Los trámites han comenzado y cada vez falta menos para que los regantes de la cabecera del río Segura, en el sureste de la provincia de Albacete, cuenten con su propia Junta Central de Regantes que represente sus intereses ante la Confederación Hidrográfica.
Bajo la tutela o protección de esta Junta Central de Regantes en ciernes estarán unas 20.000 hectáreas de riegos sociales de una veintena de municipios con sus respectivas Comunidades de Regantes o Sociedades Agrarias de Transformación (SAT).
Se unen, dice Guillermo Sánchez Negrillo, presidente de la gestora, para que “se nos permita gestionar nuestros propios recursos y poder corregir los daños ambientales” y poder estar en los órganos donde se decide acerca del reparto del agua de la cuenca. Con la Junta Central de Regantes en marcha podrán participar de la Mesa del Agua donde, hoy por hoy, sus intereses están representados sólo por el gobierno de Castilla-La Mancha.
Mala relación con la Confederación
El que tengan que pelear por los derechos del agua es sintomático de la mala relación existente entre los regantes del sureste de Albacete y la Confederación Hidrográfica del Segura. Son muchas las decisiones que parten de este órgano gestor de los recursos hidrológicos que no gustan en el territorio albaceteño porque se entiende que benefician a los regantes murcianos.
Un ejemplo, según el propio Sánchez Negrillo, es que a día de hoy los riegos declarados de Interés Nacional entre los años1982 y el 2003 todavía no tienen reconocida la concesión del agua porque la Confederación se niega.
Esto ha llegado hasta los tribunales, que esta misma semana han dado la razón a los regantes albaceteños. El último ha sido el Tribunal Superior de Justicia de Murcia que reconoce a la SAT de Albatana una concesión de agua que la CHS les ha negado hasta ahora.
Recursos de la cabecera que no llegan a la cabecera
La cabecera del Segura, que representa el 25% del total de la cuenca y que es donde están los pantanos, apenas tiene el derecho reconocido del 8% del total de los recursos. Esto provoca un evidente malestar entre los agricultores de la zona que sufren la carencia de agua para abastecer cultivos sociales que mantienen vivos a los municipios del sureste de la provincia.
La CHS “ha pretendido abrir los pozos de sequía del sureste de Albacete, por la vía rápida, para dar agua al campo de Cartagena que ni siquiera pertenece a la cuenca del Segura”, se queja el presidente de la gestora de la Junta Central de Regantes de la cabecera del Segura.
Todo ello ha llevado a los regantes a pedir en varias ocasiones la dimisión o destitución, en su defecto, del presidente de la Confederación, Miguel Ángel Ródenas. Motivos dicen, tienen varios, entre ellos que no se haya invertido ni un sólo euro en la provincia de Albacete de los 30 millones por el decreto de sequía aprobado por el Gobierno central para toda la cuenca. Son desigualdades que, una vez unidos bajo una Junta Central de Regantes, podrán combatir con la esperanza de revertirlas.