El Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 2 de Toledo ha dictado una sentencia, según informan los servicios jurídicos de 'El Defensor del Paciente' en el que se condena al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha al pago de una indemnización de alrededor de 200.000 euros, por el fallecimiento de una paciente de 36 años de edad después de haber recibido un TAC abdominal en el Hospital Virgen de la Salud de la capital autonómica.
La sentencia hace referencia a un hecho del 1 de septiembre de 2009, cuando la paciente acudió a dicho hospital para someterse a la prueba diagnóstica. Según informa la asociación, los facultativos se limitaron a señalar que la prueba se había “complicado”, para luego explicar al esposo de la paciente que la mujer había entrado en parada cardiorrespiratoria y que se habían iniciado maniobras de RCP. La información facilitada, señala la organización, es “escasa” y sólo consta la aplicación de maniobras de RCP avanzadas, “nada más”.
La sentencia señala afirma que se debería “haber hecho constar” las maniobras que se realizaron, así como la medicación que se suministró al paciente, ya que las explicaciones dadas son “claramente” insuficientes, lo que “obliga a concluir” que el tratamiento fue insuficiente. “La administración demandada se ha limitado a explicar lo que era evidente”, señala el documento. “Habría sido necesario que existiera un 'carro de paradas' disponibles para poder atender una situación como la que ocurrió”, afirma la sentencia. Es por esto que se “justifica la estimación” de la demanda.
Los importes a pagarse, según afirma el documento, son de 111.458,83 euros y 46.441,18 euros, pero sin imposición expresa a costas.