Una nueva corriente neorural ha llegado a la Sierra del Segura, bajo el nombre de 'Resilencio', conformada por un grupo de personas de diferentes ámbitos y profesiones como el mundo audiovisual, las artes escénicas y plásticas, la artesanía, arquitectura, deporte o trabajo social, entre otros, y que han creado este colectivo migratorio del área urbana de la ciudad de Albacete a la localidad de Molinicos, con el fin de cambiar aquellos hábitos de la sociedad actual que consideran destructivos, buscando un espacio común de encuentro, reflexión y expresión artística.
Resilencio son un exponente de este fenómeno social que opta por el mundo rural, dejando atrás las ciudades y su vertiginosidad, la sociedad del consumo, o la presión laboral, para buscar una mejor calidad de vida, en un entorno paisajístico único, como el que tiene este municipio serrano de algo más de 800 habitantes censados, en una transición que comenzó en el año 2017, y que pretende actualmente utilizar la antigua Fonda de Molinicos, que data de 1900, y que conserva su estructura arquitectónica tradicional, para desarrollar proyectos culturales, medioambientales, alimenticios.
Este grupo social que ha regresado a uno de los enclaves elegidos por el director de cine, José Luis Cuerda para rodar “Amanece que no es poco”, allá en el año 1989, junto a Ayna, han comenzado a visibilizarse para trasladar un claro compromiso social como es la lucha contra la despoblación, fomentando un modo de vida sostenible, que apuesta por una mejor relación con la naturaleza, y que aboga por otorgar todo el valor que tienen los pueblos y sus habitantes en una zona de “la España vaciada”.
Así, la antigua Fonda de Molinicos, que en otras épocas albergó transeúntes, comerciantes y artistas, y que está integrada en la revolución cultural que está viviendo este municipio albaceteño con sus grandes murales artísticos en su casco o el Festival 'Música en los Rincones', se convierte así en un lugar de gran carga simbólica y metafórica para albergar en su interior, los ideales de este grupo de neorruralismo, cuya filosofía es la búsqueda de inspiración, el autoabastecimiento, el aprendizaje e intercambio de experiencias artísticas y la propia dinamización de esta Sierra albaceteña.
Ahora, Resilencio pretende comprar este inmueble y empezar a construir su proyecto colectivo y armónico, mirando siempre hacia la naturaleza, a través de su Balcón, con financiación mínima para cubrir los gastos iniciales de adquisición y rehabilitación total de la casa, para convertir esta antigua hostelería en residencia artística, coworking, taller, y espacio sociocultural, con la vocación de ser un agente con gran protagonismo en el futuro que Molinicos tiene por delante, como referencia municipalista en la fusión de arte, cultura y medioambiente gracias a la implicación de Antonio Rodríguez, Natalia Borrajeros, Belén Jiménez, Beatriz Felipe, Cecilia Jiménez, María López, Mariglo Sánchez, Paco Gómez, Mercedes Gónzalez y Dan Hopkins.