Agentes de Guardia Civil y Policía local: el presunto autor del crimen machista de Alovera no tenía heridas defensivas

Europa Press / Francisca Bravo

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Segunda jornada del juicio por el asesinato de Nicoleta G.C, la mujer asesinada en Alovera en mayo de 2021, la única víctima mortal de violencia machista de ese año en Castilla-La Mancha. En esta ocasión, ha comparecido el sobrino y vecino del acusado, que se enfrenta a penas de hasta 25 años según pide la acusación particular, quien relató los hechos visiblemente afectado.

También intervinieron distintos agentes de la Policía local, Policía nacional y Guardia Civil. En concreto, dos agentes, uno del cuerpo de Alovera y otro de la Benemérita, afirmaron que el acusado no tenía heridas. Un guardia civil resaltó que en la escena en la que murió Nicoleta, “totalmente sangrienta” y “bastante clara”, no había manera de huir, al tratarse de un pasillo muy estrecho.

Los testimonios que se escucharon durante el juicio dejaron ver contradicciones entre lo señalado durante el acusado en la primera jornada del juicio y el testimonio de su sobrino que compareció este martes. En concreto, sobre si Nicoleta había atacado al presunto agresor, que admitió los hechos o sobre la actitud del mismo respecto a su mujer. Durante el juicio se recordó que había antecedentes en el ámbito de la violencia de género y figuraba que había tenido medidas de alejamiento en el año 2007, al parecer, contra ella, aunque después habría retirado la denuncia, según su Defensa.

En este sentido, el agente de la Guardia Civil señaló que “si hubieran forcejeado cuerpo a cuerpo, sería la primera vez que la otra parte no presenta ninguna lesión con un cuchillo”. Otro agente de la Policía Local de Alovera declaró que no se observaban cortes en las manos del hombre, aunque luego llevaba las manos vendadas, al parecer.

Tras recibir la llamada de una vecina diciendo que había escuchado gritos en una vivienda, este mismo Policía Local ha añadido a preguntas de la Sala que el acusado “no se quejó ni nada de eso”.

También ha declarado el jefe de la sección de investigación criminal de la Guardia Civil que se trasladó con un agente al lugar de los hechos, que insistió en que no se apreciaban heridas defensivas en las manos pero coincidiendo con otro agente en que en ese pasillo “no tenía escapatoria” de ningún tipo si era atacada. “Salvo que fueras especialista en artes marciales no tenías posibilidad de salir de esa situación”, ha precisado.

Declaración del sobrino

Durante la jornada declaró también el sobrino del acusado, a quién el presunto autor llamó inmediatamente tras ocurrir los hechos. El testigo ha señalado que la semana previa a los hechos “la cosa estaba un poco turbia” en su relación, asegurando tener constancia de que su tío había decidido dejarla y que le había dicho que estaba tranquilo. “No pasa nada y le deseo lo mejor, pero no puedo continuar con la relación”, ha señalado que le había manifestado el acusado días previos, después de que retomara la relación con la víctima coincidiendo con el temporal de Filomena.

Preguntado sobre los problemas económicos de la pareja, el sobrino no los ha negado, pero si bien en su primera declaración había dicho que su tío le había manifestado que su mujer le estaba volviendo loco, en la sala no lo ha recordado. Se ha dado una serie de contradicciones respecto a la manifestado en la fase de instrucción, pero ha señalado que le “hicieron firmar” documentos con los que no estaba de acuerdo.

En cuanto al momento del suceso, ha apuntado que su tío le llamó y le dijo: “Alberto, he matado a Clara, ven por favor”, y él salió corriendo con su pareja Claudia y al entrar en la casa lo primero que vio fueron los pies de su tía y a su tío en estado de shock, apoyado en una pared frente a ella. Entonces, el preguntó qué había pasado y el detenido respondió: “no lo sé. Ha venido de forma muy nerviosa con los cuchillos y no lo sé, no lo sé”.

Testimonio de la vecina

Finalmente, el agente de la Policía Judicial de la Guardia Civil, resaltó que la vecina que alertó al servicio de emergencias 112 para que fueran porque se oían voces de una pelea declaró que la víctima y amiga suya vivía “asustada” porque su pareja “la tenía controlada” y no le permitía maquillarse ni comprarse ropa.

“Yo le pregunté --a Davinia, la vecina-- el trato de la víctima con su pareja y me contó que ella vivía un poco asustada porque su pareja no le permitía maquillarse ni comprarse ropa y tenía que recibir ella los paquetes algunas veces porque su pareja la tenía controlada”, ha señalado el Guardia Civil en su declaración.