Es la “prioridad absoluta” del Gobierno de Castilla-La Mancha y así se ha encargado hoy de reseñarlo el presidente regional, Emiliano García-Page. Ha anunciado que el Consejo de Gobierno aprobará una disposición “no solo permitirá sino que obligará” al Servicio regional de Salud (SESCAM) a la contratación permanente de personal sanitario en la medida en que la saturación de las urgencias así lo demande y evitar su “colapso”.
Es uno de los avances que Page ha querido resaltar en materia sanitaria, junto con otras cuestiones más concretas referidas a la Sanidad, como la apertura inmediata de diez nuevas camas en el Complejo Hospitalario de Toledo y de otras diez en el Hospital Mancha Centro de Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Lo ha hecho en el transcurso de un encuentro con los medios de comunicación de la comunidad autónoma celebrado en el Palacio de Fuensalida.
En cuanto a esta última cuestión, la disposición de contratación de personal irá complementada con la aprobación de un mecanismo automático de apertura de camas en función del nivel de uso de las urgencias, para acabar con el “colapso” de este servicio. Y en cuanto a la situación específica de algunos hospitales, ha reiterado la voluntad de la Junta de impedir la privatización de los centros de Tomelloso y Villarrobledo, junto con la recuperación del área sanitaria de Cuenca.
Sobre el polémico proyecto del nuevo Hospital de Toledo, Page insiste en que hay que reenfocarlo a un modelo de clara gestión pública, “no con el modelo planteado”. En este punto, ha precisado que el Gobierno está preguntando sobre algunos fondos, ya que hay una parte de la financiación europea del hospital “que estaba en una cuenta corriente sin estar vinculada a la obra”.
En general, explica que el pacto de recuperación social de los servicios públicos (uno de los tres que anunció durante el debate de investidura) es el más “complejo” pero también el más prioritario, y ya hay un trabajo hecho tras encontrar “buena actitud” de los interlocutores. Una naturaleza distinta tiene el pacto político, donde la posición de partidos, sindicatos y empresarios será fundamental para abordar numerosos temas, entre ellos la reforma del Estatuto de Autonomía. “Cuanto más hablemos, mejor”, ha apostillado.
Balanzas fiscales, 'guerra del agua' y agricultura
En otro orden de cosas, sobre las balanzas fiscales hechas públicas por el Ministerio de Hacienda, el jefe del Ejecutivo castellano-manchego se ha mostrado crítico con el sistema al no entender el hecho de que “si estamos todos a favor en que los impuestos sean progresivos y de que paguen quienes más tienen”, el análisis es entonces “muy engañoso”.
También se ha referido en varias ocasiones a la cuestión del agua. En primer lugar entiende que las políticas hídricas dentro de la denominada ‘guerra del agua’ requieren “mucho tiempo y tenacidad”. Más concretamente, sostiene que la realidad del Tajo es “lamentable” y que por ello pedirán formamente en septiembre la reapertura y el cambio de los planes hidrológicos de cuenca que “se han planteado en contra de los intereses de Castilla-La Mancha clarísimamente”.
Muy combativo se ha mostrado de nuevo con el trasvase Tajo-Segura. “No me gustan los trasvases. Hay una corriente medioambiental cada vez mayor a favor de que los trasvases no sean la solución. Pero si tiene que haberlo, que sea en las mejores condiciones”, ha explicado, insistiendo también en que se llevarán a cabo iniciativas legislativas para defender los intereses hídricos de la región.
Por último, en cuanto a cuestiones de Agricultura, Page ha defendido plantear una mentalidad “muy global” con especial preocupación en los fondos de desarrollo rural. La idea, indica, es “tener las cosas claras” y “proceder con sentido común” para que no se pierden las oportunidades que proporciona el campo, sobre todo en el caso de la generación de empleo.