El festival de música denunciado por Rock contra el Fascismo presume de llenazo en Toledo: “Ya hemos pasao”

“Pues parece que los rojos van a tener que seguir llorando porque hemos vuelto a pasar. Ambientazo, sol y camaradería”. Con estas palabras, Alberto Pugilato, líder de la banda Pugilato se vanagloriaba de la celebración, sin cortapisas, de un festival “fascista” en Toledo, según habían denunciado tanto el PSOE como la Asociación Rock contra el Fascismo.

“Estos eventos, disfrazados de música, no son más que plataformas para difundir odio: sus integrantes lanzan proclamas nazis y hacen gestos que representan una ideología que trae división y violencia”, había advertido Rock contra el Fascismo.

Ni el Ayuntamiento de Toledo, ni tampoco la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha dijeron saber dónde iba a tener lugar el evento. Para saber su ubicación era necesario escribir un correo a la organización que informaba de que había que depositar 30 euros de forma previa para saberlo, según avanzó elDiario.es Castilla-La Mancha.

Diversas fuentes habían apuntado días atrás su celebración en una finca privada. Alberto Pugilato mostraba en las últimas horas imágenes y vídeos del evento.

“Hoy damos las gracias a toda la publicidad que nos han dado para tener 400 asistentes en lo que está siendo un evento histórico”, comentaba en varios mensajes difundidos a través de la red social X, donde también se muestra la venta de material. “Nos lo quitan de las manos”.

El alcalde de Toledo “exhibido como trofeo”

Rock contra el Fascismo criticaba, de nuevo, la pasividad de las autoridades, centrando sus críticas en el alcalde de Toledo, el 'popular' Carlos Velázquez, que gobierna con Vox.

“Queréis ver a un alcalde haciendo el ridículo? Aquí tenéis a @cvelazquezromo exhibido como trofeo. Ahora ya tienes constancia Carlos ¿Investigarás el lugar y lo sancionarás por, como tú mismo reconoces, no pedir los permisos pertinentes?”, le pregunta.

Este colectivo había acusado a las instituciones de “dejación de funciones”. El portavoz Óscar Sancho señalaba en declaraciones a este medio que es “obligación” de las distintas administraciones, desde el Ayuntamiento de Toledo hasta la Delegación de Gobierno, conocer la celebración de conciertos. Sobre todo si las letras de las canciones son “mensajes de odio”. “Es su obligación comprobar que se cumplen los requisitos locales y regionales”, insistía.