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Un molino manchego en plena campiña de Guadalajara para atraer turistas

El molino de viento de estilo manchego que hay en Viñuelas (Guadalajara) se ha convertido en un atractivo turístico más de la provincia. Cada vez son más las personas que se acercan hasta el lugar para verlo o hacerse un selfi, fundamentalmente senderistas; y ha despertado tanto interés y curiosidad que, para mayo, se convertirá en el lugar elegido para la celebración de una boda.

“Nos vienen muchas visitas también de senderistas que visitan la zona y se acercan a ver nuestro molino”, ha señalado a Europa Press Arsenio Pérez, tras anticipar que para la primavera se celebrará un evento en su interior.

Se sabe que data del siglo XIX, y parece ser que, según el Ayuntamiento, los datos indican que fue ganado en el juego por el militar Juan Medina y Carrasco, pero lo cierto es que inicialmente era de piedra y tras quedar destruido, gracias a los fondos de la Asociación de Desarrollo de la Campiña en 2005 se hizo nuevo, aunque con estilo manchego y algo más pequeño en altura pero muy similar a los de Campo de Criptana (Ciudad Real), tal y como señala el regidor del municipio.

Situado en el paraje de El Molinillo, este molino, cuyas aspas están hoy fijas, tiene tres plantas y cerca de cinco metros de diámetro. En su interior hay un pequeño museo con aperos de labranza catalogados.

“Es muy similar a los molinos de Campo de Criptana pero fuera de La Mancha”, apunta este regidor, para quien, sin duda, se trata de un aliciente más para visitantes y para los senderistas que recorren estos caminos, ya que “sobre todo en días buenos se puede ver desde todas partes. Le gusta mucho a la gente”, concluye.