Azuqueca de Henares, localidad de 55.000 habitantes en la provincia de Guadalajara, sólo cuenta con un centro de salud desde que se paralizaran las obras del segundo centro en 2011. La localidad llevó a cabo un sinnúmero de movilizaciones, lideradas por el entonces alcalde Pablo Bellido, que llevó al Gobierno municipal incluso a llevar un centro de salud “a hombros”, como se ve en la foto. El Pleno del Ayuntamiento también reclamó la reanudación de las obras del Centro de Salud, al ser una localidad de mas de veinte mil habitantes y necesitar, entonces, dos centros de atención básica.
El Gobierno municipal acusó directamente a María Dolores de Cospedal de paralizar las obras, y también de querer recortar los servicios de los servicios sanitarios de la localidad. El PSOE argumentaba que el Gobierno de José María Barreda ordenó una “suspensión temporal” de las obras, a la espera de la adjudicación del proceso de control de calidad, pero que la propuesta técnica de adjudicación del centro sanitario nunca se firmó “porque Cospedal decidió no hacer esa obra”, según declaró el entonces portavoz del municipio, José Luis Escudero.
En el último Consejo de Gobierno itinerante, Emiliano García-Page anunció que las obras de dicho centro se reanudarían durante la presente legislatura. El presidente de la Junta de Comunidades ha criticado que es “incomprensible” que las obras del centro se paralizaran y que esta decisión ha costado unos 150.000 euros a las arcas de la Junta de Comunidades, en concepto de indemnizaciones a la empresa afectada por la suspensión de las obras, que se ha estirado desde el principio de la anterior legislatura.
Además, Page ha señalado que la “soberbia cuesta muchísimo dinero”, ya que el Gobierno regional ha encontrado ya unos ochenta millones de euros “perdidos” por otras paralizaciones a lo largo de la región. El socialista ha asegurado también que la Junta tiene la titularidad del edificio, que fue cedido al Gobierno central en agosto de 2014, y que el nuevo proyecto deberá ajustarse, porque las condiciones, hoy en día, son diferentes a las que había cuando se inició el proyecto. “Era una obra ansiada y estaba comprometida por la comunidad autónoma”, ha subrayado, significando que el Gobierno regional anterior “se lo quitó de encima como si fuera un marrón más”.