Castilla-La Mancha es la comunidad con las tasas “más altas” de infecciones respiratorias agudas. Así lo advierte el sindicato CSIF que señala que esto ocurre tanto en pacientes de atención primaria (con una tasa de 1.709,7 por cada 100.000 habitantes) como en pacientes graves en centros hospitalarios, con una tasa de 51,8 ingresos por cada 100.000 habitantes.
Los datos vienen del último informe del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SiVIRA) del Instituto de Salud Carlos III para la semana del 25 al 31 de diciembre. La organización señala que esas cifras “obligan a las autoridades sanitarias a tomar medidas con carácter urgente”.
De este modo, apremian a responder con medidas que vayan “más allá” de los planes de contingencia en áreas de salud. “Es necesario fijar protocolos como el uso de las mascarillas en el acceso a todos los centros sanitarios, separar espacios para reducir los contagios, aumentar los grupos de edad de las campañas de vacunación, limitar el número de acompañantes de pacientes o incluso aconsejar a la población precaución en los contactos sociales que se producen durante estas fechas”, explica Sacramento Rodríguez, presidenta de CSIF Sanidad Castilla-La Mancha.
De este modo, recuerdan que se está produciendo un “fuerte incremento” de las patologías respiratorias y que posiblemente será la próxima semana cuando se alcancen los mayores picos de incidencia. Las tasas de incidencia en Castilla-La Mancha se encuentran “muy por encima de la media nacional” (952,9 casos en Atención Primaria y 28,7 casos graves en hospitales).
Además, apuntan que junto a COVID-19 y el virus respiratorio sincitial humano (VRS), la gripe está circulando con mayor intensidad, siendo la patología respiratoria con la prevalencia más elevada.
“Esta elevada incidencia no es excusa para la saturación que padece la Atención Primaria y las urgencias en toda la región, todos los años es lo mismo, si no es una patología respiratoria es otra, y todos los años nos encontramos con un colapso que desborda a los profesionales, incapaces de hacer frente a toda la demanda asistencial por la escasez de los medios y de las plantillas”, remata Rodríguez.