El suelo de Castilla-La Mancha contempla dos proyectos que, tras el terremoto sucedido esta semana en la región, podrían poner en grave peligro los campos de varias comarcas. Son, por un lado, las comarcas afectadas por proyectos de extracción de gas por fractura hidráulica, conocido como 'fracking' (en la comunidad autónoma son seis los proyectos contemplados), cuyas zonas afectadas son la comarca del Campo de Montiel y el comienzo de la sierra de Alcaraz, el sureste de la provincia albaceteña con localidades como Hellín y Ontur y el norte de la provincia de Guadalajara.
El otro gran proyecto peligroso tanto para el medio ambiente como para las propias personas, aún más si cabe, es el ATC de Villar de Cañas (Cuenca), el 'cementerio nuclear' proyectado en donde los residuos radioactivos de toda España “dormirían” durante décadas.
El terremoto de Ossa de Montiel, precisamente una de las localidades afectadas por el 'fracking' con el proyecto denominado 'Plataforma de Esteros', no tiene relación con ninguna de estas actividades, pero ha puesto de manifiesto el peligro de lo que habría pasado si el 'fracking' o el ATC estuviesen ya en activo. Unas circunstancias que han demostrado que el suelo castellano-manchego requiere de muchos estudios y que es una zona muy complicada para introducir proyectos tan agresivos como ambos dos.
Por ello, en el propio epicentro del terremoto, unas 700 personas no solo de todas las localidades implicadas con estos proyectos sino llegadas desde otros puntos de España, caso de jiennenses que han querido sumarse a su rechazo al 'fracking', se han manifestado en repulsa a estas prácticas. En la localidad de Ossa de Montiel, que hace una semana tembló con el seísmo, han querido poner de manifiesto que el suelo no está para hacer esos proyectos por el riesgo de sismicidad y peligro al medio ambiente en el que se entraría. Hablan los colectivos ya no solo de daños económicos y medioambientales, sino de incluso daños personales y de peligro real para la población.
A la marcha se han sumado también partidos políticos, sindicatos, plataformas ecologistas y numerosas personas principalmente a título individual. Aparte de Villar de Cañas, el 'fracking' afecta a más de una veintena de municipios castellano-manchegos, especialmente en Albacete: Munera, El Bonillo, Ossa de Montiel, Hellín, Lezuza, El Ballestero, Barrax, Ontur, Sotuélamos, La Roda, Alhambra, Tomelloso, Villarrobledo, Ruidera y a todo su paraje natural...poblaciones que de una u otra forma se verían afectadas en mayor o menor medida.
La marcha también ha contado con el apoyo de todas las plataformas en contra del 'fracking' en España, ya sea de manera presencial o mediante cartas de apoyo y manifestaciones públicas. La marcha ha rechazado el 'fracking' no solo en Castilla-La Mancha sino en toda España, pidiendo inversiones y proyectos no invasivos, que conserven el medio ambiente y que sobre todo no ponga en riesgo a las personas. Unas peticiones que tras el terremoto ocurrido pueden ser más coherentes que nunca.
Los más jóvenes, quienes se encargarán con sus futuras generaciones de esa tierra, han sido los encargados de leer el comunicado final de la marcha en el propio ayuntamiento de Ossa de Montiel donde han pedido un lugar para crecer sin riesgos ni peligros.