En Puerto Rey, una pedanía ubicada en la comarca de la Jara, celebran sus fiestas patronales a principios del mes de julio. Este año han disfrutado de la actuación de dos orquestas, una de ellas sufragada por el Ayuntamiento de Sevilleja de la Jara (Toledo) y otra por el de Alía (Cáceres), los dos municipios a los que pertenece. Es solo una de las curiosidades que se viven en este pueblo limítrofe entre las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha y Extremadura.
“Nuestras contribuciones las pagamos en un sitio y en otro -dependiendo de la ubicación del término municipal en la que reside su vecindad-. La recogida de basura la gestiona Alía y el alumbrado Sevilleja de la Jara”, pone como ejemplo Antonia López, quien ejerce como 'alcaldesa' de Puerto Rey intermediando con ambos ayuntamientos para la gestión de servicios y recursos de esta curiosa pedanía.
En el límite que separa Cáceres y Toledo se encuentra, entre otras, la calle Término, donde los residentes de una acera tributan en una provincia mientras que los de enfrente lo hacen en otra. En total, en toda la pedanía hay “unos 30 vecinos, pero realmente gente de Puerto Rey solo hay 6 o 7 personas”, explica López.
No obstante, durante los fines de semana y en época estival se incrementa la población, pues “muchos pescadores -que pasaban por Puerto Rey en sus visitas al embalse de Cijara- compraron casas aquí”. “Yo tampoco nací aquí. Mis padres vinieron cuando era una niña a trabajar como guardias a una finca lindante -entre ambos municipios-, después estudié en Talavera de la Reina y luego volví”, relata.
Viviendas entre dos provincias y regiones
Otra de las chocantes situaciones que se producen en Puerto Rey es que haya casas en las que, dependiendo de la estancia, el territorio forma parte de Castilla-La Mancha o de Extremadura, como es el caso de la vivienda del guarda forestal, dividida entre Toledo y Cáceres. Entre sus vecinos, también hay quien tiene su morada y el huerto en una de las provincias y se toma el café en un bar que se ubica en la otra como relataba Fernando a CMMedia en este reportaje.
Su posición también generó controversia con las medidas establecidas por la COVID-19 en actividades cotidianas como hacer la compra en el supermercado, acudir a la gasolinera o ir a cualquier otro establecimiento ubicado en la otra provincia, pues la normativa impidió durante meses los desplazamientos interterritoriales.
¿Qué administración gestiona los servicios públicos?
Respecto al acceso a servicios públicos, Antonia López explica que el centro de salud de referencia que tienen es el de La Nava de Ricomalillo (Toledo), aunque en Puerto Rey cuentan con un consultorio local, perteneciente al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam)- al que acude un médico y un Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) dos veces por semana -los lunes y los jueves-.
Este recurso sanitario se ubica precisamente en el edificio que hace ya más de dos décadas fue el colegio del pueblo, del que su hija fue alumna, y que se usó años antes ya del siglo pasado como viviendas para los maestros y maestras que trabajaban en al anterior centro educativo, convertido hoy en “un centro social”, señala la representante vecinal. A esta “escuela preciosa” llegaron a ir alrededor de 15 niños y niñas cuando Antonia era una de sus alumnas.
Sin embargo, ya no cuentan con el mínimo de cuatro niños y niñas -ahora viven dos en la pedanía- que exige la normativa para mantener abierto un colegio rural, así que el que tienen de referencia es el CRA La Jara, cuya cabecera se encuentra en Campillo de la Jara. Después, suelen continuar sus estudios en el instituto de Belvís de la Jara y hacer el Bachillerato en Oropesa o Talavera de la Reina, situada a poco más de 70 kilómetros (alrededor de una hora de viaje en coche).
“Somos más toledanos”
“La comunicación hacía Alía -situada a unos 50 kilómetros- es horrible, hay que ir hasta Castilblanco (provincia de Badajoz) primero, mientras que a Sevilleja está a 18 kilómetros”, destaca López, que señala que pese hay más parte de término municipal que pertenece a la localidad de Cáceres, los vecinos y vecinas de Puerto Rey son “más toledanos”. “En alguna ocasión hemos propuesto que Puerto Rey pasara a ser únicamente de la provincia de Toledo, pero no han querido -las administraciones-”, agrega en este sentido. Su prefijo teléfono -925-, también es de esta provincia.
Respecto a la economía, destaca el impacto turístico que tuvo en la zona el embalse de Cijara, casi vaciado en los últimos años para producir electricidad, lo que generó la indignación de esta pedanía y otros pueblos de la comarca. “Tiene muy poca agua y nuestra vida es el pantano”, apunta López, quien regentó un bar en Puerto Rey durante más de 20 años, aunque ahora es trabajadora del servicio de Ayuda a Domicilio.
“Los 90, por ejemplo fueron años muy buenos. Venían muchísimos pescadores en autobuses desde Madrid para ir al pantano. Ahora Puerto Rey no es ni mucho menos lo que”, asevera al tiempo que rememora una infancia “muy bonita, jugando en la calle y haciendo excursiones”. Además del embalse, resalta también la importancia de “la vía verde La Jara que se abandonó” o el Centro de Estudios de Rapaces Ibéricas de Sevilleja.
Ahora -dice- “salva la situación del empleo” el que se genera gracias a servicios públicos como Infocam, el mencionado de Ayuda a Domicilio o las residencias para personas mayores que hay en el entorno. También cuenta la pedanía con su propio cementerio, y “una pequeña iglesia” en la que el cura asignado que oficia misas para eventos como comuniones, bodas o entierros.
Elecciones
La división de Puerto Rey también genera que cuando llegan las elecciones municipales y autonómicas. Una parte de sus residentes se desplazan hasta Alía a votar para elegir el gobierno en este municipio, mientras que otra parte de la pedanía lo hace en Sevilleja de la Jara.
Otra curiosidad más de este pequeño pueblo cercano al Parque Nacional de Anchuras, con la Siberia de Extremadura a una mano, los Montes de Toledo a otra, y en el corazón, el Real Monasterio de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad, tal y como destaca también en su web el Ayuntamiento de Alía, la otra parte responsable de una pedanía perteneciente a una comarca que no deja de perder habitantes en los últimos años.