- Los estatutos no dejan claro si María Díaz podría compatibiizar el cargo después de haber entrado en las Cortes regionales como diputada
La dimisión de José García Molina, secretario general de Podemos Castilla-La Mancha, como diputado regional para dar paso a su entrada en el Ejecutivo regional no fue una sorpresa. Era uno de los nombres que se asumían para cubrir las dos vacantes que Emiliano García-Page ofreció en su Gobierno, en el acuerdo entre ambos partidos que terminó con los meses de incertidumbre tras el 'no' de la formación morada a los presupuestos regionales.
Una vicepresidencia y una consejería, u organismo similar, encargada de la gestión del Plan de Garantías Ciudadanas fueron los resultados del acuerdo entre ambos partidos, el primero al que se llega a nivel autonómico en España. Lo más posible es que García Molina asuma la vicepresidencia, pero el futuro responsable de la consejería todavía es una incógnita, que Podemos ha preferido mantener así.
María Díaz ha sido uno de los nombres barajados para entrar en el Ejecutivo junto a García Molina, pero tras asumir el cargo de diputada regional en las Cortes castellano-manchegas, se debe descartar esta posibilidad. Es precisamente por esto que el secretario general dejó el escaño, tal como aseguró en rueda de prensa posterior al acuerdo anunciado con Emiliano García-Page, por la incompatibilidad de cargos que prohíbe el reglamento interno de la formación morada.
Según los estatutos de la formación, es incompatible el ejercicio de más de una función pública o de más de un cargo interno de Podemos, salvo aquellas funciones vinculadas a su condición de cargo institucional u orgánico o responsabilidades locales sin retribución y en todo caso conforme siempre a las limitaciones salariales establecidas por el partido. Por lo que si María Díaz entrara en el Ejecutivo sería una excepción dentro de la formación morada.
Teniendo en cuenta la importancia que Podemos ha dado desde sus orígenes a la equidad, sería coherente la entrada de un hombre y una mujer al Gobierno castellano-manchego. Desde el partido sólo se ha apuntado a que quienes entrarían a gobernar deberían conocer bien los mecanismos del partido y también tener un perfil que encajase en el cargo en cuestión.
En este sentido, un nombre que cumple estos requisitos es el de Inmaculada Herranz, miembro del llamado 'Directorio 2019' o 'Gobierno en la sombra' que presentó el partido en abril de este año. Herranz es vicedecana de Investigación y Profesorado en la Facultad de Ciencias Sociales Talavera de la Reina, centro donde también ha desarrollado su labor como profesor de Educación Social José García Molina.
Se trataría de una candidata viable, no solo porque fue una de las encargadas de redactar el Plan de Garantías Ciudadanas -que ha servido como bandera y condición de la formación morada para su respaldo a las cuentas públicas castellano-manchegas-, sino porque algunos nombres de ese 'Gobierno en la sombra' parecen descartados. Es el caso del responsable de Movimientos Sociales, Pedro Vozmediano, o el del área de Educación, José Manuel Perujo. Tampoco es probable que Francis Gil, Secretario Político del partido en la región, que ha perdido cierta influencia en la dirección del partido durante el último año.
Hay más dudas que Podemos sigue sin desvelar. No ha confirmado cuándo asumirá María Díaz su escaño como diputada regional y también si ocupará la vicepresidencia primera de la Mesa de las Cortes, tal como lo hacía José García Molina. Podemos no ha despejado estas dudas, pero ha asegurado que se comunicarán a partir de la próxima semana.