“Te llaman de un día para otro o el mismo día te dicen que te tienes que quedar con la flexibilidad. No estamos dispuestos a seguir siendo trabajadores a la carta”, explica Jesús Laín, La Federación de Industria, Contrucción y Agro (FICA) de UGT Castilla-La Mancha ha celebrado en Tarancón (Cuenca) una asamblea con delegados y delegadas del sector para preparar la jornada de huelga que se ha convocado a nivel nacional para los próximos días 25 y 26 de noviembre. También, para hablar de por qué el convenio colectivo del sector de las industrias cárnicas lleva bloqueado desde diciembre de 2020, cuando caducó.
“Quieren trabajadores a la carta que estén disponibles a cualquier hora del día y los 365 días del año”, recalcaba Laín. Y es que, explica, la posibilidad de que se “haga ir a trabajar” a los profesionales sábados, domingos o festivo es muy alta, gracias a las 120 horas de flexibilidad que contempla el convenio. “Y que ahora quieren subir hasta las 177”, advierte Laín. “Queremos evidenciar que tienen que hacer muchas horas, con muy poco tiempo de cansancio y aún quieren que sea más”, lamenta el delegado sindical.
Laín recuerda que las personas que trabajaron en la industria cárnica durante la pandemia fueron designadas como “esenciales” y lamenta que ahora la patronal quiera pagar con este tipo de medidas a quienes estuvieron al pie de cañón para que no hubiera problemas de abastecimiento. “Sólo queremos tener un convenio digno, porque la industria ha generado muchos ingresos y no hay argumentos para las propuestas que nos hacen desde la patronal. Queremos mejoras económicas y laborales”, recalcó.
Entre otras, incremento del plus de nocturnidad, que aumente el tiempo de higiene durante la jornada, que se regulen los contratos fijos-discontinuos y que aumenten las categorías de oficiales de primera, porque “hay muchas categorías inferiores”. También, piden que se reduzca la jornada de trabajo y que se ponga un freno a las contrataciones temporales.
UGT recuerda que el Convenio Colectivo de Industrias Cárnicas venció en diciembre de 2020 y que en él se regulan las condiciones laborales de un sector muy importante para la economía de nuestro país. De hecho, hoy en día es el “primer sector de la Industria Alimentaria” y está entre los “cinco primeros de toda la industria de España, junto a la automovilística, la energética y la química”. “La situación económica del sector no puede ser una razón para que el convenio no pueda firmarse en condiciones razonables. Tampoco pueden argumentar que los costes laborales son un problema para ellos, puesto que estos están por debajo de la media de la industria y uno de los más bajos de la industria agroalimentaria”, afirmaba Jesús Laín.
La huelga prevista por los sindicatos UGT y CCOO para los próximos días 25 y 26 de noviembre afectará a unas 15.000 personas trabajadoras de Castilla-La Mancha, de las cerca de 100.000 que hay en todo el país.