El número de afectados por el brote de tosferina en la provincia de Guadalajara asciende ya a algo más de 500 casos y, aunque no está controlado, no hay ninguna persona grave ni tampoco ingresada en el Hospital Universitario, siendo la mayoría de los casos niños. Así lo ha confirmado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, que explicó que se sigue llevando a cabo el rastreo de todos ellos, incrementado también el personal que se dedica a estas labores.
Fernández ha incidido en que lo “más importante es que no hay nada grave”. “No podemos decir que el brote esté controlado, pero no está teniendo consecuencias importantes para la salud”, ha subrayado.
Para Fernández, la mejor noticia en torno a la tosferina es que si bien sigue habiendo casos, “no hay ningún niño grave ni ninguno ingresado”, y continúa realizándose el seguimiento epidemiológico no solo con el registro sino la aplicación del protocolo y tratamiento con arreglo a la medicación que tienen que tomar o las pruebas a realizar en función de los criterios epidemiológicos.
El primer caso del brote se detectó en diciembre del 2023 y su incidencia llegó incluso hasta la Comunidad de Madrid, en concreto a la localidad de Alcalá de Henares. No es la única provincia en la que se han detectado casos, ya que en Albacete se han contabilizado más de 120, con otros 68 como probables. Salud Pública de Castilla-La Mancha lanzaba un mensaje de tranquilidad ante el aumento de casos, recordando que la inmunidad comunitaria que se alcanza con la vacunación es “muy alta” y que la mayoría de los casos han tenido síntomas leves.
El doctor José María Jiménez Bustos de la Universidad de Alcalá ha explicado a elDiarioclm.es que la tosferina es una enfermedad “propia de la infancia”, pero que se puede padecer a cualquier edad. “Eso lo hemos visto en la endemia registrada en Guadalajara recientemente”, resaltaba el profesional.