Toledo y la sostenibilidad: “El turismo no puede ser un depredador del territorio”
“En el turismo no se puede morir de éxito si eso implica generar impactos negativos para el medio ambiente y la ciudadanía o malas experiencias para el turista”. Así lo asegura Daniel Gutiérrez, experto en patrimonio cultural y sostenibilidad de la empresa Diagnosis Cultural Consulting.
Ha participado este miércoles en una jornada para debatir sobre turismo sostenible organizada por Toledodiario.es y el Ayuntamiento de la capital regional, en colaboración con elDiarioclm.es
Daniel Gutiérrez ha hablado sobre 'El reto de la Sostenibilidad turística' que, en su opinión, pasa por buscar “un marco diferente en el que se genere un beneficio al territorio, a sus ciudadanos y al entorno. Es importante porque si no es así, y si lo que se genera son negatividades en el destino, se acabará viendo el turismo como un problema”, según explicaba en una entrevista previa a su conferencia en la capital de Castilla-La Mancha.
¿El turismo de masas es la gran amenaza?, preguntamos. “No debería serlo si se establece un marco adecuado para desarrollar la actividad. Cuando no está bien planificada es cuando aparecen externalidades negativas en el territorio”.
El turismo es una actividad económica que genera impactos en el territorio y cuando hablamos de ciudades destino como Toledo tiende a generar problemas sociales, ambientales o económicos. Por eso, apunta el especialista, es importante definir qué experiencias se van a vivir y cómo en el destino, cuál es la identidad del territorio y cómo queremos trasladarla a las personas que lo visitan.
Hay que evitar que el turismo se identifique con condiciones laborales precarias o con conflictos vinculados a la vivienda
Por ejemplo, dice, “hay que evitar que el turismo se identifique con condiciones laborales precarias o con conflictos vinculados a la vivienda”.
Precisamente Toledo acaba de aprobar una nueva normativa en la que limita al 20% el tope de viviendas de uso turístico para su Casco Histórico para, entre otras cosas, “prevenir la especulación”, según decía hace unos días la alcaldesa Milagros Tolón.
El experto coincide con este tipo de políticas. “Hay que poder regular estos y otros aspectos además de plantear estrategias para que el turismo genere efectos positivos”. Y eso pasa por la formación o por la descentralización del turismo. “Si tienes un destino como Toledo, para lograr que se mantengan en el territorio durante varios días se ha de facilitar y planificar que puedan visitar localidades cercanas”.
Y para eso, decía, están los planes de sostenibilidad turística. El Ayuntamiento toledano ha aprovechado la jornada para presentar su objetivos, con una ponencia del concejal del ramo, Francisco Rueda.
“Estos planes son el futuro y son la respuesta que están dando ciudades que generan mucho turismo, con complejidades en el territorio como Venecia, París, Barcelona… Y se trata de planificar y de regular”, insiste.
Las claves del turismo sostenible en Toledo
¿Cuáles son las claves del turismo sostenible para Toledo?, le preguntamos. “Debe plantearse, y creo que ya lo está haciendo, una serie de retos claros: el turismo ha de ser catalizador del desarrollo económico y para eso ha de tener en cuenta el bienestar de los ciudadanos que viven en el territorio”. Se refiere a la apuesta por una “economía más local”.
Por otro lado, cree que Toledo debe “medir el turismo”, priorizando la calidad sobre la cantidad. “Debe ser un turismo con condiciones laborales dignas, inclusivo, social, accesible, la responsabilidad social corporativa… Todo eso debe estar sobre la mesa”. Pone como ejemplo una ciudad como Venecia, visitada por miles de turistas pero en la que apenas viven 40.000 personas. “Y cada vez viven menos allí”.
Entre los retos vinculados al turismo sostenible Daniel Gutiérrez remarca que también “hay que hablar del entorno y del cambio climático”.
Pone como ejemplo la necesidad de los productos de ‘kilómetro cero’ pero también tener en cuenta el impacto de elementos como los plásticos, la huella de carbono e incluso la disponibilidad de agua. “Hay que explicarlo, controlarlo y divulgarlo”.
“Uno de los elementos a controlar en los destinos masificados es el uso del agua por parte del turista. Suele ser muy alto con respecto al consumo del habitante del territorio y eso genera impacto, sobre todo en momentos como los que estamos viviendo”, advierte.
En la identidad cultural de Toledo hay que medir bien los espacios, los flujos de visita y generar elementos de integración y convivencia
La condición de Toledo como Ciudad Patrimonio de la Humanidad requiere también un esfuerzo en cuanto a su identidad cultural. “Eso tiene que estar muy claro. El turismo no puede ser un depredador del territorio”. Por eso, insiste, “hay que medir bien los espacios, los flujos de visita y generar elementos de integración y convivencia con los vecinos”. Y es que, advierte, “cuando se habla de ‘Turismofobia’ es porque no estamos trabajando bien en esa integración”.
Finalmente apuesta por la gobernanza del territorio. “Las administraciones, agentes sociales y económicos o ciudadanía que están en el entorno del turismo deben trabajar juntos en una relación de confianza para generar una estrategia que beneficie a la ciudadanía. Estoy seguro de que Toledo jugará con esta idea en el futuro”.
En definitiva, dice, “el turismo es un elemento más del territorio”. Por eso apela a la necesidad de una estrategia más amplia y definida dentro de la Agenda Urbana “que incluya un urbanismo, una actividad económica y un turismo sostenibles porque solo así se podrán desarrollar acciones segmentadas sostenibles” .
“¿Queremos cantidad o mantener la calidad en la Ciudad Patrimonio?”
Toledo planea construir un macrohotel en su Casco Histórico y al mismo tiempo limita las viviendas de uso turístico. ¿Cómo buscar el equilibrio?, preguntamos. “La gestión turística no es fácil, pero hay que ser coherentes con la gestión de los flujos de visitantes, además de saber hasta dónde queremos llegar. ¿Queremos cantidad o mantener la calidad? La idea es centrarse en esto último”.
El hecho de que Toledo sea una Ciudad Patrimonio de la Humanidad requiere un mayor esfuerzo de convivencia entre el patrimonio y el turismo. “La arqueología es una realidad en todas las ciudades europeas. La cuestión es cómo usamos los espacios patrimoniales, sobre todo cuando el turismo acaba masificándolos y la experiencia final no es positiva”.
Por eso cree “lo importante para Toledo es que el visitante se lleve una gran experiencia, que no sea de consumo rápido para irse. Y que eso propicie otras experiencias en el entorno de la ciudad. Esa descentralización de la que hablábamos antes”.
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