El teniente del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), Julián García, ha indicado que “se sospecha” que tanto el incendio de Tarragona como el iniciado en Toledo que ha afectado a la Comunidad de Madrid y Ávila (que suman más de 10.000 hectáreas quemadas), fueron provocados por la acción humana. Actualmente, en el incendio originado en el término municipal de Almorox trabajan 7 medios y 30 personas de Castilla-La Mancha, según indica el Sistema de Información de Incendios Forestales (Fidias) regional.
“Se están investigando y actualmente no tenemos datos para decir al 100% la autoría o las causas, pero trabajamos con la hipótesis de que el factor humano pudo haber intervenido en ellos”, asegura el teniente.
Y es que, en declaraciones a Europa Press, ha indicado que el número de delitos medioambientales relacionados con incendios forestales ha aumentado un 140% en estos cinco primeros meses de 2019 con respecto al mismo periodo de 2018.
“Las cifras que manejamos en las comparativas no son nada halagüeñas en cuanto a previsión de número de incendios que se pueden producir al cabo del año, y más concretamente en esta estación estival”, ha advertido el teniente del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), unidad especializada de la Guardia Civil se encarga de la conservación de la naturaleza y el medio ambiente, de los recursos hídricos y de la riqueza cinegética, piscícola y forestal.
En lo que va de 2019 (del 1 de enero al 23 de junio), el fuego ha quemado 38.544 hectáreas de superficie, un 307,38% más que en el mismo periodo de hace un año, es decir, más del triple, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
Según insiste el teniente, detrás de la mayoría de los fuegos está la acción del hombre, bien sea una negligencia, un accidente o intencionados. Pero otro de los motivos de este incremento de hectáreas quemadas podría encontrarse en las condiciones meteorológicas. “El cambio climático puede influir en la propagación del incendio y en la extensión de ese incendio, es decir, que el incendio sea mayor”, explica.
En estos primeros meses de 2019, se han producido 84 incendios intencionados, mientras que en 2018 hubo 43. Con respecto a fuegos causados por una negligencia, se contabilizan hasta la fecha 154, frente a los 110 de 2018; y los que se generan por un accidente ascienden a 77, cuando hace un año se registraban 34.
Falta de concienzación
El teniente atribuye este aumento de los incendios provocados por el ser humano a una falta de concienciación del uso del fuego. Por ejemplo, que hayan aumentado los fuegos por negligencias responde, en opinión de la analista de Inteligencia del SEPRONA, Gema Armero, a “una sobreconfianza de que está todo controlado”.
Así, en el caso de quema de pastos autorizados por la Administración, asegura que “si no se respetan las condiciones en las que se autoriza esa quema, es cuando se desmadra y se provoca el incendio”. Y es que “el factor humano es complejo de predecir”, añade.
“En España, la cultura del fuego está muy enraizada con las tradiciones, siempre se ha utilizado como medio eficaz, en este caso, para regenerar pastos, y es utilizado en agricultura --comenta García--. Si a esto sumamos unas condiciones climatológicas adversas, es más fácil que ese incendio se propague y se descontrole todo totalmente”.
Refuerzo de equipos para este año
Para luchar contra los fuegos, la Benemérita ha reforzado los equipos del SEPRONA de las comandancias con mayor incidencia de siniestros, con especialistas en la investigación de incendios forestales.
La Guardia Civil realiza una “investigación policial integral”, esto es, se dedican a realizar una inspección técnica-ocular del lugar de los hechos, averiguar las causas, el posible autor si el fuego es provocado por alguien y, finalmente, poner al autor o autores a disposición judicial si constituye un delito penal.
De hecho, el número de detenidos o investigados por delitos relacionados con incendios forestales asciende este año a 178 personas, una cifra que casi duplica a los 95 detenidos e investigados el año pasado, lo que supone un aumento del 90%.