Riesgo cardíaco, leucemia y fibrosis: efectos de la minería de tierras raras, según EEUU

  • Un texto oficial de la Agencia norteamericana de Protección del Medio Ambiente certifica los impactos de esta actividad también en el aire, el agua y el suelo

Ni los informes de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y de la Defensora del Pueblo aportando su postura contraria, por diferentes motivos, a la extracción minera de tierras raras en el Campo de Montiel han conseguido hasta ahora echar abajo este proyecto de la empresa minera Quantum en la provincia de Ciudad Real. Esta compañía aún se encuentra dentro del plazo que el Gobierno de Castilla-La Mancha le dio para realizar un informe de impacto ambiental, tras el documento de alcance en el que el Ejecutivo regional declaraba inviable el proyecto. Mientras, un nuevo informe, en este caso, de fuera de España, ha venido a sumarse a los ya conocidos.

Se trata del estudio “Rare earth elements: A review of production, processing, recycling, and associated environmental issues” (Tierras Raras: Una revisión de la producción, procesado, reciclaje y cuestiones medioambientales asociadas) de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) de Estados Unidos, y donde se certifican los impactos de esta actividad sobre la salud humana, el aire, el agua y el suelo. En realidad, viene a compilar todas las posibles consecuencias negativas señaladas hasta ahora por diferentes expertos.

En primer lugar, y en referencia a esto último, para los trabajadores del sitio y los residentes cercanos, el informe alerta sobre la inhalación de polvos finos (partículas), por ingestión o contacto dérmico con polvos contaminados procedentes de pilas de almacenamiento o de transporte del mineral, lo que “puede ser un irritante, un tóxico, o un carcinógeno” dependiendo del tipo de partículas.  

Y acto seguido indica que los trabajadores de las minas pueden estar expuestos a aerosoles de numerosos procesos como el de perforación, corte y triturado de la roca madre, pudiendo estos “acumularse potencialmente a lo largo de áreas perimetrales de estanques y lagunas y contaminar los suelos, sedimentos, aguas superficiales y aguas subterráneas poco profundas a través de la deposición y el transporte”. De igual manera, el procesado de roca y el polvo minero puede “contaminar los suelos, lo que puede afectar a la fauna y la vegetación”, siendo posible que “algunos tipos de tierras raras pasen a formar parte de los cultivos procedentes de suelos contaminados, lo que puede contribuir a su incorporación a la cadena trófica”. 

El componente radiactivo 

“Un cierto nivel de materiales radiactivos se encuentra asociado a muchos depósitos de tierras raras”, añade el estudio norteamericano, lo que origina que, como resultado, los residuos de roca y lodos de la extracción de tierras raras “también contienen estos radionucleidos”, generando un tipo de desechos “que pueden dar lugar a niveles de radiación inaceptables”. “Elementos como el torio y el uranio pueden concentrarse en los polvos y sedimentos minerales y el gas radón también puede ser emitido por estas fuentes”, señalan desde la EPA.

Alega que incluso las actividades de exploración pueden afectar a las aguas superficiales y subterráneas y “la contaminación y otras masas de agua puede ser potencialmente problemático” dado que “los fluidos de perforación de actividades de exploración pueden tener efectos significativos en ambientes acuáticos superficiales o subterráneos”. 

Aunque el informe reconoce todavía queda mucho por investigar en el terreno biomédico, establece que la exposición a las tierras raras está asociada a determinados niveles con el aumento del riesgo cardíaco, una enfermedad pulmonar llamada neumoconiosis (en los trabajadores que inhalan el polvo de las minas y los vapores metálicos procedentes de diversas fases del proceso), leucemia, determinados tipos de fibrosis, niveles anormales de algunas proteínas sanguíneas, alteración en la duplicación de los glóbulos rojos e incluso a problemas relacionados con la síntesis y reparación de ADN celular.

Paralización “sin demora”

El informe ha sido hecho público por la Plataforma Sí a la Tierra Viva del Campo de Montiel, que considera que el Gobierno regional  debe actuar “sin demora y cuanto antes” en la paralización de estos proyectos. “La realidad demuestra que este tipo de minería, y más cuando se realiza a cielo abierto, puede ser tanto o más perjudicial que el fracking”, afirman.

“Ya no caben más excusas, demoras ni irresponsabilidades –argumentan-. Ya no es racional emplear el término ‘cantera’ por parte de la alta dirección de la Junta, como si de una explotación de piedra ornamental se tratase. Porque la minería de tierras raras perjudica y pone en riesgo la vida de las personas y el futuro de las comarcas”.

Es el motivo por el que esta Plataforma ha anunciado un nuevo ciclo de charlas informativas en 2017 con el objetivo de ofrecer datos actualizados a la población sobre la problemática asociada a este tipo de proyectos extractivos. También avisa de que agotará “todas las vías legales” a su alcance hasta conseguir la completa paralización del plan previsto por Quantum Minería en la provincia de Ciudad Real.