No es inusual encontrar noticias acerca de sucesos en los que una o varias personas trabajadoras fallecen o sufren graves problemas de salud tras acceder a un recinto con deficiente ventilación. Se da la circunstancia añadida de que algunas de las víctimas sufren los daños al intentar rescatar a las personas que previamente han sufrido el desfallecimiento. Este tipo de accidentes se producen en espacios confinados, es decir, un recinto “con aberturas limitadas de entrada y salida y ventilación natural desfavorable, en el que pueden acumularse contaminantes tóxicos o inflamables o puede haber una atmósfera deficiente en oxígeno, y que no está concebido para su ocupación continuada” por el equipo de trabajo.
Según esta definición, este tipo de espacios pueden encontrarse en actividades y trabajos realizados en tanques, pozos, alcantarillas, depósitos, silos, cisternas o galerías subterráneas, entre otros. En alguno de ellos, como las redes de alcantarillado de una ciudad, es evidente que el acceso está muy restringido a personal especializado, que realiza su actividad cotidiana en este tipo de espacios y que, por tanto, en condiciones normales tiene conocimiento de su peligrosidad y emplea las medidas preventivas necesarias.
Sin embargo, existen lugares, utilizados habitualmente para otros finos, a los que hay que acceder para realizar tareas esporádicas que no siempre son ejecutadas por personal especializado. Hablamos de limpiezas anuales, el mantenimiento y reparación o, incluso, meras tareas de inspección. En el ámbito laboral la prevención de accidentes en estos espacios parte de una premisa básica.
¿Cómo saber si el espacio de trabajo tiene la consideración de confinado?
Conocer los riesgos laborales de cualquier actividad pasa tener en cuenta si nos hallamos ante un espacio confinado. Definirlo cómo tal es resultado de tres interrogantes: ¿está total o parcialmente cerrado?, ¿ha sido concebido y construido para una ocupación continuada? o ¿presenta o puede presentar atmósferas peligrosas (contaminantes tóxicos, sustancias inflamables o deficiencia de oxígeno)?
Si la respuesta a dichas preguntas determina que la persona trabajadora se ve en la necesidad de acceder a un espacio confinado, es innegociable la adopción de una serie de medidas preventivas. “No cabe, en ningún caso, apelar a que el acceso será de corta duración, que accederán varias personas o, incluso, escudarse en engañosas afirmaciones del tipo ”esto se ha hecho toda la vida así y nunca ha pasado nada“... debe tenerse en cuenta, además, que son múltiples las ocasiones en las que la gravedad del suceso se ha visto tristemente aumentada por el mero hecho de intentar socorrer a la persona accidentada”, explican especialistas en la materia.
¿Cuáles son las medidas a implantar en caso de trabajar en un espacio confinado?
Para prevenir los riesgos laborales en estos espacios de trabajo es necesario tener en cuenta dos medidas: técnicas y organizativas. “Ambos tipos deben utilizarse de manera combinada y, obviamente, concretarse a la vista de las características del espacio confinado”. Es decir, prever si puede formarse una atmósfera explosiva; por ejemplo, al soldar en el interior de un depósito. O anticipar si puede existir una atmósfera deficiente en oxígeno con origen en algún proceso de fermentación o similar, como es el caso de depósitos o cubas.
Desde un punto de vista técnico las soluciones pasan por la utilización de “equipos de respiración autónoma, sistemas de ventilación forzada, equipos de medición del nivel de oxígeno y otros gases, barandillas u otro tipo de barreras para impedir el acceso a personal no autorizado e, incluso, trípodes y sistemas análogos para eventuales situaciones de rescate de emergencia”.
Por otro lado, desde un punto de vista organizativo, el catálogo de medidas es igualmente amplio. Según recuerdan especialistas en riesgos laborales, “en primera instancia hay que valorar si es viable la realización del trabajo desde el exterior, sin acceder al recinto o espacio confinado, a través de medidas alternativas”.
Si, no obstante, el acceso tiene que producirse, es necesario “establecer un procedimiento de trabajo por escrito que detalle todas las fases a realizar y los puntos de especial peligrosidad, incluyendo la correcta utilización de los equipos, máquinas y herramientas que se emplean durante la realización de los trabajos.
Asimismo, establecer un permiso de trabajo que garantice que la entrada al espacio confinado se realiza en condiciones seguras, evitando el acceso a personas no autorizadas, y disponer de vigilancia en el exterior.
“La correcta aplicación de estas medidas organizativas, así como las técnicas, ha de garantizarse a través de acciones de formación e información a las personas trabajadoras”, señalan.
Prevención con formación
Castilla-La Mancha es tierra de vinos, por lo que las bodegas son empresas tradicionales de la región que se extienden por todo el territorio. “En este tipo de empresas existe un elevado número de espacios confinados, como depósitos y cubas, a los que periódicamente es necesario acceder para su limpieza y otro tipo de tareas”, explican los expertos.
Es en estos entornos laborales donde es necesario extremar las precauciones para evitar los accidentes de gravedad que ya se han registrado en este tipo de instalaciones. Para ello, y con el fin de facilitar y contribuir a la prevención de los riesgos en espacios confinados, con especial atención a los existentes en bodegas, la Viceconsejería de Empleo, Diálogo Social y Bienestar Laboral, en el marco de las acciones de difusión y divulgación de la cultura preventiva del Acuerdo Estratégico para la Prevención de Riesgos Laborales en Castilla-La Mancha, 2017-2021, ha programado una jornada técnica telemática con la participación de personal experto en esta materia, abierta a la participación de las empresas y personas, trabajadoras o no, interesadas en ampliar su conocimiento sobre este campo.
La información sobre la jornada, de carácter gratuito y que se realizará el próximo 19 de octubre, está disponible en la página web de Seguridad Laboral de la región.
* Este contenido está patrocinado por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha