Con la colaboración y la reseña del humorista gráfico Forges, la participación del portavoz de Jueces para la Democracia, Joaquím Bosch y el apoyo de la Escuela Superior de Dibujo Profesional de Madrid, entre otros, los humoristas gráficos Iñaki y Frenchy se lanzan a la aventura de su primer libro. “Este libro que ahora sujetas es la narración de un año extraordinario en la historia de España a través de las viñetas”, es la introducción de 'Cómo sobrevivir a un Gobierno en funciones', el trabajo autoeditado de los profesionales.
La idea de llevar las viñetas que se publican en medios como eldiarioclm.es a un formato más sólido era algo que estaba en la mente de ambos. “Lo llevábamos cocinando un tiempo”. Sin embargo, fue la investidura de Mariano Rajoy la que califican como el “fin de fiesta del periplo político” que ha vivido el país, lo que finalmente los impulsó a llevar la idea a la realidad.
Iñaki y Frenchy son dos profesores de instituto de la localidad albaceteña de Tarazona de la Mancha. Tras haber “trotado mucho” y cansarse de “esperar sentados” se lanzan a este proyecto de cómic político. “Quizás fue por la situación enrarecida a nuestro alrededor: familiares en paro, pensionistas temerosos, amigos alejados, escandalosas explicaciones”, son las razones que les llevaron a decantarse por esta vertiente del humor gráfico. “Desde el principio sentimos nuestras viñetas como una terapia personal”, afirman.
'Cómo sobrevivir a un Gobierno en funciones' ha sido autoeditado después de que “muchas” editoriales no le hayan hecho hueco a la obra en su línea editorial. Sin embargo, los autores están satisfechos. “Creemos que generas un vínculo con la obra muy estrecho”, afirman. Y aunque el trabajo ha significado muchas horas, ahora el resultado es “muy gratificante”.
El principal objetivo del trabajo de ambos viñetistas era hacer un resumen “particular” de cómo se ha vivido el último año de la política española. “Los acontecimientos fueron extraordinarios: os elecciones generales, el fin del bipartidismo, la deliberada exposición de algún medio en los pactos políticos, y un ruido enorme que terminó, como casi siempre, en vuelta a lo mismo”, explican. Por eso, quieren dejar su huella para ver si “quizás en un futuro” se pueda aprender de esto.
“Nos gusta la ilustración, ejercer el derecho a la libre expresión y regalar una sonrisa o, en su defecto, una opinión”, es el balance de sus historias. Además, afirman, que no tienen líneas rojas pero que siempre van con prisas porque tras hacer una viñeta ya toca hacer la que va al otro día. “Nos gusta lo que hacemos, vamos aprendiendo mucho y puliéndonos”, concluyen.