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El PSOE elige entre una “bicefalia” o mantener a García-Page, respaldado por Ferraz

Ni un mes ha pasado desde que José Luis Blanco confirmara que presentaría una candidatura alternativa a la de Emiliano García-Page de cara a las primarias que elegirían el nuevo secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha. Ambos candidatos recibieron rechazo dentro del partido en la región, desde Azuqueca de Henares en el caso de José Luis Blanco, la ciudad en la que gobierna como alcalde, y desde una plataforma socialista de Ciudad Real en el caso de García-Page. Los militantes recordaban al actual secretario general que dijo que no se presentaría a la reelección si Susana Díaz no salía elegida como líder del partido a nivel estatal.

Blanco ha esgrimido el mismo argumento ya desde principios de agosto, cuando su candidatura estaba todavía lejos de ser oficial. El azudense ha defendido fuertemente que una posible bicefalia, es decir un secretario general y un diferente presidente de la Junta de Comunidades, haría al PSOE más fuerte de cara a las próximas elecciones autonómicas. “Nos dedicaremos al partido en exclusividad”, afirmaba en el debate sostenido entre ambos candidatos este pasado miércoles en Toledo. Por su parte, García-Page afirmaba que sería una “enorme incoherencia” aplicar la separación de cargos públicos e internos “solo a determinadas personas” incluso, por ejemplo, a Pedro Sánchez.

Page ha preguntado en reiteradas ocasiones a Blanco si él dejaría entonces el cargo que ostenta como alcalde de Azuqueca de Henares, algo que también interpeló en el debate a las primarias y que “no querría”. Según sus cuentas, sólo un 10% separa las propuestas de cada uno de los candidatos. Ante esto, la propuesta era llevar a cabo un “proceso común” para incorporar todas las propuestas tanto desde su candidatura como desde la del azudense. Pero José Luis Blanco ha hecho caso omiso a dicho llamado.

Denuncias de manipulación y el envío de cartas

La candidatura de Emiliano García-Page presentó el triple de avales que la de José Luis Blanco, pero el secretario general no acudió a la hora de registrarlos en la sede regional del partido. Blanco sí lo hizo y aprovechó de denunciar ante los medios de comunicación que se había llevado a cabo “manipulaciones” a la hora de conseguirlos. Queremos que desaparezcan para siempre las coacciones para avalar una candidatura, las mentiras y los embustes para desprestigiar a la otra, la oferta de sillones para que no haya urnas y la utilización interesada que se está haciendo de corrientes y plataformas“, afirmó. Page lo ha desmentido enérgicamente: ”no ha habido manipulaciones, por Dios“.

Por otro lado, la candidatura de Blanco también ha criticado que no se permitiese el envío de cartas a los militantes, un total de 4.000 que ya tenía preparadas. Afirmaban que, así, se “usurpaba el derecho” de los socialistas a “decidir en libertad” y lo calificaron como una “nueva traición a la militancia”. Desde el partido rechazaron también dichas acusaciones, explicando que “se habían observado numerosas dificultades para proceder al envío de propaganda electoral a los militantes”. Además, añadían que desde Federal no se ha suministrado datos del electorado para realizar este tipo de envío. Finalmente, aclararon que “no se garantizaba de ninguna manera que estos envíos llegaran antes del sábado día 30 de septiembre, jornada de votación”

Debate a pocos días de la elección

Ambos candidatos se enfrentaron el 27 de septiembre en un debate que sólo se pudo seguir a través de la página del PSOE Castilla-La Mancha. Fue un evento que desde la candidatura de Blanco se exigió desde el principio, y que, afirmaron, sólo hubo “trabas” para realizarlo. Los socialistas trataron, en primer lugar, diversos bloques como Agricultura y Desarrollo Rural o la Igualdad, para luego pasar a los asuntos propiamente internos del partido. Blanco pidió explicaciones a Page de temas como su renuncia desde la Ejecutiva Federal de Pedro Sánchez antes de su dimisión como secretario general, mientras que el secretario general se mantuvo calmado y defendió su gestión como presidente de la Junta de Comunidades.

Sin embargo, en el minuto de despedida del debate, Emiliano García-Page pidió el voto “masivo” en las primarias, reconociendo a la vez que no iba “sobrado” de cara al proceso. Igualmente, afirmó que evitar que el PP volviese a gobernar en la región es su objetivo principal: “esto para mí es lo más importante”, explicó, ya que “se trata de Castilla-La Mancha”. José Luis Blanco, por su parte, se mostró confiado en que el cambio dentro del partido es “imparable” y advirtió a los militantes de que se trataba de elegir entre “la vieja política” y el nuevo modelo del partido elegido en el último Congreso Federal. “Estamos convencidos de que el próximo sábado se votará con el corazón, rojo y a la izquierda”.