que califica de “cambio de filosofía cuando está llegando más agua y se plantean extracciones nuevas”.
“Llevamos mucho tiempo de anuncios y muchas promesas que no terminan de cumplirse”, entre ellas la regularización de pozos para explotaciones agrarias prioritarias.
Desde el MITECO Teodoro Estrela, director general del Agua se defendía ante las críticas. “No es un anuncio electoral. Llevamos dos años trabajando con el Ministerio de Hacienda para dotar de más recursos humanos a todas las confederaciones hidrográficas” y ha comprometido que llegarán antes a las del Guadiana, entre otras.
Sobre la nueva fecha para la entrada en vigor de la tubería manchega y la inversión de 250 millones de euros para reflotar el PEAG - habrá convocatorias en el primer trimestre de 2023- ha dicho que es “real, pero trabajemos juntos en un marco para que la situación cambie en unos años”.
Félix Romero también replicaba. “El enemigo no está entre nosotros, sino en el mercado. Tenemos una oportunidad y esto no es cuestión de ideologías. Discrepa no es cuestión de ideologías. La normativa europea, por mucho que no nos guste no la podemos saltar”.
He pedido evitar el habitual debate conservacionistas-agricultores. Hay que buscar un punto de encuentro. O damos un salto, o estaremos otros 40 años así y fuera del mercado. No queda otra que integrar agricultura con conceptos ambientales. Y no me podéis pedir un pozo en una zona protegida. Tenemos que entenderlo y buscar soluciones entre todos“, espetaba
De esta jornada, con amplia participación y debate hay una conclusión clara. El consenso en la planificación del Alto Guadiana para buscar el equilibrio económico y ambiental no será fácil. Aunque eso no es noticia. Un ejemplo de que las posturas siguen muy enfrentadas ha sido la intervención, ya desde el público, del presidente de la Mesa nacional del Ajo, Julio Bacete, quien ha criticado que se “meta miedo a la gente con el agua” y rechaza el argumento que esgrime la propia Confederación Hidrográfica del Guadiana. “No comparto que se diga que faltará agua”.
“Habrá que dejar algo en el camino y dejémonos de elecciones. Hay que buscar soluciones entre todos”, aseguraba Ángel Bellón, presidente de la CUAS Mancha Occidental y miembro de ASAJA, en el cierre de las jornadas. Aludía así a la posición de Fresneda y a lo que por la mañana ya decía el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán: “Quiero pediros que entendamos que para un acuerdo final todos tienen que ceder para que todos podamos ganar”.
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