Las limpiadoras del Hospital de Toledo denuncian “sobrecargas extremas de trabajo por falta de personal”
La presidenta del comité de empresa de la contrata de la Limpieza del Hospital Universitario de Toledo, Rosa Sánchez, y la delegada de Prevención, Pilar Aragón, solicitarán el lunes una reunión “lo más urgente posible” con la nueva directora gerente designada por el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), Sagrario Azuela, para reclamar su intervención ante “las dificultades, tensiones y limitaciones” con las que se presta un servicio del que dependen la higiene y la salubridad del centro sanitario.
Sánchez y Aragón, junto a sus compañeras de CCOO en el comité, tienen ya presentadas media docena de denuncias ante la Inspección de Trabajo y están preparando otras tantas, “derivadas todas de la falta de personal, que a su vez tiene una causa objetiva bien evidente: tanto la Concesionaria del Complejo Hospitalario como su contrata de la Limpieza, ISS, lo que quieren es ganar dinero; y eso se traduce un explotarnos al máximo para ahorrar costes laborales”.
“Antes, en el Virgen de la Salud, cada una teníamos que limpiar a diario 16 habitaciones. En el nuevo HUT, tenemos 22, más zonas comunes como pasillos, controles, 'estares', escaleras, despachos médicos, despachos de la supervisora. No hay tiempo para todo”, aseguran las limpiadoras a través de una nota de CCOO.
Aseguran que tienen una “sobrecarga de trabajo muy grande” y no pueden atender todo. “Muy a menudo te mandan dejar a medias lo que estés limpiando y que te vayas a desinfectar Urgencias, porque acaban de atender a un paciente con una enfermedad infecciosa, sarna, tuberculosis, lo que sea; y hay que esterilizar todos los espacios por donde haya pasado o pase esa persona”.
“Las telarañas que estabas limpiando en la habitación, pues ahí se quedan; porque te tienes que ir corriendo a Urgencias, o a Rayos, o a Quirófanos, o a donde sea”, afirman.
Dicen que el hospital “es enorme” y ellas son pocas. “Muchas tardes somos limpiadoras para todo. También falta personal por la noche. Así que te quitan de la mañana para cubrir el turno de tarde o el de noche, o llaman a compañeras del Centro de Especialidades para que se vengan al Hospital. Están continuamente desvistiendo un santo para dejar el otro también a medio vestir”.
“Esto se traduce también en una presión constante por parte de las encargadas, que se pasan la jornada exigiéndonos más y más; tratándonos a voces, sin ningún respeto ni educación. Les encantan las amonestaciones por escrito. Lo llaman 'toque de atención', lo próximo un expediente. Hacen llorar a la gente, que se siente vigilada, despreciada, acosada y amenazada. La gente está asustada. Y estresada y deprimida, cada vez hay más bajas por eso”, según relatan.
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