No eran muchos, pero la movilización policial era digna de una manifestación masiva. Unas diez personas se concentraron durante toda la tarde en la plaza de Zocodover en Toledo para gritar “¡Fuera fascistas!” y pedir que se retiren los restos de los “golpistas” Jaime Milans del Bosch y José Moscardó del Alcázar de Toledo. Desde las seis de la tarde hasta bien entrada la noche. O más bien, hasta que pasó la procesión de la Hermandad del Alcázar, liderada por el arzobispo Francisco Cerro Chaves.
La Hermandad del Alcázar nace, como ellos mismos relatan, para recordar a quienes “sufrieron el duro asedio al Alcázar toledano hermanados ante el peligro”. El asedio se refiere a lo ocurrido entre julio y septiembre de 1936, en el que las fuerzas republicanas se concentraron alrededor del emblemático edificio. La hermandad ha querido convertir lo ocurrido en el Alcázar en una “comunión de ideales patrios” y eso es lo que se celebra todos los septiembres, con la procesión de Nuestra Señora del Alcázar.
Una decena de personas se manifestaron durante toda la tarde en la Plaza de Zocodover, gritando “¡Fuera fascistas!” y entonando canciones como La Internacional. Había prácticamente un policía nacional rondando la manifestación por cada una de las personas que tenía un cartel con las palabras “fuera los fascistas golpistas”.
Los manifestantes se quedaron hasta que pasó la procesión en honor a Santa María del Alcázar, desde la Catedral hasta el edificio. En la Catedral primada se celebró también una misa presidida por el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, que también participó en la procesión. Por su parte, los manifestantes convocados por la plataforma Castilla-La Mancha por la III República reclamaban que “no podemos permitir que siga habiendo un sitio de exaltación fascista tal y como ha ocurrido recientemente”.
A principios de julio de este año, un grupo de ultras del SS Lazio accedió con una gran pancarta en homenaje al general franquista José Moscardó en el mismo patio del Alcázar de Toledo, dentro de lo que corresponde al Museo del Ejército. La pancarta medía varios metros de largo y en ella se podía leer 'Honor al general Moscardó'.
Por eso, insistían, hay que sacar del Alcázar a los “fascistas golpistas que están ahí enterrados”. “Moscardó y Milans del Bosch, golpistas reconocidos”, resaltaban. “La iglesia católica, cómplice del fascismo, sigue promoviendo todos los años en septiembre la celebración de la entrada en Toledo del genocida dictador Franco donde murieron miles de toledanos y toledanas que defendían la República, el último estado democrático elegido por el pueblo en nuestro país”.
Muchos coches policiales y agentes del cuerpo se mantuvieron en la zona, desde muy pronto hasta que llegó la procesión de la hermandad. Sonaba la banda de música con los gritos de “¡Fuera fascistas!” de fondo. La procesión estaba principalmente compuesta por hombres muy jóvenes que llevaban la virgen y gritaban también, pero en honor a la virgen y al Alcázar. “¡Viva!”. “Yo no entiendo por qué no se respeta las costumbres católicas de este país”, comentaban asistentes a la procesión, molestos por la pequeña concentración de gente. “Es tradición”, zanjaban.