Como ya es habitual los datos del paro registrado en las oficinas de desempleo suscitan controversia e interpretaciones muy distintas, sube en nuestra región respecto del mes anterior, pero baja si se compara con el mismo mes del año anterior.
Castilla-La Mancha concluyó el pasado mes de febrero con 260.156 personas registradas como desempleadas, lo que supone 2.435 más que en enero, siendo la comunidad autónoma donde más aumentó en términos porcentuales (0,94 %) y la segunda en términos absolutos detrás de Andalucía, cuando en buena parte de ellas descendió ligeramente.
La Consejera de Empleo, Carmen Casero, ha responsabilizado del mal dato a la finalización de la campaña de la aceituna y busca en la variación interanual, de febrero a febrero, el dato positivo, con 14.532 desempleados inscritos menos. La diputada regional del PP, Carolina Agudo, ha hecho coro apuntando que se trata del sexto mes consecutivo de bajada del dato interanual, lo que le lleva a concluir que se está “en la buena dirección”.
Sin duda la coyuntura agrícola explica en parte el comportamiento del paro en la región este mes, como lo explicó en septiembre pasado cuando la vendimia arrojó el resultado más positivo del país, pero la responsable de empleo de Comisiones Obreras, Lola Santillana, apunta que en términos interanuales, el descenso del paro registrado se debe a la emigración, “que es la única opción con la que pueden contar los parados de Castilla-La Mancha”. De hecho la evolución interanual de la afiliación a la Seguridad Social, con sólo 1.894 afiliados más, viene a moderar el exceso de optimismo.
El Secretario General del PSOE en Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha reprochado el triunfalismo de la Consejera de Empleo a quien ha invitado a rectificar, mientras que la responsable de empleo de su partido, Milagros Tolón, ha insistido en la necesidad de que la Junta disponga de un plan de empleo. En esta misma idea ha abundado el Coordinador regional de Izquierda Unida, Daniel Martínez, para quien el dato negativo exige actuar reactivando el empleo público y disponiendo de planes extraordinarios de empleo que se financien con nuevas medidas fiscales.
Desde CCOO alertan finalmente de la reducción de las contrataciones, del aumento de la temporalidad y que ya son más de la mitad los parados que carecen de prestaciones, 131.652, es decir 3.047 personas más que el año pasado. Por ello insiste en la necesidad de un plan de empleo para atender con urgencia a este colectivo.