Las obras del nuevo Hospital de Toledo se retomarán previsiblemente en tres semanas con el acta de replanteo después de permanecer paralizadas desde el año 2012, con la llegada al Gobierno de Dolores de Cospedal.
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page ha presentado las líneas generales del que será el tercer proyecto hospitalario para Toledo (tras los de José María Barreda y Dolores de Cospedal) aunque sin entrar en demasiados detalles.
Será un hospital con más servicios clínicos, muchos de ellos serán reordenados –como es el caso de la cirugía ambulatoria (ahora en varios puntos de la ciudad) o de las UVI’s que estaban previstas dentro del propio centro- para evitar la actual dispersión. Se incluirá medicina nuclear, más radioterapia y más áreas de laboratorio y por eso, el nuevo hospital contará con un ala más de lo previsto.
De hecho, crecerá en algo más de 6.000 metros cuadrados, tendrá carácter universitario y se calcula que la obra costará unos 300 millones de euros. El plazo de ejecución de las obras podría prolongarse hasta los 30 meses.
También aumenta el número de camas, unas 800 en el nuevo centro a las que se sumarán otras 200 más entre el Hospital del Valle y Parapléjicos. Además, se prevé que al menos el 50% sean individuales.
“Es la mayor obra civil de la legislatura” ha explicado García-Page para la que se ha buscado “consenso” con los profesionales y tendrá un modelo de gestión idéntico al del actual Hospital Virgen de la Salud de Toledo, cuyo gerente, por cierto, es especialista en traslados hospitalarios.
Será un nuevo proyecto “con sentido común” basado en tres ejes. El principal, decía el presidente, ha sido desatascar la “madeja jurídica” con las empresas implicadas en el proceso. La UTE formada por ACS, OHL y Acciona seguirá al frente de las obras. “Han sido muy flexibles”, decía Page.
Será el Gabinete Árgola Arquitectos, encabezado por Luis González Sterling quien termine de definir un proyecto en el que, según el presidente, “se mejoran las condiciones arquitectónicas”. “El proyecto se había achicado y obedecía a la mentalidad de quien prefería llevarse a los pacientes a Madrid y dejar el dinero allí”. Además, será un proyecto “ampliable” en un futuro porque “hay espacio”.
El presidente ha justificado no seguir con el proyecto iniciado por el equipo de Cospedal por las complicaciones jurídicas que, en su opinión, “eran un callejón sin salida” ya que “se mezclaron caprichos políticos con insensateces administrativas” decía García-Page quien advertía que “nos va a tocar gastarnos en indemnizaciones 125 millones de euros” y confiaba en que “no haya ningún contencioso más” porque “solo la paralización que inició Cospedal costó 22 millones de euros”.
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, incidía en este mensaje. “No ha sido fácil”, con negociaciones “a varias bandas y un incalculable número de reuniones” para retomar el proyecto que dejase Barreda con algunas modificaciones.
Se ha puesto en marcha una oficina coordinadora clínica y se prepara un plan de ejecución de obras para presentar al Ayuntamiento de Toledo.
Hospital Universitario: “nos faltan médicos”
Hospital Universitario: “nos faltan médicos”El hospital será universitario porque, aseguraba el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, “entendemos que faltan médicos y que hay que potenciar los estudios de medicina porque somos una comunidad muy dispersa”. En este sentido, se explicaba que en la región hay unos 260 alumnos de medicina por año en Albacete y Ciudad Real, pero se espera superar los 300. De hecho, anunciaba el presidente el proyecto universitario se adelantará sobre los plazos previsto y ya hay conversaciones con la universidad.
Plan de movilidad para los accesos al hospital
Plan de movilidad para los accesos al hospitalSerá necesario, además un nuevo plan de movilidad en la zona para el que se mantendrán conversaciones con la Administración estatal y que habrá de realizarse “en paralelo” al Plan de Ordenación Municipal de Toledo. “No descartamos un ramal específico de acceso”, explicaba el presidente, pero todo dependerá a las conversaciones con un Gobierno central aún en funciones.
Mientras tanto, este mismo año se realizarán estudios previos para un nuevo puente que comunique Azucaica con el barrio que acoge el hospital (Santa María de Benquerencia), ya previsto ante el previsible crecimiento poblacional de la zona, al margen de los movimientos de vehículos que generaría el propio centro hospitalario. “El Ayuntamiento nos ha puesto como condición adelantar este proceso”, aseguraba el presidente quien además se mostraba “escéptico” con lo que vaya a hacer el Estado.
Precisamente, la alcaldesa Milagros Tolón presente en el acto de presentación aseguraba que “es un día importante para Toledo. Llevamos mucho tiempo esperando este momento” y hablaba de “desbloqueo y definitiva reanudación de obras” como una “excelente noticia”. Han sido, añadía, “cuatro largos años en los que la ciudad ha sufrido agravios como el de la paralización del hospital”.
“Es la reafirmación de nuestro compromiso con la sanidad pública y los derechos sociales” y , finalizaba estas obras “son una acción vital para la ciudad” y un “revulsivo ” tanto para el empleo como para el barrio de Santa María de Benquerencia.