Mientras se configura la puesta en práctica del Plan de Garantías Ciudadanas que elabora el Gobierno de Castilla-La Mancha, los datos sobre pobreza y exclusión social en esta comunidad autónoma siguen mostrando una realidad preocupante respecto a las consecuencias de la crisis económica. Así lo ha puesto de manifiesto la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN) durante la presentación en Toledo del VII Informe ‘El Estado de la Pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza en España 2008-2016’. Según establece, la recuperación en esta región “no está llegando a las personas más vulnerables”.
Esta presentación se produce en el marco de la Semana de Lucha contra la Pobreza y la desigualdad, que celebra mañana, 17 de octubre, el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza. El informe muestra unos modestos avances a nivel nacional, gracias en parte a las medidas de protección social implantadas después de las elecciones autonómicas. Sin embargo, el incremento reciente de ciertos indicadores macroeconómicos “sólo consigue mantener la desigualdad y no se traduce en una mejora de las condiciones de vida de la mayoría de las personas que viven en España”.
De esta forma, en el último año, el indicador europeo AROPE -que mide el riesgo de pobreza o exclusión social- muestra una reducción en 0,7 puntos porcentuales (345.000 personas menos), hasta llegar al 27,9% de la población: 12.989.405 personas. Y en lo referente a Castilla-La Mancha, en 2016 el 37,9% de personas residentes en la región se encuentra en riesgo de pobreza y/o exclusión social.
La cifra ha subido 1,2 puntos con respecto al año anterior y es la más alta de toda la serie histórica. Además, es 10 puntos superior a la media nacional y la tercera más alta de todas las comunidades autónomas, sólo inferior a Andalucía y Canarias, además de la Ciudad Autónoma de Ceuta. También resulta destacable que su evolución ha sido creciente durante todo el periodo analizado, incluso en los dos últimos años, en que la tasa de la mayoría de las regiones se ha reducido.
Los expertos destacan además el “acelerado crecimiento” de la tasa entre los años 2009 y 2011, en que se incrementó casi siete puntos. En términos absolutos hay en Castilla-La Mancha 773.700 personas en riesgo de pobreza y/o exclusión social, de las cuales el 54,6 % son mujeres.
Un 7,7% de personas en pobreza severa
Por otra parte, en términos cuantitativos, el 7,7 % de las personas residentes en Castilla-La Mancha sufren pobreza severa. La cifra es la quinta más alta de todas las comunidades autónomas. Este indicador mantuvo un importante crecimiento hasta el año 2013, período en el que triplicó sobradamente su valor. Sin embargo, a partir de ese momento comenzó un proceso suave de recuperación que, con algún sobresalto (2015), la ha llevado a valores actuales.
Sol Lahera, vicepresidenta de EAPN-CLM, ha resaltado lo que los datos muestran es que la “recuperación no está llegando a las personas más vulnerables”. “Cuando amenaza crisis, los daños comienzan siempre por la población pobre y, cuando se controla, ésta es la última en beneficiarse”, ha afirmado. Por su parte, Jesús Rodriguez, también vicepresidente de esta organización considera necesario tomar medidas “para que la situación de pobreza sea revertida”.
“Existe un nuevo pobre que hace cola en el supermercado, no solo es el que pide en la calle”, advierte Juan Carlos Llano, autor del Informe. El experto destaca entre las conclusiones del estudio que hay que vigilar el compromiso con la UE, que hay una recuperación asimétrica (no todos los grupos sociales crecen en la misma proporción) y que existe una gran desigualdad territorial.